×∆Una forma de vivir∆×

×Capitulo 5: Serpiente×

Harry levantó la cabeza suavemente de su libro.

Sonrio levemente dejando el libro a un lado y levantando su cuerpo de la cama para estar frente al dementor.

—¿Que sucede?— pregunto aceptando la manzana verde que el dementor le ofrecía con cuidado. —Dudo que solo hayas venido a darmela.

—Viene alguien a quien nos enfrentamos cuando tú eras más pequeño—la ronca voz de la criatura resonó en la habitación. Harry frunció el ceño confundido.

—¿Quién? —preguntó Harry, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo.

—Dumbledore— Harry trato de hacer memoria ante él nombre mencionado, pero no pudo recordar ninguna situación en la que se hubiera enfrentado a Dumbledore cuando era más pequeño. Ni siquiera lo conocía muy bien.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Harry, sintiéndose cada vez más intrigado.

El dementor se movió inquieto, como si estuviera luchando por encontrar las palabras adecuadas.

—Dumbledore no es quien parece ser. Ha estado ocultando secretos, secretos que podrían cambiarlo todo— dijo el dementor en un susurro tembloroso. —No le creas nada de lo que diga.

—¿Qué tipo de secretos? —preguntó Harry, con un tono de voz más serio.

El dementor titubeó antes de responder.

—No puedo decir más. Solo debes tener cuidado, Harry. Dumbledore no es quien crees que es.

Con esas palabras, el dementor desapareció en una ráfaga de niebla oscura, dejando a Harry con la mente llena de preguntas y dudas. Soltando un suspiro. Miro las celdas vacías de sus tíos.

Su cuerpo se estremeció al sentir la magia envolver el lugar y tratar de entrar en su mente. Gruño en respuesta e hizo sus escudos más fuertes. Agradecía que su tia le enseñará Oclumancia. Miro la puerta con desaprobación.

Su tía nunca haria eso, y los Aurores no conocían nada de aquella magia.

Tomo aire y se sentó en la cama mirando la puerta de entrada. Un señor de barba blanca y larga entro, no le llamo mucho la atención y de forma lenta soltó su propia magia envolviendose en ella para protegerse.

—Usted debe ser Dumbledore—sonrío levemente y miro al nombrado quien lo miraba y sonreía de una forma fraternal.

—Has crecido mucho Harry— saludo Dumbledore, con una mirada cálida.

—¿Que lo trae por aquí?— pregunto y sus ojos corrieron a las celdas de sus tíos y la suya propia. Así que sacarlos de aquí fue su idea. —No logro entenderlo.

—Vine a darte yo mismo la carta para que inicies tus estudios en Howgarts y-.

—Creo que deje mi mensaje en claro con el guardabosques ¿No?—lo interrumpió Harry, sintiéndose incómodo con la presencia del anciano mago.

—Sé que has pasado por muchas cosas, Harry, pero necesitas venir a la escuela y comenzar con tu entrenamiento como mago, sabes que es obligatorio Harry—respondió Dumbledore, con un tono de voz conciliador.

Harry frunció el ceño, sintiendo que algo no estaba bien. Las palabras del dementor aún resonaban en su mente, advirtiéndole sobre Dumbledore y sus secretos.

—No estoy seguro de poder confiar en ti, Dumbledore.— Harry mordió un poco de la manzana deleitando el sabor, y volvió a mirar al mayor—Y eso tampoco explica al mago o bruja que sigue detras de la puerta ¿Vas a secuestrarme si rechazo tu oferta?

Albis suspiro y miro hacia la puerta asintiendo, el menor miro con atención al brujo que entraba, tenía el.cabello castaño oscuro, ojos de un tono avellana y su piel algo tostada.

—Harry el es-

—James Potter, mi padre gestor— Harry jugo con la frase y se acercó a la celda sonriendo de forma suave— Es un gusto al fin conocerte.

—Feliz cumpleaños, Harry—respondió James con una sonrisa en su rostro con mucho cariño. Dumbledore observaba la interacción entre padre e hijo. —Estas mucho más grande a comparación de la última vez que te ví.

—¿Uh?— Harry lo miro curioso antes de sonreír—Por supuesto mi padre me contó que solo fui criado por ti hasta que cumplí un año.

—¿Eso te dijo?— Pregunto James— Él te separó de mi.

—No, tú me abandonaste— Harry dejo la manzana en una pequeña mesita a su lado.

—No quise hacerlo, me obligaron a hacerlo y-

—Confiaste en el mago equivocado ¿Separar el mundo mágico en la luz y oscuridad?—Harry miro a Dumbledore con una pequeña sonrisa—No creo que eso esa algo muy... ¿Cómo sería? Muy...¿Profesional?

—No sabes de lo que estás hablando Harry— James lo miraba con paciencia y cariño. Harry gruño en dirección al mayor del lugar al volver a sentir los roces en sus paredes de Oclumancia.

—Respeto que hayas elegido la luz—Harry se encogió de hombros—, James. Pero yo tanto mi padre como yo no pertenecemos a su mundo, a la Luz. A veces es mejor estar en la oscuridad que a la vista de todos.

—Hay veces en la que es mejor brillar— la voz de Dumbledore hizo a Harry poner los ojos en blanco.

—Brillar en la oscuridad—repitiendo Harry sonrió—. Prefiero ser fiel a mi propio camino, sin importar lo que digan los demás.

Dumbledore suspiró y se dio cuenta de que no podría convencer a Harry de venir a Hogwarts en ese momento. Se levantó y se despidió de James y Harry antes de desaparecer con un chasquido de sus dedos.

Harry y James se quedaron solos en la habitación, mirándose el uno al otro en silencio por un momento. Finalmente, James rompió el silencio.

—¿Cómo te sientes, hijo?

Harry lo miro, sonrió y tomo de nuevo la manzana lanzandola hacia James quien apenas reaccionó al golpe en su frente por la fruta.

—Estoy muy bien con mi papá y mis tíos a mi lado— Sonrió— no porque me haya gestado voy a aceptar ir a Howgarts solo porque usted me lo diga. Para mí usted es un desconocido. Seré su hijo por sangre pero no por corazón. Puede que tengamos un parecido enorme, pero somos muy distintos.

James mordió su labio y asintió suavemente.

—Entiendo Harry— la voz de James temblo en la frase no queriendo aceptarlo del todo—Pero...¿Me dejas estar presente en tu vida? Se que es tarde pero-

—Es extraño ver cómo un Gryffindor ocupe una técnica muy Slytherin además...¿No te dije que no quería volver a verte? —Tom estaba recargando su cuerpo en la pared, James se tensó.—Creo que estuve enseñandote mucho ¿O es tu verdadera actitud de sangre pura?

—¡Papá!—Harry tocó la reja y está se abrió casi golpeando a James quien retrocedió sorprendido.

—Hola pequeño—Sonrío Tom de forma dulce pero apenas duró—, feliz cumpleaños, Harry.—levanto su mano acariciando el cabello desordenado de Harry quien lo miro sorprendido antes de sonreír.

—Gracias papá— su voz sonó casi parecida a un ronroneo.