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Alejandro

Hoy había entrenamiento, Jeni llegaría algo tarde de su competición asique dudo verla en el entreno.

Cuando llegué a la ciudad deportiva y comencé a ponerme la ropa de entrenar un mal estar se expandió por mi pecho.

- te encuentras bien? - preguntó Fermín-

- me... Me falta el aire - dije con dificultades tocando mi pecho-

- tío, que pasa? - la voz de Pedri sonó lejana-

Todas las voces sonaban lejanas, hasta que mi teléfono sonó, lo cogí, por intuición supongo, y de un momento a otro estaba en mi coche camino al hospital.

- Jenifer Fernández Borrajo, soy su novio - dije en recepción-

Me dieron el número de habitación y planta, Iñigo y Unai estaban acompañados por Uxia y justo el doctor salió.

- está en coma, por un golpe en la cabeza,pero creemos que es por el instinto de supervivencia, su estado es muy crítico respecto a sus funciones móviles, pero no hay indicios de que sus órganos vitales estén afectados - le dijo a Uxia-

Me derrumbé por completo y casi caigo al suelo si no fuera por Araújo, ni siquiera me había dado cuenta de que estaban allí los chicos. Todo me daba vueltas, el aire me faltaba y todo estába distorsionado.

- hasta que despiertas cabrón - habló mi hermano-

- donde? Donde está Jeni? - pregunté alterado-

- cálmate si? Han venido a verla sus hermanas, dejales juntas - dijo mi madre-

- no

Me levanté y antes de que me retuvieran fui hasta su habitación, dos chicos estaban dentro, Iván Fresneda y un pelinegro.

- permiso - dijo un chico rubio-

Entró en la habitación de Jeni y le besó la cabeza.

- vuelve a tu habitación tío, necesitas descansar - me dijo Pablo Torre-

- y la dejo así?

- creeme, está en buenas manos - habló su hermana Cris-

Fresneda salió, me dio una mirada rápida y se sentó en las sillas.

Al final unas enfermeras me llevaron a mi habitación donde estuve con mi familia hasta que Nico Williams entró.

- que hay - sonrió-

- la has visto? - pregunté-

- no, tu novia está llenando el hospital de futbolistas, no sabes lo lleno que está esto

- lo dejamos hace unas semanas

- oh...es verdad, lo siento, la costumbre supongo

- quienes están ahora con ella? - cambié de tema-

- un tío pelinegro no la ha dejado sola en ningún momento

- sabes quien es?

- tu no? - negué a sus palabras- yo tampoco

- aún no he estado con ella, todo el mundo si, menos yo - dije con pena-

- que quieres que te diga, tu no deberías - se encogió de hombros-

Me ofendí pero no respondí, simplemente me coloqué bien para dormir, el dolor de cabeza me mataba.
La verdad es que tampoco hice mucho más, el domingo jugábamos y me convenía estar bien.

- vamos anda, que ya te puedes ir - mi hermano me despertó y asentí-

Me puse mi ropa y antes de salir del hospital pasé por la habitación de Jeni, pero no me acerqué mucho al ver a Barrios con un enorme ramo de camelias blancas, rojas y rosas, el hablaba con Fermín, Pablo Torre, Morata y Nico, pero entró solo una vez Bellingham salió de la habitación.
Salí del hospital junto con mi familia camino a casa, ver a tantos futbolistas visitando a Jeni me hizo pensar en que a lo mejor lo nuestro si fue un error y no estábamos destinados.





Lo bueno de estar lesionado era que podía venir a visitarla las veces que quisiera y de vez en cuando venían los chicos después de entrenar, lo malo era ver cómo Barrios viajaba cada dos semanas para ver a Jeni.
Sabía el daño que me estaba haciendo ir a verla pero más me dolía ver los ramos de flores que llegaban día si día también de parte del rojiblanco y por eso dos meses después del accidente dejé de ir a verla por muchos motivos, empecé a entrenar de nuevo, a sentir como Barrios la amaba más que yo y, seguramente, a perder un poco el interés.
Al fin y al cabo el libro de nuestra historia era de pocas hojas y ya se habían acabado.






























































Fin.

Amar en condiciones • Alejandro Balde •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora