«VIII»

38 9 0
                                    

Me quedé muy tiesa con esa afirmación,mis músculos se congelaron y apenas podía respirar.

Pero por otro lado sentí una sensación extraña.Era un miedo ligado con lujuria y curiosidad .

Sentía mi piel arder ligeramente y mis mejillas calentarse.

El se alejó de mi con pulcro cuidado mientras se volvía hasta la ventana y retomaba la música tenebrosa del violín.

Me regrese por donde había venido.Pero no dejaba de darle vueltas a aquella escena.

Aún sentía mi corazón como loco dentro de mi pecho.

****

Pasé el día en el jardín,cuidando a mis flores.Era el único lugar en todo el castillo en donde podía sentirme libre,en donde podía sentirme yo.

Cuando terminé estaba llena de fango hasta los codos, entonces me dispuse a tomar un baño y ya sin darme cuenta la hora de la cena estaba muy próxima.

****

Fue en extremo incómodo tener que aguantar las miradas asesinas de May en la mesa .

Esta vez la animada conversación de siempre no se llevó a cabo.La cena era reinada por un silencio sepulcral.

Todas me miraban pero no comentaban nada,aunque eso no era necesario,en mi cabeza podía muy bien adivinar que era lo que estaban pensando.

Miré mi plato sin ganas.La situación me había quitado por completo el apetito ,así que me excusé y me fui a mi habitación.

La luz de la única vela que estaba en mi mesa de noche se reflectaba tenuemente sobre el espejo.
Yo no paraba de dar vueltas y vueltas.

Sabía lo que pasaría esa noche si no me disponía a entregarme a Sein.Pero no podía seguir ahí sola ,sino me iba a dar algo,así que me dirigí hasta el cuarto de Diana.

Cuando abrí la puerta la vi arreglándose frente al espejo.

-¿Porque te arreglas a estas horas? Ya la cena acabó-

-El "Amo" solicitó mi presencia en sus aposentos esta noche-

El estómago se me hizo un nudo.Estaba utilizando a mi mejor amiga contra mi.Sabía que en esta situación jamás podría negarme a someterme a sus oscuros deseos.

«No me importará seguir matando.Cada noche que te niegues a ser mía , será una de ellas la que morirá»

Recordé sus escalofriantes palabras.No podía dejar que nadie muriera pero mucho menos podía dejar que mi amiga,mi única amiga muriera por mi culpa ,por algo tan absurdo como que no quería perder mi virginidad con Sein.Me sentía egoísta,de alguna forma

Aisha había muerto por mi culpa,por no querer entregarme a el.Mis ojos se llenaron de lagrimas y me ardió el rostro.Me limpie antes de que Diana me mirara.

-No-

-¿No que?-

-Yo iré en tu lugar,no puedo dejar que lo hagas-

-De que estás hablando Alex,para mí no es ningún sacrificio-
Y bien sabía que no .Diana tenía unos sentimientos enfermizos por Sein.

Era algo así como el síndrome de Estocolmo donde las víctimas terminan enamorándose de sus amos u secuestradores.

-No lo entiendes,si vas ...terminarás como Aisha y yo...yo no puedo responsabilizarme por otra muerte más....-

Dije con la vos entrecortado,entonces ella me miró y lo comprendió todo sin necesidad de explicárselo.

La Dama del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora