Capítulo 6

716 86 10
                                    

Una de las cosas favoritas de Louis acerca de ser propietario de The GrindHouse son las historias que escucha.

Gente solitaria sentada en la barra que pide un café sólo para poder hablar con alguien sobre su día, sobre sus problemas, sobre las ideas políticas que tiene. Como este alfa esta mañana que le cuenta a Louis sobre su viaje en solitario a Oxford solo para visitar la Universidad y recordar todos los momentos que pasó en el colegio cuando era un joven alfa después de descubrir que alguien de su clase falleció, lo que lo animó a estar más cerca de sus hijos, después de darse cuenta de que lo único que no se puede recuperar es el tiempo perdido.

O este grupo de omegas jóvenes y ruidosos, probablemente de quince años, que han estado molestando a Louis para que le dé consejos sobre alfas después de que a uno de ellos le rompieran el corazón por primera vez. Louis, por supuesto, acepta felizmente.

Incluso estas dos parejas sentadas una al lado de la otra, que probablemente ni siquiera se conocen, pero se parecen mucho a versiones mayores y más jóvenes de sí mismos. Los omegas tienen la misma risita cada vez que sus alfas cuentan un chiste cursi, y la forma en que la pareja mayor tiene el mismo brillo en sus ojos que el más joven hace que el corazón de Louis se caliente. No hay nada que anhele más que ese sentimiento. Las risas, los ojos brillantes, la charla inútil con alguien a quien amas tanto, que ni siquiera parece que haya pasado tiempo desde que diste tu primer beso o te tomaste de la mano por primera vez.

Ese tipo de amor sin fin, de amor eterno, eso es lo que Louis anhelaba.

Y ver todos esos escenarios desarrollarse frente a él duele ahora más que nunca, lo hace sentir más solo que nunca. Especialmente cuando dirige su mirada hacia un rincón de la cafetería, donde dos alfas de pelo rizado comparten una porción de tarta de queso, riéndose de algo que dijo la cachorra. Unos ojos verdes miran a Louis, y desea más que nada poder ver esa chispa en ellos algún día.

●●●●●●

Después de un mes, Louis simplemente se da por vencido. Las cosas no son exactamente malas, pero tampoco son exactamente geniales. Se da cuenta de que no tendrá ninguna oportunidad con Harry, que el alfa no está listo para seguir adelante, para tener una segunda oportunidad en el amor. Y después de un tiempo, Louis simplemente lo acepta. Lo ha intentado, pero no hay nada que pueda hacer al respecto. Va a ser difícil, pero se convence a sí mismo de que mientras pueda ser parte de las vidas de Harry y Gaia, todo estará bien.

Harry, por otro lado, parece no poder dejar de pensar en Louis durante este mes. Se han conocido mejor durante este tiempo, Harry deja a Gaia en la cafetería y se va a la Universidad, antes de volver y pasar el rato con ellos después. Se ha convertido en su rutina diaria. En los días que Luce tiene libre, Louis pasa un tiempo a solas con el par de alfas, para que aprendan más el uno del otro.

Louis se ha vuelto muy cercano a Gaia, e incluso la lleva arriba a su apartamento con regularidad para que pueda visitar a Pascal, el amado dragón barbudo de Louis. Harry supervisa estas interacciones, sin darse cuenta de la sonrisa que aparece en su rostro hasta que es demasiado tarde. No se da cuenta de que su cerebro regresa a Louis cada vez que ve algo gracioso, algo lindo, algo que a Louis le gustaría. Y si se da cuenta, nadie necesita saberlo.

No piensa demasiado en esto. Louis está empezando a agradarle. Simplemente encuentra a Louis lindo, incluso adorable. Y si pide esos macarons de coco y vainilla cada vez que va a The GrindHouse sólo porque le recuerdan el aroma de Louis, ¿entonces qué? Después de todo, es sólo un alfa. No se le puede culpar.

Hasta una noche, cuando Harry se despierta nervioso y acalorado a las tres de la mañana, con el corazón golpeando contra su pecho como si acabara de terminar de correr media maratón. No recuerda su sueño, pero tiene una idea bastante clara de lo que estaba sucediendo en él, con solo mirar entre sus piernas y el pensamiento de un bonito omega de ojos azules persistiendo en su mente. Duele, y Harry no se ha sentido así por nadie desde hace bastante tiempo, por lo que el sentimiento es abrumador para él.

Apparently by Chance, at Precisely the Right Moment • [ls ; traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora