Parte 4

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Estaba a punto de publicar la parte 5 cuando me di cuenta que ni siquiera había publicado la parte 4 aún.

Perdón por eso, jeje.    

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El corazón de Saitama se agita, su estómago hace cosquillas.

Él aprieta sus labios y cierra sus puños. Luego, poco a poco, comienza a liberar la presión y sus manos se relajan, sus dedos se abren y, lentamente, con torpeza y de forma dubitativa, los lleva hacia la cintura de Fubuki. Las puntas de sus dedos tocan la tela que cubre la piel de ella.

Saitama no asiente en silencio ni afirma en voz alta, sino que se limita a acercar su rostro mientras cierra sus ojos y contiene su respiración. Puede sentir a Fubuki hacer lo mismo y de nueva cuenta sus labios se juntan.

Sus bocas de mueven, sus respiraciones se mantienen en pausa un momento aunque el beso permanezca constante, no se rompe, incluso si Fubuki en el fondo sigue esperando eso. En poco tiempo consiguen intensificar la unión, irónicamente más lento que las otras veces. La alarma en la cabeza de Saitama no se ha apagado, pero al menos ya no puede decir que se siente igual de ansioso; y es que Fubuki se mantiene paciente en sus movimientos y trata de ir considerablemente más lento para hacerlo sentir tranquilo, no asustarlo, no alterarlo, simplemente resguardando el momento y grabándolo en su memoria.

Saitama sigue el ritmo como puede, como ha aprendido. Sus manos tiemblan y su corazón late con cada vez más fuerza. Él está más despierto. Aún no está listo pero está dispuesto.

Ambos necesitan aire. Saitama abre su boca sin abrir los ojos. Él susurra. —Yo... uhm, ¿cómo decirlo...?

En la corta proximidad, Saitama logra sentir a Fubuki sonreír. —Lo sé, no te preocupes. —Responde ella y sus manos van hacia la camisa de su piyama. Utilizando sus poderes, ella comienza a desabrochar botón por botón. —Yo te guiaré.

Saitama siente y ella le da un beso en la mejilla.

Una vez desabrochados los botones, Fubuki coloca sus brazos alrededor del cuello de Saitama, pegando sus pechos, juntando sus corazones, y, acercando su aliento su oído, le pide que desabroche su sostén.

Las manos de Saitama obedecen arrastrándose desde su cintura hasta llegar a la espalda, metiéndose por debajo de la tela y buscando un botón, un cierre o lo que sea que tengan los sostenes para desabrocharse. Finalmente consigue sentir los diminutos ganchos de metal y los separa. Una simple acción que le tomó más de lo que le gustaría. Mientras tanto, Fubuki aprovecha para besar su cuello.

Sentir los besos húmedos en sus clavículas, mentón y cuello provoca que Saitama de un ligero brinco repentino y de pronto Fubuki parece que quiere echarse a reír, pero no se detiene. Saitama debe obligarse a alzar su cabeza para darle más espacio y apretar sus labios para soportar la sensación.

Se siente bien, no es ni el comienzo y ya se siente así se bien.

El cuerpo de Fubuki se hace a un lado con la intención de recostarse sobre el futón, su boca lo busca y sus brazos en su cuello lo jalan para que la siga. Saitama no tiene más remedio que hacerlo.

El futón es pequeño, justo para los dos en esa posición. Fubuki boca arriba y Saitama sobre ella, apoyándose con sus manos sobre la almohada. Fubuki vuelve a besarlo y está vez es más voraz. Saitama vuelve a sentirse preocupado, sus manos se cierran en la tela de la almohada pero se recuerda a sí mismo que necesita aprender a sentir, que Fubuki confía en él y él necesita confiar en ella. Y con eso en mente, en lugar de separarse o romper el beso con brusquedad, Saitama aumenta el nivel.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 13, 2023 ⏰

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Cometas por el cielo (Saibuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora