Nota de autor:
Damian se encuentra realmente enfermo por un burrito que comio preparado por Jason, mas su malestar no se queda así, busca apoyo de un adulto pero no esperaba encontrarse con Talia en casa.
Palabras salen a la luz y Damian agradece a ver elejido bien.
No me odien a Talia, pero admito que es dificíl no hacerlo.
Siente su cuerpo retorcerse en dolor, siente como sus mejillas se enrojecen, la humedad en sus ojos no le causa gracia. Mueve su cuerpo para cambiar su pose, haciéndose pequeño entre el vasto espacio de la cama. Sus mechones se revuelven entre las almohadas suaves de su alcoba. Las gotas de sudor humedecen su frente regándose hasta llegar a su barbilla y cayendo con un sonido sordo, mojando los forros anteriormente planchados por su mayordomo. Puede sentir su cabeza arder en un fervor creciente que lo invade por completo dejando un malestar inaudito, el cabello, siente como cada fibra se apega más a su frente húmeda. Sus ojos se cierran con pesadez por el dolor incontrolable que acrecienta en su vientre. Siente sus muslos contraerse entre su entrepierna. La nariz le pica. Olfatea con desesperación la camisa de seda entre sus dedos, hace lo posible para pegar la prenda a su pecho, la huele con la intensión de respirar ese aroma fuerte de licor hasta que no quede rastro de él en aquella vestimenta que no le pertenece.
Siente como el ron y menta se funden en sus fosas nasales dándole ese pequeño alivió que su cuerpo exige.
No basta, pero sirve.
No soporta su estar enfermo, lo detesta. Enfermarse es algo que su mente asimila y asemeja con la debilidad misa, dándole un sabor amargo a su estado indefenso, sin contar lo inútil que puede llegar a convertirse. Esto atrae resultados contrarios a los que estima, haciendo su mente frágil, al igual que sus decisiones tan absurdas y niñeras. Porque así era, o por lo menos, padre lo describió así. Dejando en claro que aún era un niño engreído, como tanto aseguraba Tim.
Odia como su malestar interior exige compañía. Se supone que él fue criado para algo más valioso que ser un simple niño lloriqueando en los confines de su alcoba semivacía que ruega por consuelo, por solo estar rodeado de los fuertes brazos de su padre, y que su aroma fuerte lo reclame como suyo, como parte de esta familia disfuncional. A pesar de todo, no sabe como ser un niño, él fue moldeado como arcilla para ser un guerrero de sangre fría, donde la carne sería remplazada por kevlar y los sentimientos cálidos por el infierno mismo. Fue creado para algo más; más complejo que la vida misma, más determinado que esto, más... él debería lograr ser más.
Lastimosamente, Talía no se fijó que su masa no era la correcta, dejando a un pobre niño que desconoce como dejar su orgullo y terquedad al pensar que era un digno como su padre de llevar un título tan pesado en sus jóvenes hombros. Pero resulto siendo igual a Jason, un rebelde que causa terror por la tristeza y tradición que agoniza en su corazón, viviendo con la triste ilusión de que algún día sería igual de imponente que Batman, igual de fuerte, que sería dotado de la astucia y el poder de la voz, sería implacable, igual que su padre. Aunque de este nunca escuchó esperar algo así de sus discípulos. Aun así, mantuvo su postura, llena de creencias, donde se dijo a sí mismo que un hombre como su padre nunca padecería de fuerza y voluntad.
Llevándonos a este momento donde una guerra que no grita ni alza banderas que den señal de su propio fin (maldito burrito que hizo Jason). El estómago se cae y siente como si su cuerpo hubiera sido revolcado en cieno. Se percibe a sí mismo como asqueroso y repugnante para el ojo común de otro ser humano, pero para su suerte, Titus lo sigue viendo como su leal dueño.
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Damian y la Bat-family 2
FanficConvivir con la familia nunca fue tan difícil. Pero las cosas se complican si se reúne a la familia en un solo lugar.