O8: epílogo.

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I'll meet you again

—¿Entonces, Jake?, ¿Te gusta? —Jake miró casi con asombro aquel gigantesco lugar. Era apenas un departamento para dos personas pero bien podía caber una familia de cuatro.

Nunca lo había entendido. Heeseung siempre le había dicho que él era de gustos sencillos y simples. Quizá por esto alquilaba un viejo edificio de tres estrellas en lugar de uno de cinco. Al ser corredor era obvio que estaba nadando en dinero, sin embargo, Jake entendía que quizá estaba bien mantener aquella faceta humilde.

Lo que no entendía era porqué ahora de haber iniciado una relación, Lee Heeseung lo tenía completamente abarrotado de cosas. Todo lo que quisiera, él se lo concedía, y a veces aunque no le pidiera nada, Heeseung lo tenía muy consentido.

Y esta vez no era la excepción. Después de quedar en un acuerdo de irse a vivir juntos, Heeseung comenzó a buscar los mejores departamentos de la ciudad. Desde los más costosos hasta lo más cómodos. Y por supuesto, a petición de Jake tuvo que buscar los más cómodos puesto que a él no le gustaba que gastara mucho dinero en ello.

Es más, si el edificio en el que se conocieron hubiera tenido un departamento más grande, quizá ambos se hubieran quedado ahí mismo.

—Me gusta, creo que... Está bastante bien para nosotros. Pero, ¿Sabes que hace falta? —Jake se cruzó de brazos, mirando alrededor la habitación. Por supuesto que no había nada que pedir. Era lo suficientemente grande para tener un balcón, y jacuzzi incluido.

—Dímelo y lo tendrás —estaba tan acostumbrado a escuchar esa frase de sus labios, que Jake no pudo evitar reír de vuelta.

—No todo en esta vida es dinero, Heeseung. No quiero cosas materiales. Te quiero a ti —se acercó hacia a él y puso sus dos brazos alrededor de su cuello. Dejando reposar su cabeza ahí, y sintiendo que Lee lo atraía más a su cuerpo cuando puso una mano alrededor de su cintura. —Todo esto es perfecto, de verdad. Pero tengo que seguir en la universidad. Aún me faltan tres años más para terminar mi carrera y pagar mis estudios. Mi beca jamás me alcanzaría para ayudarte a pagar un departamento como este y sabes que Jungwon esta de viaje en Europa con Ni-Ki. Así que no creo que pueda encargarme del pago del departamento —susurró.

—¿Acaso eres tonto? —Heeseung frunció el ceño, acariciando su espalda de arriba abajo mientras Jake depositaba cortitos besos en su cuello, haciéndole cosquillas. —Esto lo pagaré yo, Jake. No tienes que preocuparte por los gastos. Inclusive si tu beca no te alcanza para los estudios en la universidad, solo dímelo y yo...-

Jake comenzó a reír y colocó el dedo índice en sus labios.

—¿Acaso para ti no hay nada que el dinero no arregle? —sonrió. Heeseung rió y le depositó un tierno beso en los labios.

—Dinero y sexo. Esto puede solucionar cualquier problema.

—¡Lee Heeseung! —protesta, y este suelta una carcajada—. No puedo creer que realmente tengas la energía para hacérmelo todos los días. Y sí no fuera porque tienes trabajo pendiente algunos días, ¡Estoy seguro que sí lo harías! No me das descanso.

—Por supuesto, Jake. No estamos hablando de cualquier persona, estamos hablando de ti.

—¿Y que tengo yo que no tengan los demás? —preguntó divertido, esperando una divertida respuesta como a las que ya estaba acostumbrado a recibir de su parte. Esta vez Heeseung se quedó observándolo fijamente y sonrió. Una sonrisa cargada de amor sincero. De esas que mostraban cuan enamorada estaba una persona. Esas que hacían a Jake derretirse.

—Ninguna otra persona hace latir mi corazón tan fuerte como lo haces tú. Porque eres tú, siempre has sido tú —confiesa, depositando un beso en la frente de Jake.

Este se congeló por breves instantes y sus ojitos se aguaron. Sintiendo su corazón latir fuertemente. ¿Entonces así eran las cosas, no? Así era estar profundamente enamorado, tanto que su corazón dolía.

—Heeseung... ¿Me amarás siempre? ¿Incluso cuando tenga setenta años y pierda mi juventud, mi cintura y solo sea un anciano lleno de arrugas?

Heeseung soltó una carcajada al escuchar su voz salir en un tono mimado. Pero aún así, él asintió.

—Incluso si eres el anciano más guapo y todas las viejitas quieran contigo. Incluso si nos tenemos que conocer en otra vida. Te buscaré. Porque te amo, Jakey.

Jake sonrió. Había escuchado que los cuentos de hadas con finales felices no existían. Pero después de todo él podía hacer una excepción a ello.

Lo que toda persona en este mundo anhela. Él fue uno de los pocos que lo pudo obtener.

Su final feliz.




F I N

12TH FLOOR BOY'S APARTMENT ✧ HEEJAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora