capitulo 3

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Charly nos hablaba parado en medio de los asientos manteniendo el equilibrio a la perfección,

Cha__ lo único que haremos estos 3 días será ayudar en el patrullaje de las calles, irán en equipos de 2 personas y un policía, Rubén y Manuel, Marisol y Lisy, Elizabet y Giovanni, cada equipo será signado como ayudante de un policía y le ayudaran a patrullar la ciudad haciendo todo lo que el policía ordene y siempre actuando con respeto.
Leslie y yo nos quedaremos en la comisaria en espera de ustedes o una emergencia

Todo fluye bien. Nos asignaron a un policía llamado Enrique, que es muy agradable. Nos está contando que en los patrullajes casi nunca pasa algo importante, como mucho, tendremos que ayudar a una viejita a cruzar la calle o regañar a los que pintan las paredes con aerosol. Elizabeth no hace más que mirar al suelo mientras asiente con la cabeza. No quiso tomar el asiento delantero, así que se pasó todo el día en los asientos de atrás. No pasó nada fuera de lo común ese día. Enrique nos invitó una bebida energética mientras comíamos nuestro sándwich, y cuando Elizabeth quería decir algo, me tocaba el hombro para intentar adivinar con sus sentimientos y preguntas de sí o no lo que necesitaba. El día 2 tampoco fue muy diferente. Lo único emocionante que hicimos fue arrestar a un chico que pintaba en una pared "muerte a los cerdos de azul". Este chico tenía el poder de no sentir dolor, así que golpearlo con una porra no surtió efecto. Sin embargo, no era invulnerable a ser electrocutado con una pistola eléctrica, lo cual sí lo hizo caer al suelo como un costal. Lo llevamos a la comisaría y lo dejamos allí hasta el día siguiente.

Llegando a la comisaría el tercer día, estábamos fatigados por los ejercicios matutinos. Los músculos de todo el cuerpo nos dolían.

Y, por si fuera poco, en la noche tendremos nuestro primer entrenamiento de superpoderes. Charly lo retrasó hasta hoy por falta de tiempo, ya que tiene mucho papeleo por hacer. En este momento, Elizabeth y yo esperamos a que Enrique termine de darle un sermón al chico de los grafitis para irnos. Los demás se fueron hace una hora, aunque no he perdido el tiempo, y Elizabeth me ha enseñado un poco de lenguaje de señas. "Cuidado", "te amo" y "tengo que ir al baño" son las que he aprendido hasta ahora. Me di cuenta de que ella se siente más segura cuando está conmigo. Lo sé porque cuando me toca las manos para mostrarme la forma correcta de una palabra, puedo sentir su paz y su felicidad.

Enrique pasó una hora y media sermoneando a ese chico. Pero ahora vamos en la patrulla hablando con él.

Enr__ Me da mucha tristeza ver cómo los jóvenes eligen este tipo de camino. Si tanto les gusta el arte, podrían pintar en lienzo o hacer dibujos en cuadernos de dibujo. A lo que quiero llegar es que, sin una buena guía, los jóvenes toman malas decisiones que perjudican su futuro. La razón por la que me hice policía fue para encontrar a este tipo de jóvenes y mostrarles que hay opciones mejores. Perdónenme si los aburro con esta plática, chicos.

Enrique se encogió de hombros y puso una cara deprimida, así que Elizabeth negó con la cabeza y dio dos palmaditas en la espalda de Enrique desde el asiento de atrás para reconfortarlo. Yo seguí la idea y toqué su hombro en señal de apoyo, aunque esto me hizo sentir igual de triste que él.

Gio__ No te preocupes, haces un buen trabajo. El mundo necesita más personas como tú.

Enrique suspiro y se notó más tranquilo, después de esa charla profunda Enrique decidió invitarnos a un helado para agradecernos por escucharlo. Yo nunca digo que no a la comida, y Elizabeth asintió con la cabeza en señal de aceptación. Iremos a una heladería que está frente al banco principal de la ciudad, ya que es allí donde termina nuestra ruta de patrullaje. Al llegar Elizabeth no puede decidirse por el sabor. Tengo mi mano en su hombro y puedo sentir su hambre. Quiere comer uno de cada uno. No esperaba que ella fuera una glotona, pero Enrique nos dijo que solo uno cada uno. Yo voy a elegir una paleta de fresas con crema, y Enrique me pidió que le llevara una galleta de nieve. Parece que ella se va a decidir por un cono de 3 bolas de nieve de diferentes sabores. Cuando la vendedora se lo entrego ella comenzo a devorarlo, es gracioso la manera en que se lo come, parece un perrito. Solo tenemos que salir del local para entregarle su galleta a Enrique, y el día de hoy lo daremos por concluido.

El suelo comenzó a vibrar y un fuerte sonido se escuchó a lo lejos. Corrimos a la salida, pero en ese momento, la puerta del banco del frente fue destruida en una explosión sin fuego. En su lugar, un sonido horrible se hizo presente. La onda expansiva nos empujó de nuevo a la heladería, y la patrulla con Enrique quedaron cubiertos de polvo. Parece que la puerta del conductor quedó abollada y no puede salir. De la entrada del banco salió un hombre con barba, de unos 50 años, ya tenía arrugas en la frente y la mayoría del pelo blanco. Su bigote blanco tapaba su boca. Tomó una bocanada de aire, se aferró a las bolsas con dinero que tenía en ambas manos y dio un gran grito hacia el cielo. El grito no se parecía al de una persona normal. Era como si una computadora estuviera gritando como si él estuviera cantando "dubstep". Ese no es un género que se pueda imitar fácilmente con la voz, ni siquiera los que hacen beatbox lo lograrían a tal nivel. Y para hacerlo peor, la onda sonora de su grito es devastadora. No pasó ni un minuto desde que gritó, y una camioneta negra de vidrios blindados apareció para recogerlo. El viejo estaba por subir a la camioneta, pero justo en ese momento, Enrique disparó desde la ventana del auto con medio cuerpo fuera. Su cara estaba llena de polvo y sangre, y aún así, el grito.

Enrique: ¡MANOS EN EL AIRE, ESTÁN BAJO ARRESTO!

Al ver que el viejo estaba tomando aire para hacer otro de esos gritos, Enrique no lo pensó dos veces y le disparó justo en el hombro, haciendo que gritara de dolor. Una vez más, una onda expansiva nos empujó aún más adentro, y la patrulla se volcó hacia un lado sobre la banqueta. Elizabeth me abrazó en ese momento. El miedo y la preocupación inundaron mi mente. ¿Enrique estará bien? Dejé a Elizabeth a un lado y me acerqué a la puerta principal para poder revisar si Enrique estaba bien.

Un hombre diferente, al cual no vi antes, lo sostenía del cuello levantándolo en el aire. En ese momento, creí que el hombre tenía súper fuerza, pero cuando Enrique intentó defenderse disparando a su estómago, la piel del hombre se hizo de piedra.

Gio: No podemos dejar que lo maten. Es nuestro amigo. Elizabet me miró con una cara llena de determinación.

Te diré lo que haremos: yo los voy a distraer, tú corre a la patrulla y toma el arma de repuesto del asiento del copiloto. Haz todo el trayecto invisible para que no te vean, y dispara al suelo o al aire para distraerlos. En ese momento, yo tomaré a Enrique y correré lo más rápido posible del lugar, y tú harás lo mismo en dirección opuesta. *Hablo con las personas alrededor.* Por favor, todos llamen a la policía al mismo tiempo. Es obvio que no tardarán en llegar por la explosión, pero si reciben una gran cantidad de llamadas, enviarán más patrullas. *Miro directamente a los ojos de Elizabet.* ¿Lista?

Ella asiente con la cabeza, y comenzamos el plan. Elizabet se vuelve invisible, y ambos corremos hacia la puerta y nos separamos. Hay una señal de alto en el suelo, así que la tomo y con toda mi fuerza la giro para golpear la cabeza del hombre de piedra. Él no se movió ni un centímetro, pero enfocó su mirada en mí, soltando a un ya desmayado Enrique en el proceso. Con el miedo al máximo, me dispongo a tomar a Enrique antes de que toque el suelo y corro con él en mi hombro.

Se escuchan 5 disparos seguidos al aire, y los hombres se distraen de nuevo, pero lo único que logran ver es un arma cayendo al suelo. Lo vamos a lograr. El plan salió a la perfección. Solo tengo que correr como un loco. "¡ALTO!" se escucha a gran volumen, y cuando me doy cuenta, estaba siendo lanzado por la onda de sonido.

Viejo__ Detente, no lastimar, personas, tenemos dinero, vámonos, viene la policía.

La voz robótica y entrecortada del viejo se dejó oír. Hablaba de una forma peculiar, como si fuera un mudo tratando de hablar. En ese momento, me vino a la mente Elizabet y lo que Enrique me dijo en la mañana: "Sin una guía, los jóvenes toman malas decisiones que perjudican su futuro". Me imagine que Él es como ella, pero su juventud no fue igual y tomó malas decisiones y eso estrujó mi corazón de tristeza. El hombre de piedra tenía la cara llena de odio y, sin ninguna razón, trató de golpear a su compañero. Pero en ese momento llegaron 4 patrullas; en una de ellas estaban Charly y Leslie, y en otra, Manuel y Ruben.
Los policías sacaron sus armas y apuntaron a los dos hombres. Pude ver cómo Elizabet aparecía junto a Manuel, asustándolo en el proceso. El viejo tuvo un ataque de pánico y comenzó a decir palabras como: "no cárcel", "nieto enfermo", "medicina cara". Él corrió hacia mí y me tomó del cuello con su brazo. Ahora yo era su rehén, pero gracias a que su brazo estaba tocándome, en ese instante todo cobró sentido para mí.

súper poderes y sexo edicion finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora