cinco

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ִ ִ ୨୧   se    ve    se    nota    de    lejos

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ִ ִ ୨୧   se    ve    se    nota    de    lejos

que    anhelas    atraparme    pero   esto 

ya   terminó   ୨୧ ִ ִ

Yeonjun era una persona con carácter fuerte, muy difícil de reprender, difícil de derrotar. Desde muy pequeño tuvo un pensamiento de superioridad. Porque él nunca se equivocaba, el resto no iba a lo que él quería. Su personalidad lo ayudó a enfrentar muchas situaciones, él no lo llamaría valiente, más bien diría que simplemente terminaba metido donde no debía estar y tampoco escapar. Aún así siempre pudo salir adelante.  Yeonjun dice que es lo único bueno que su madre le otorgó antes de morir; Su narcicismo, su descaro y su infernal belleza.

Hubieron personas, sobre todo mujeres a las que había dañado, que le recordaban y mencionaban que un día habrá alguien que lo enfrentará, que él no podrá defenderse, se volverá vulnerable y después de eso se quedará solo, morirá solo. Hubo dos o tres noches que Yeonjun no pudo dormir debido a esas ridículas palabras.

Sabía que ese alguien sería Soobin, lo supo desde que Soobin maduró. Y lo confirmó cuando él lo tuvo rodeado y mencionando lo que Yeonjun pensó llevarse hasta la tumba. Su mismo narcicismo y descaro heredado se incendió en su ser del enojo al sentir que no siguió como debía. 

— Estabas borracho, fue Beomgyu así que cierra la boca. — calma. Yeonjun estaba calmado, su rostro serio y relajado.

Pero Soobin lo conocía.

— ¿Seguro? — Yeonjun se estremeció levemente, su brazo entumecido por la presión que ejercía sobre él al recostarse por tanto tiempo. Soobin acercó más su cuerpo hacia el mayor y una de sus manos levantó su camisa suelta, lo suficiente para dejar espacio e ingresar debajo, tocando su piel. La mano fría del menor hizo estremecer a Yeonjun, su piel se erizó ante la textura de la palma del joven y soltó un leve jadeo. — ¿Qué pasa? v preguntó el menor con la misma sonrisa burlona.

— Soobin, no hagas eso. — pidió el mayor pero tampoco estaba moviéndose para detenerlo.

— ¿Por qué? Tú no lo hiciste. Estoy haciendo exactamente lo mismo. — el mayor sintió su propio aliento cálido debido a la cercanía del menor y su temperatura comenzó a aumentar, gotas de sudor se deslizaron por su cuello hacia su pecho y Soobin sonrió notando la camisa un tanto húmeda. — ¿Tienes calor?— antes de que Yeonjun responda, el menor le había arrancado la molesta camisa dejándolo casi desnudo, pues esos pequeños shorts no dejaban mucho a la imaginación. 

El rubio recorrió el pecho del mayor con sus dedos, rodeó sus pezones erectos con su índice, solo con el roce de las yemas de sus dedos acarició la punta, Yeonjun sufrió de un espasmo y antes de tomar aire, la mano de Soobin rodeó su cuello, Yeonjun se sobresaltó pero Soobin no estaba ejerciendo presión.

𝐒𝐄𝐃𝐔𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 •「soojun」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora