•𝙳𝚎𝚓𝚊𝚖𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛𝚝𝚎

Cap. 6

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Hey Dream

Perdón por haberle contado a George lo que paso anoche, no sabía que no estaba enterado y espero no haber causado problemas.

está bien Wilbur
Podemos hablar??

Claro.

Dream llamo a Wilbur.

W.– ¿De qué quieres hablar Dream?

D.– Es algo sobre George. Me preguntaba si alguna vez te hablo sobre mí o algo así.

W.– Bueno, eso es privado.

D.– Por favor, George me gusta, quería saber si siente algo por mí.

W.– Ah, ¿Te gusta George..?

D.– Mmh, sí.

W.– Bueno, George no le es fácil expresar sus sentimientos, así que realmente no podría saberlo.

El orgullo de George iba ante todo, aunque podría que Dream le gustase, prefería no hacer nada ya que penso que no había oportunidad.

D.– Ah, entiendo...

Se despidieron y colgaron, Dream iba a invitar a almorzar a George. Al día siguiente, mientras desayunaban Dream pensaba decirle.

D.– George, quería saber si querias salir a comer en la tarde.

G.– ¿Y eso? Nunca me invitas ningún lado.

D.– Bueno, quise hacerlo hoy.

G.– ¿Ok?, ¿A dónde?

D.– A ese restaurante cerca de la plaza que abrieron hace poco.

George no tenía nada planeado para hacer ese día, así que solo asintió con la cabeza. Como a las 3 salieron para ir al restaurante, llegaron y ordenaron algo de la carta. Mientras estaban allí una chica se acercó a su mesa, más específicamente a Dream.

– Hola, disculpa por molestar, pero la de allá es mi amiga, y preguntaba si le darías tu número.

D.– Ah... Bueno yo-

G.– No puede.

– A ti no te pregunte.

G.– Ya, ¿Y? Es mi novio, no te va a dar su número, así que mejor largate.

– No creo que seas su novio, un chico tan lindo no podría andar con un chico.

G.- ¿Disculpa?

George se levanto de su asiento y fue hacia Dream, lo agarro de su camisa y lo besó. La chica solo se les quedo viendo, y se fue a donde estaba su amiga.

D.- ¿¡Por qué hisciste eso!?

Lo dijo susurrando mientras sentía como tenía la mirada de todo el lugar encima.

G.- ¿Qué tiene?

D.- Todo el restaurante nos está viendo.

G.- Bueno, ¿eso importa?

Dream miró a George con los ojos en blanco. George solo lo ignoro y siguió comiendo. No le importaba mucho que todo el restaurante los viera, solo le importaba que esa chica no se le acercara a Dream. Después de un rato, terminaron de comer y Dream pagó la cuenta, se fueron a pasear por el centro, pero el ambiente estaba algo incómodo por lo que había pasado en el restaurante.

D.– George.

G.– ¿Sí?

D.– ¿Por qué hiciste eso en el restaurante?

G.– Ah, ¿Te molesta? ¿Acaso le ibas a dar tu número o qué?

D.– ¿Qué? No, solo que... ¿No crees que fue demasiado besarme..?

G.– Eso fue más para molestarla, lo siento.

D.– Mmh, ya.

Eran casi las 7 de la noche, así que Dream llevo a George en su carro para volver a casa.

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