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Izuku sonrojado miraba la portada de esa revista, se miro a sí mismo en aquella portada, incluso, convenientemente, sus lentes se habían movido de una forma que se veía incluso mucho más sumiso ¡A sus propios ojos! Dios, en serio su cara la odiaba...

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Izuku sonrojado miraba la portada de esa revista, se miro a sí mismo en aquella portada, incluso, convenientemente, sus lentes se habían movido de una forma que se veía incluso mucho más sumiso ¡A sus propios ojos! Dios, en serio su cara la odiaba en ese momento, además de que los chicos que lo hacían ver así eran demasiado guapos y varoniles ¡No podía con su orgullo de hombre!

— Te ves hermoso ¿No? — Izuku se sobresalto, cerrando la revista en manos y volteando de golpe — tranquilo Izuku solo soy yo — la mayor acomodo sus lentes que se habían movido por su brinco al asustarse, dándole una sonrisa burlona y coqueta.

— Ca-Camie-San... Me-me asusto — dijo el pecoso sonrojado, la chica tomo la caja que antes llevaba y la puso en su mostrador.

— Descuida... Por cierto, está portada... — la chica saco una revista de aquella enorme caja — es bellísima, tapizare mi habitación con esto — dijo simple guardando de nuevo la revista — la empresa siempre nos regala como cincuenta copias para darcelas a nuestros familiares y así, pero está vez, todas estas irán directo a mi pared, es una lastima que no seas modelo Izuku, serías mucho más famoso, además, les tengo envidia a los chicos, mira que tenerte de esta forma tan sumisa hace que me caliente — el menor estaba hecho un tomate en ese momento, negaba incontables veces completamente incómodo — ¡En fin! Kirishima-Sama te está hablando en este momento, al parecer... Vas tarde de nuevo — el menor se alteró, vio el reloj en su muñeca y chillo cuál rata.

— ¡Gra-gracias por el aviso Camie-San! ¡Hasta l-luego! — sin más el menor se fue a la.velocidad de la luz.

— Adiós bombón y futuro esposo por supuesto — la chica suspiro enamorada, sintiendo un ligero piquete en su pecho.

Cupido seguía haciendo de las suyas y la segunda flechada había sido Camie Utsushimi.

Izuku corría a la oficina de Kirishima, mierda que iba como veinte minutos tarde, el mayor lo iba a matar, corría con todas sus fuerzas más escaleras, no podía darse el lujo de esperar el elevador, para terminarla de joder, la oficina de Eijiro estaba quizá a seis pisos más de la recepción y es decir muy poco.

Aunq como sabemos la suerte de Izuku era la misma mierda encarnada, así que al doblar a una esquina del cuarto piso del edificio, el de fotomontaje, choco de golpe con alguien.

El menor cayó al suelo, sobando su trasero y lamentandose por su torpeza además de estar perdiendo segundos importantes para llegar donde Kirishima, levantó la mirada topandose con un par de rubíes, se asusto un poco pero luego analizo al mayor y se alivio.

Solo era él cenizo gruñon del día anterior en la foto.

— Fíjate por dónde vas imbécil — gruño el mayor, Izuku sonrió apenado.

— L-lo siento... eh...— Izuku no conocía el nombre del mayor.

— Bakugo Katzuki idiota — menciono molesto, él cenizo aunque no lo demostrará estaba ligeramente curioso por ese niño de cabellos verdes que haría diseños para que él modelara.

Should I give a second chance to Cupid? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora