Cap 2

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Han pasado 5 años desde que el sr.Hueso adoptó junto con su esposa a pepin-digo, a Leonardo, y no han sido más felices desde entonces, claro que ser padres es una responsabilidad muy grande y siempre va a ver uno que otro jarrón roto, pero no lo cambiarían por nada.

 Ese día le hicieron una fiesta para celebrar sus 5 años, los padres de Leonardo estaban con varios de sus amigos y familiares conviviendo y riendo, pero había algo que inquietaba a a la sra.Huesos, miraba a varios niños jugando y corriendo, pero ninguno de esos era el suyo.

- Amor, sabes donde está Leo? hace rato que no lo veo - Le pregunta a su esposo.

- No, no está con esos niños? -

- No lo veo con ellos -

-  A lo mejor está intentando abrir sus regalos o está de travieso, ya sabes como es - dice restandole importancia.

-  Si estuviera abriendo sus regalos ya hubiera venido a enseñarnos lo que le dieron, y si estuviera de travieso, no crees que ya estaría alguien reclamandonos sobre alguna travesura o habría un jarrón roto? - dice preocupada.

- ... -

- Por favor puedes ir a buscarlo adentro de la casa mientras yo pregunto si alguien lo a visto?-

- Si esta bien - Le dio una sonrisa a su esposa antes de ir adentro de su casa, busco en la cocina, en el baño, en la sala pero no encontró nada, luego fue al cuarto de la tortuguita y abrió con cuidado la puerta.

- Pepino? - vio al pequeño sentado en su cama abrazando a un perrito de peluche y con la mirada agachada - Pepino que haces aqui? - se acerco a la tortuga sentandose en su cama -No quieres venir a jugar con los demás niños? hace rato estabas emocionado por tu fiesta, que paso? - la tortuguita levantó la mirada para mirar a su papá, el adulto se sorprendió al ver que sus ojitos estaban rojos e inchados, se notaba a 3 cuadras que había llorado y mucho - Pepino que te paso? - el menor sólo soltó lágrimas.

- Papá - abrazo a su padre fuertemente y escondió su rostro en su pecho - No me dejes por favor, te prometo que ya no rompo ningún jarrón y me voy a portar bien - dijo mientras seguia llorando.

- Pepino claro que no te voy a dejar, que te hace pensar eso? - pregunto, mientras lo abrazaba.

- Es que, una niña me dijo que como no soy verdaderamente su hijo tu y mi mamá no me quieren y me van a abandonar - su llanto se hizo más fuerte.

- No mi pequeño, claro que no te vamos a dejar - levantó la cara del menor con su mano - No le hagas caso a esa niña, tu mamá y yo te queremos de aquí al sol y de regreso -

- Enserio? - dijo limpiandose las lágrimas.

- Si, tu mi eres hijo, nunca lo dudes - Le sonrió dulcemente a la tortuguita.

- Entonces no me vas a dejar? - 

- No - esa respuesta dejo a Leo pensativo.

- Bueno, si no me vas a dejar, no hace falta que deje de hacer travesuras y como me quieren no les importa que siga rompiendo accidentalmente los jarrones, verdad? - miró a su papá con los ojos brillosos.

- Eeeh, nop, eso sí hace falta que dejes de hacer, ya casi nos quedamos sin jarrones -

- Pero es que no puedo evitarlo, además no los rompo a propósito -

- Si bueno, yo creo que vas a empezar a trabajar con migo en mi restaurante para comprar jarrones nuevos - Le dijo bromeando.

- Jaja, está bien, yo voy a ser el mesero para ganar un montón de esos adorables unicornios- le dijo con una gran sonrisa.

- Si, pero por ahora hay que regresar a tu fiesta, tu mamá debe estar preocupada por ti - Le dijo mientras se levantaba de la cama.

- ¡Si vamos, ya se me ocurrieron varias bromas para hacerle a esa niña! - dijo saltando de la cama para tomar de la mano a su papá y caminar hacia fuera.

- No pepino, no le vallas hacer nada -

- No te preocupes, solo será algo pequeño - Le dijo con carita inocente

- Si como no - rodó los ojos



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730 palabras

2do cap, se que no soy buena escribiendo pero voy a mejorar con el tiempo.

PepinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora