Muchos dicen que el amor a primera vista no existe, que es solo algo superficial y, aún que tienen algo de razón, eso no es lo que cree Shim Jake. Un joven australiano que recién comenzaba su vida de universitario en Seúl, Corea del Sur.
Jake era alguien muy amable y soñador, pero eso no quitaba que también fuera alguien realista. Leía demasiado y desde pequeño le había fascinado la idea de encontrar el amor a primera vista como tanto había visto en aquellos libros ficticios de amor.
No sabía con exactitud lo que se sentía ya que nunca lo había experimentado, hasta ese momento en que puso un pie por primera vez al que sería su salón de clases. Juró haberse enamorado a primera vista de ese chico apuesto que poseía una mirada filosa, pero suave a la vez, expresión seria en su rostro pero era un rostro muy atractivo, cabello oscuro como la noche y tan lacio que te dan ganas de acariciarlo, labios no tan delgados pero sí muy hipnotizantes. También llevaba un piercing en el labio inferior, tan hermoso. Pensó Jake.
–Por favor, tome asiento al lado del joven Lee. Levante su mano por favor, joven Lee–. Para su suerte o desgracia, le había tocado compartir asiento con él. "Increíble, primer día de clases y tengo que sentarme junto al chico más hermoso de, probablemente, toda la Universidad. Mientras que yo parezco una rata de biblioteca. ¡El destino no puede ser mejor!"
Sin dudarlo se dirigió a su asiento y se acomodó en el. No volteó su mirada y, para su suerte o desgracia, ese tal Lee tampoco lo había hecho ni para saludarlo, ¡que grosero!
Aún que a decir verdad se sentía un poco decepcionado pues esperaba por lo menos a que le diera su nombre o tan si quiera le dijera un simple "hola", pero nada pasó. Lee estaba totalmente en su mundo sin prestarle atención a absolutamente nada.
"Bueno, no podía esperar más del chico por el que probablemente todas las chicas en esta Universidad se mueren", se dijo a sí mismo mientras comenzaba con sus apuntes y dirigía su total atención a la clase.
El timbre sonó y todos salieron disparados fuera del salón de clases. Jake fue uno de los únicos, por no decir el único, que no lo hizo. Él prefería hacer todo tan pacíficamente que se tomó todo su tiempo para acomodar sus cosas y por fin salir del salón.
Jake no tenía amigos, no hace falta decir el por qué. Era nuevo y se sabe que los nuevos no siempre son recibidos con los brazos abiertos, como era su caso. No era feo, para nada pero tampoco se consideraba alguien atractivo, por eso prefería pasar su tiempo en lugares tranquilos mientras comía su almuerzo sin molestias.
Se encontraba en el patio trasero leyendo uno de sus tantos libros que siempre cargaba para no aburrirse. Hasta que alguien fue a chocarse contra él y arruinó su tan preciada paz.
–¡Oh, lo siento tanto!, de verdad, no estaba viendo el camino y...– el misterioso joven que se había chocado contra él segundos antes se detuvo en seco al fijar su vista en Jake.
–¿Qué pasa? ¿tengo algo en la cara?–, preguntó Jake al ver como aquel chico se detenía abruptamente para observarlo fijamente. Estaba comenzando a sentirse incómodo con la atenta mirada del chico sobre su cara, así que carraspeó un poco y, el otro retomó su discurso.
–Oh, no, no es nada de eso es solo que jamás te había visto por aquí así que debo suponer que eres nuevo, ¿o me equivoco?– Preguntó aquel joven de no tan alta estatura. –Si, lo soy. Ingrese hoy de hecho, me llamo Shim Jake, mucho gusto–. Comentó él alegremente mientras acomodaba sus gafas que antes yacían tiradas en el césped.
–¡Jake, es un placer conocerte!, yo soy Kim Sunoo pero puedes llamarme solamente Sunoo–. Dijo el joven pelirrojo frente a él mientras le extendía la mano. –De acuerdo, el placer es mío, solamente Sunoo–. Dijo Jake mientras soltaba una pequeña carcajada contagiando a Sunoo en el proceso.
Entonces, comenzaron una charla tribal sobre cosas básicas para poder conocerse un poco.
–Y dime Jake, ¿de dónde vienes?, no pareces de por aquí–. Interrogó Sunoo tomando asiento al lado de Jake.–Eso es porque no soy de por aquí, soy de Australia pero me mudé a Corea para poder continuar mis estudios con una beca que me gané en mi anterior Universidad–.
–¡Oh!, eso es increíble. Entonces significa que si eres lo que pareces, un cerebrito–.
–¿Disculpa?–, acusó Jake con sus ojos entrecerrados viéndolo fijamente bufando ofendido. –No soy un "cerebrito" o como quieras llamarlo, más bien me considero alguien que se preocupa por sus estudios–.
–Vaya, eso sonó a algo típico que diría un cerebrito–. Una tercera voz se unió a la conversación soltando una carcajada en el proceso. Era Riki, el mejor amigo de Sunoo, ambos iban en el mismo grado uno menor al de Jake.
–¿Y tú eres...?–
–Nishimura Riki, un gusto cerebrito–. Espetó con burla haciendo bufar nuevamente a Jake que hacía un pequeño puchero inconscientemente.
–Ya hombre, lo digo en broma, lo siento pero no es mi culpa que luzcas como uno–. Riki tomó asiento al lado de ambos chicos.
–Solo ignóralo, a este pollito le encanta molestar pero no tolera que bromeen con él–. Sunoo tomó su mejilla y la estiró mientras le sonreía.
–¡Auch!, no hagas eso, es doloroso y vergonzoso–. Se quejó Riki sobando su propia mejilla.
–¡Pues compórtate de una vez! Jake es mayor que nosotros así que por lo menos tenle un poco de respeto–.
–¿Eh? ¿realmente lo eres?, lo siento, es solo que como eres un poco enano pensé que serías un grado menor que ambos–. Le sonrió en modo de disculpa. Luego, dirigió toda su atención al chico que comenzó a sermonearlo sobre por qué el respeto es importante.
Jake solo los miro a ambos mientras sonreía, vaya que eran dos chicos muy raros pero sin duda agradables, esperaba poder llevarse bien con ellos en un futuro.
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Reto. [HeeJake]
Fanfiction¿Realmente el amor a primera vista existe? ¿O es solo algo superficial como muchos afirman? Shim Jake no lo sabe con exactitud porque jamás había experimentado algo como tal, hasta que lo vio a él por primera vez. Lee Heeseung, era sin duda totalmen...