×∆Una forma de vivir∆×

∆× Capitulo 2:Alegría del lugar ×∆

—No estaba en mis planes quererte tanto, supongo que así es como empiezan las mejores historias, por qué sin buscarlo, contigo lo tengo todo— Tom sonrió abrazando la cintura de su novio quien río y lo abrazo del cuello

—Eres un romántico sin remedio ¿Lo sabes no?—dijo el de ojos avellana sonriendo con dulzura

—Solo se que me amas- está vez río Tom al ver cómo James trataba de alejarse de él entre quejas, cuáles se vieron ahogadas en un tierno beso

—Te amo... Mi león

—Y yo a ti, mi Lord...

Harry estornudo mientras volvía a jugar con sus manitas y caminando a paso torpe llegó dónde su padre dormía.

Tom se levantó de golpe al sentir el toque de Harry quien cayó por la repentina acción de su padre. Comenzó a sollozar.

—Oh mi pequeño— Tom se acercó rápidamente a su hijo y lo abrazó con fuerza, disculpándose por el susto que le había dado. Tom se dio cuenta de lo afortunado que era de tener a Harry en su vida. Era el fruto del amor que había compartido con James, a pesar de que ahora estaban separados y lo prefería así.

Tom se levantó con Harry todavía en brazos y caminó por toda la pequeña habitación de prisión caminando en círculos hasta tranquilizar el llanto de su único hijo, sonrió y beso las mejillas regordetas del menor con amor y cariño. Las risas del menor llenaron el lugar y la suave risa de Regulus Black interrumpido la pequeña burbuja en la que se encerró Tom.

—Lo siento, mi Lord— se disculpo rápidamente el de rulos con una pequeña sonrisa, aunque no se podían ver por el muro—Pero la risa de su hijo es muy hermosa y cautivadora

—Mi primo tiene razón mi señor— dijo Bellatrix desde su celda

Tom gruño como respuesta por lo confiados que llevaban a ser sus subordinados aunque... al menos eso le hizo sonreír mirando a su hijo quien lo miraba con curiosidad mientras se chupaba uno de sus dedos.

—Tu risa es realmente maravillosa, Harry—le susurró Tom mientras le acariciaba suavemente la mejilla—. Eres la luz de mi vida y siempre estaré aquí para protegerte y amarte.

Harry rió aún más, sin entender las palabras de su padre, pero feliz de estar en sus brazos. Era su refugio seguro, su guía en medio de las dificultades de su nuevo hogar.

A pesar de su situación actual como prisionero, Tom encontraba consuelo en la inocencia y felicidad de su hijo. Era un recordatorio constante de que había algo más precioso que todas las ambiciones y poderes que había buscado a lo largo de su vida. Harry era su razón para cambiar, para buscar la redención.

Mirando a través de los barrotes de su celda, Tom vio a Regulus y a Bellatrix sonriendo con ternura. Aunque habían elegido servirle y seguirlo en su camino hacia la oscuridad, también eran testigos de su amor incondicional por su hijo.

—Harry, mi pequeño príncipe—murmuró Tom—. Te prometo que haré todo lo necesario para darte un futuro mejor. Serás libre y feliz, lejos de este lugar. Te lo juro.

Harry miró con ojos llenos de confianza a su padre, sin comprender del todo las palabras que le decía, pero sintiendo el amor que las acompañaba. Tom besó suavemente la frente de su hijo y volvió a caminar por la pequeña celda, manteniendo a Harry cerca y seguro en sus brazos.

Aunque las circunstancias eran difíciles y oscurecidas por las sombras de su pasado, Tom encontraba fuerza y esperanza en el amor de su hijo.

Un Auror entro a paso nervioso, Bella hizo un pequeño gruñido asustando al supuesto auror que se haría cargo de ellos. El Auror corrio hacia la celda de Tom casi tropezando con sus pies por el miedo de estar encerrado en la misma habitación que ellos.

—A-Aqui tiene señor—hablo entregando un biberón y varía ropa para Harry—Ta- También le llegó una carta— murmuro nervioso sacando dichosa carta de su bolsillo. Tom no la tomo y solo miro aquella carta con desconfianza y desaprobación

—¿Quien la mando?—dijo con un tono frio haciendo estremecer a todos los presentes.

—Es de su esposo.

—No la quiero— gruño aún así tomo todo lo de su hijo.

El Auror no se movió de su lugar y aún estiraba sus manos con la carta entre ellas. Tom no querer tener nada que ver con su esposo. Aunque una pequeña voz en su interior le decía que debería leerla, que quizás contenía palabras de disculpa o arrepentimiento, Tom se negó a darle a su esposo la oportunidad de redimirse.

Gruño y tomo la carca para acercarse a la pequeña ventana tirando la carta.

Su enojo y resentimiento hacia él seguían siendo demasiado intensos. No podía perdonar fácilmente todo el dolor y la traición que le había causado.

Tom se aseguró de que Harry estuviera cómodo y bien alimentado, poniéndose a sí mismo y sus necesidades al final de la lista de prioridades. Aunque estaba encarcelado y su vida parecía estar en ruinas, su hijo era su principal preocupación.

Tom acunó a Harry en sus brazos, susurrándole palabras de amor y promesas de un futuro mejor. A pesar de todo, sentía una chispa de esperanza en su corazón. Quizás algún día, las heridas se curarían y encontraría la paz que tanto anhelaba.

Pero por ahora, su enfoque estaba en proteger y cuidar a su pequeño príncipe.

—Tiene que pedir un cambio, mi Lord— dijo Regulus mirando desde su celda al menor que comenzaba a dormir en los brazos de su padre—La humedad no será bueno para el bebé y si le pasa algo es posible que el amigo de mi tonto hermano tenga más posibilidades de ganar la custodia.

Tom asintió, comprendiendo la preocupación de Regulus. Sabía que tenía que buscar una forma de mejorar las condiciones en las que estaban viviendo. No podía permitir que su hijo sufriera más de lo necesario.

—Tienes razón, Regulus. Necesitamos un cambio. No puedo permitir que nuestra situación actual afecte la salud y seguridad de Harry. Haré lo que sea necesario para protegerlo.

Tom sabía que debía ser estratégico y astuto para lograr su objetivo. Aunque se encontraba encarcelado, aún conservaba ciertas influencias en el mundo mágico. Se pondría en contacto con aquellos que podrían ayudarlo y buscaría una solución para mejorar su situación.

Mientras tanto, Tom seguiría cuidando y protegiendo a su hijo. No iba a permitir que ninguna sombra del pasado se interpusiera en su felicidad y bienestar. Y si eso significaba tener que alejar a James de su hijo por completo lo haría. El enfrentaría los desafíos que le esperaban y encontraría la paz y la salvación que tanto anhelaban. Solo para mantener a su hijo salvó.