𝐎ne : 𝐓he piano.

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「 𝗞𝗮𝗻𝗴 𝗧𝗮𝗲𝗵𝘆𝘂𝗻 」

3 / 12 / 23

El mismo problema de siempre.

Soobin no tenía manera de ir a la iglesia, y su única opción era yo.

— Tyunnie~ por favor... Llevame, ¿Si? — Mi amigo me miro con ojos suplicantes.

— Soobin hyung, ve caminando, he ido demasiadas veces a la iglesia contigo, no quiero ir otra vez, ya te lo dije, odio las miradas que las monjas me dan.

— Solo dejame ahí y luego vete, no te molestare más, ¡Por favor!

Solté un suspiro y lo mire interrogante.

— ¿Qué obtengo a cambio? — Soobin desvío la mirada pensando.

— Mmm... Una semana de almuerzo gratis! Por favor. — Era una buena oferta, por lo que termine aceptando.

— Sube al auto.

Ambos nos dirigimos a mi vehículo, y emprendimos camino a aquella iglesia que se encontraba a algunas cuadras de nuestro departamento.

Puede sonar raro que un Ateo y un Católico sean amigos, pero después de todo no era tan molesto. El único conflicto que tenia era que todos los domingos Soobin me despertaba a las ocho de la mañana para que lo lleve a la iglesia.

He ido muchas veces, solo que muy pocas he entrado, por ejemplo, la vez que fui por mi propia cuenta hace un año; Era Navidad, y no tenía con quien pasarlo, asi que acompañe a Soobin, no estuvo tan mal, aun que en realidad, me la pase casi toda la noche dormido porque sus oraciones eran demasiado largas y aburridas.

Él y yo éramos amigos principalmente por la razón de que fui a un colegio religioso; Extraño, ¿verdad? Pues, digamos que me crie con mis abuelos, quienes eran ateos, y cuando mis padres aparecieron repentinamente en mi vida, quisieron convertirme en cristiano, por lo que decidieron enviarme a un colegio religioso.

Ahí lo conocí, y nos hicimos cercanos.

Crecimos, terminamos la secundaria y comenzamos a ir a la Universidad. Decidimos alquilar un departamento juntos y dividirnos los gastos que pagabamos con algunos trabajos de medio tiempo que ambos cumpliamos.

— Es aquí, ¿Verdad?

— ¿En serio olvidaste donde queda la iglesia, Taehyun?

— Solo para estar seguros... Ya, baja — Hice un gesto con mi mano, como si estuviese echando a Soobin.

— Ugh, bien, nos vemos más tarde. — Soobin bajo de mi auto, yo tome mi celular y me recoste en el asiento del auto.

Estaba revisando mis mensajes, hasta que de repente, la figura de soobin apareció por la ventanilla abierta de mi vehículo, provocando que un pequeño grito saliera de mi boca.

— ¡Maldita sea! ¡Choi! ¡Me asustaste!

— Hola tyunnie... ¿Podrias venir un momento? — Dijo aquel pelinegro con una sonrisa inocente.

— Hyung... Si quieres que ayude al padre a leer la oración del dia otra vez no pienso bajar.

— No, no! No es por eso, el sacerdote Park quiere verte. — Soobin me miro con una mirada suplicante.

𝐎xcytocin - 𝐓aegyu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora