3_Otra oportunidad

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Carla leía algunas de las propuestas para la publicidad de la nueva línea de vinos. Eran demasiadas y eso que su departamento de marketing le había dado solo las mejores. Pero la decisión final era de ella.

"Esto es lo que querías, Carla" se dijo a sí misma.

Pero dadas las circunstancias no podía quejarse. La empresa estaba dando pasos lentos pero constantes para volver a ser lo que alguna vez fue y eso tomaría tiempo. Y era ella la que debía dirigir este barco.

Carla nunca se vio a sí misma como una líder. Tampoco como una seguidora. Pensaba que solo era una mujer individualista que seguía su propio camino. No seguía a nadie y nadie la seguía a ella. No se creía una persona carismática a la que otros siguieran en pos de un proyecto común y más grande. Esas características podía verlas en Samuel o en Guzmán. Esos dos, con estilos diferentes, eran lideres natos. Personas a las que los demás seguían y admiraban. Tenían ese carisma especial.

Carla no sentía tener eso en ella. Pero ahora era la jefa oficial y debía aprender a ser una líder. Al menos las personas parecían trabajar a gusto con ella, no como con su padre que siempre rondaba un aire de tensión en el ambiente. Aun así, los intimidaba un poco. Lu decía que era bueno que tengan esa mínima cuota de miedo. Valerio no inspiraba eso y eso podría volver a los empleados flojos y confiados.

Decidió darse un descanso y beber un poco de agua. Su teléfono sonó y vio que era un mensaje de Guzmán. Los invitaba a ella y Samuel a la fiesta de inauguración de su empresa de construcción. En realidad, no era una empresa nueva sino la vieja empresa Nunier reflotaba, aunque a una escala menor. Pero ya era algo.

Desde que había vuelto de Londres, Guzmán tenía la idea de volver a abrir la empresa de su familia que hace años se había destruido por la corrupción y la impericia de Ventura y Teo. Sin embargo, no había sido nada fácil. La familia Nunier tenía mucho dinero, pero aun así no era tan fácil volver a poner la empresa. El apellido estaba muy dañado después de tantos escándalos y a Guzmán le eran difícil encontrar socios o los primeros clientes, lo que frustraba mucho a Guzmán.

Carla se lo había dicho:

-Guzmán, el problema no eres tú, es tu apellido. Todos creen que, si se asocian contigo o te dan trabajo, estarán vinculándose con Ventura. Tienes que sacar a tu papá del mapa.

Y Guzmán tuvo que creerle porque ella lo sabía mejor que nadie por lo que había pasado con Teo. Así que Guzmán tuvo sacar a su padre como socio, por el bien de su proyecto.

Pero eso no era suficiente. Guzmán no podía encargarse solo de todo. Necesitaba alguien que lo ayudara y lo potenciara. No era suficiente con el apoyo de Nadia, que ahora era su novia nuevamente. Ella también estaba muy ocupada con un gran caso que llevaba junto a Samuel.

Curiosamente fue Valerio el que tenía la solución.

-Lo que necesitas no es un socio que aporte dinero sino uno que te de prestigio. Que asocien el apellido Nunier con algo bueno.

Y tenía razón. Entonces Guzmán decidió que debería asociarse con alguien valioso para su empresa. Lo que necesitaba era un arquitecto que diera confianza a los clientes. El problema era que los arquitectos más respetables no querrían asociarse a una empresa que recién estaba resurgiendo.

Parecía algo sin solución hasta que la propia Carla le dio la solución. El hermano que Nano y Samuel recién habían descubierto que tenían se había convertido en arquitecto hace poco y como estudiante había sido muy bien considerado por sus profesores. Ya tenía muchas ofertas para entrar contratado a diferentes empresas.

-Todas le ofrecen contratos-dijo Samuel-algunos mejores que otros. si quieres a Diego contigo debes darle algo mejor.

Y lo hizo. Guzmán no le ofreció un buen contrato. Le ofreció ser su socio a partes iguales. Y Diego aceptó. Era una empresa aun pequeña, pero sería uno de sus dueños. Así, Diego y Guzmán se asociaron.

carmuel: el futuro juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora