Revved-Up Romance - Heesun

Capitulo 3

Sunoo

Bajé del auto a toda prisa, con los nervios agitándome por dentro. Hacía aproximadamente una hora y media que había recibido la llamada de Sunghoon.

"Mierda"

El guardia de la entrada me abrió la puerta y corrí hacia la sala donde un enfurecido Sunghoon me esperaba. Sus afilados ojos se encontraron con los míos, y traté de abrir la boca para disculparme, pero el sonido del golpe resonó en la elegante sala. Llevé mis manos a mi mejilla enrojecida y empecé a ver borroso debido a las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.

-"La próxima vez no seré amable, Sunoo" - asentí mientras él apretaba mi muñeca con tanta fuerza que empezaba a lastimarme. Me arrastró hacia la oficina de su padre, donde golpeó la gran puerta y entramos. Luego, su mano que estaba en mi muñeca bajó para tomar mi mano -"Lo siento, padre. Sunni tuvo un inconveniente y no pudo venir antes" - sonrió amablemente a su padre.

-"No te preocupes, hijo. Luego lo arreglaremos tú y yo, porque bien sabes que mi tiempo es dinero, Sunghoon" - la mirada seria y estoica del hombre envolvió mi cuerpo de escalofríos, al mismo tiempo que Hoon apretaba mi mano -"Les tengo una misión importante y la diré solo una vez" - se puso de pie y abrió uno de los gabinetes de su escritorio para sacar un mapa -"A las 8 en punto deben estar aquí" - nos señaló el lugar con el dedo -"pasará un camión que lleva azúcar blanca, propiedad de la banda de la ciudad vecina. Piensan que podrán pasar su cargamento sin consecuencias, pero están equivocados" - su risa heló mis huesos 

-"Su misión es secuestrar el camión y a su chofer. Deben traerlos aquí, vivo y sin heridas, ¿entendido?" - ambos asentimos, y él sonrió ampliamente antes de hacer una señal para que saliéramos de su oficina y nos preparáramos.

Seguí a Sunghoon hasta nuestra habitación y entré en el vestidor para tomar un par de armas mientras él hacía lo mismo. De repente, sentí su agarre en mi cuerpo nuevamente.

-"¿Dónde demonios estabas, Sunoo?" - su voz sonaba furiosa.

-"Estaba en el taller de Liam, llevé el auto para arreglar los daños de anoche" - respondí.

-"Sabes que eso es una pérdida de tiempo. No eres un buen corredor, y además, es un gasto de dinero" - se rió mientras acariciaba mi mejilla, como si yo fuera un estúpido niño que no entendía las cosas.

-"¡Cállate, grandísimo idiota!" - le grité, empujándolo y alejándolo de mí. Su rostro cambió al instante. Se acercó y envolvió mi cuello con sus manos, cortando mi respiración.

-"Mira cómo demonios me hablas, Kim. Porque no tendré problemas en matarte" - escupió con furia, aumentando la presión en mi cuello.

-"Lo dudo mucho, Park" - respondí, luchando por respirar mientras me mareaba.

Tomó con una de sus manos, mientras la otra seguía apretándome el cuello, la pistola que tenía en su pantalón. Me apuntó, colocando su dedo en el gatillo, pero sabía que no lo haría. Sabía que, en el peor de los casos, sería insultado o golpeado por su padre. Luego bajó el arma y me soltó, haciendo que cayera de rodillas al suelo. Salió de la habitación y cerró la puerta de golpe, mientras un grito resonaba, ordenando que bajara al garaje y tomara un maldito auto.