ɴᴜᴇᴠᴇ

35 5 0
                                    

—Agh... Mi cabeza... —Celestine al fin abrió los ojos, aun seguía recostado sobre la cama. Todo lo que había pasado en el río le vino en la cabeza, alguien había disparado al caballo, el carruaje cayó al agua, la corriente se los llevo y—¡Ingrid!

El pelirrojo se levantó de un salto buscando con la mirada a la albina. Ella estaba recostada a su lado, sus ojos cerrados, sus pestañas largas e incluso sus labios carnosos. Era totalmente hermosa durmiendo.

El se tranquilizó.

Con un suspiro de alivio procedió a levantarse y investigar donde se encontraba. El último recuerdo que tenía presente en su mente, era el momento en el que cayó al agua; por lo tanto, lo más probable era que Ingrid lo haya traído hasta aquí.

—Estará exhausta... Mejor la dejo dormir.

Celestine salió de la habitación dejando a Ingrid aun dormida. Se dirigió por el pasillo hasta encontrarse en el comedor y entrada de la posada, era bastante pequeña pero rústica. El dueño de la posada se encontraba llevando bebidas a un par de clientes presentes.

—Disculpe, ¿Usted es el recepcionista?

—Oh, ya despertaste. Es una alegría, su pareja estaba muy angustiada por usted, ¿Cómo se encuentra?

—Ya estoy bien por suerte, solo con alguna qué otra molestia menor. ¿¡DIJO PAREJA!? —Pensó Celestine avergonzado.

—¡Me alegra saberlo! Mi nombre es Alex, dueño de esta posada. Si necesitas algo puedes pedírmelo.

—Gracias Alex, quisiera salir a refrescarme unos minutos. Si mi acompañante me empieza a buscar dile que fui a pasearme para recobrar fuerzas.


Luego de terminar su conversación, Celestine salió de la posada apresiando aun la noche oscura. El tenía mucho en que pensar.
Caminando lentamente podía apresiar como el pueblo en el que estaban era remoto, pues estaba rodeado de bastante fauna y flora, las casas estaban alejadas de la otra.

—A este paso tardaremos en llegar a Hiss...

—Meow

—¿Uh?... Es solo un gato—El felino se había restregado por su pierna, le había parecido tierno así que no pudo resistirse a acariciarlo—¿Qué hace algo tan lindo cómo tú aquí? ¿Estas perdido amigo? Sus ojos también son rojos, son tan bonitos como los de Ingrid...

—Pero que lindo muñeco.

—Eh

Ya no había un gato, pues este se había convertido en una sombra con destellos rojos. Pétalos por doquier volaban de aquí por allá. La sombra extendió su mano agarrando el rostro de Celestine quien era atajado por las estelas rojas qué desprendía la sombra.

—Tranquilo, no te haré nada malo. Solo me pareces muy bello...

Celestine no podía hablar, estaba totalmente paralítico. La mano extendida del desconocido disparó magia roja por el cuerpo del contrario hasta absorberlo. El pelirrojo cayó al suelo.

—Maldito...

Pero el no se iba a dejar derrotar.
Realizo una patada baja tumbando a la sombra misteriosa quien solo soltó una pequeña risa para luego desaparecer por completo dejando algunos pétalos rojos en su lugar.
Celestine solo quedó confundido, sea lo que sea que haya hecho esa persona, definitivamente no era algo bueno.

« ☼︎ » O ʜ   ɴ ᴏ- ̗̀  ⋯₊˚ˑೄ*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora