III

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_Sabes que te amo, fuiste la persona que cambió cambió vida, que cambió mi mundo a uno con esperanza de seguir y contigo. Eres mi felicidad y mi debilidad, y mi tesoro más admirable y apreciado, te amo. Y a pesar de que mi corazón deje latir, mi piel deje de estar caliente para acurrucarte y mis ojos no abran para ver lo hermosas que eres, siempre estarás en mi mente como una fotografía hermosa hija mía_ dice mi padre esa tarde fría.

Los 2 atrás de la casa, él sentado y una chica muy hermosa de tez muy blanca como la de su padre, cabello negro como la propia oscuridad y ojos tan hermosos de color gris, tan hermoso como la propia plata. Era una chica de enamorarse sin negación alguna.

Y era mucho más hermosa por su personalidad amigable, tan parecida a su padre. Y para ella el era su adoración, su primer amor, su sangre y su propio corazón.

Ese día era tan extraño para ella, pero ella no sabía si también para él.

Por que sus palabras no se sintieron como las veces que cuando el decía tantas cosas hermosas; ella siempre sonreía y se a penada.

Pero ese día lo sintió tan extraño, tanto así que al escucharlo sus lágrimas se desbordaron, su pecho le dolía tanto, que solo pensaba en golpearlo para que dejara de ser tan molesto.

_ Papá, yo también te amo tanto, y es tanto que duele. Y con solo pensar separarme de tí me destruye.

Y me di cuenta que fue una despedida, una que arruino mi vida por completo.

Desperté de golpe, y al recuperar mi vista y logro ver mi cuarto, me pongo a llorar.

Era tanto ese dolor, que me hizo sentir tantas cosas. Era todo un revoltijo, recordaba cada momento hermoso y triste, pero los arruinaron con la última mirada de él, con la última lagrima de su hermosos rostro, y su sonrisa que tanto consuelo me daba.

Fue tanto el desastre en mí que no pude evitar grita, fue ta fuerte que mí garganta dolía y gemía por la causa del dolor. Pero nunca fue tan suficiente como ese dolor, esos recuerdos y toda mi vida arruinada.

Como loca desesperada busque la foto de mis padres en mis mesita y la encuentro.

Con frustración abrazo la foto como si quisiera que fuera mi segunda piel.

. • .

Logre dormir solo 2 horas, y me veía un desastre.

Lo único que hice fue bañarme y hacer mis cosas. Pero de mí vestimenta y mi rostro más desanimado, era un desastre.

Cuando ya estaba en al secundaria me di cuenta que solo cargaba la franela y el chaleco con el logo de la Secundaria la deje en casa.

Con una mano me rrestriego la cara.

Llego a mi casillero y me acomodo la franela por debajo de los pantalones negros altos de Gabardina.

Echo mi cabeza hacía atrás y cierro mis ojos. Inhale, exhale.

Me acomodo para abrir la puerta de mi casillero y en mi espejo, atrás veo a Acsilia.

Apretaba sus labios y su cara se veía pensativa o molesta, no lo sé. Se que es rara su expresión.

Lame y muerdo mis labios. Y volteo a verla.

_ Volvió? _ entendiendo lo que dice le respondo.

_ No_ digo desanimada pero ella no me cree, que hasta su expresión cambia a tristeza.

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