Harry Potter y el Torneo Internacional de los Tres Magos

Capítulo 57: Malditos bastardos

"¡Harry!" Harry escuchó una llamada de voz. Mirando en la dirección de donde venía, trató de localizar a los dos ingratos.

Allí estaban. Cedric estaba sentado en la barra, con la taza levantada tan alto como podía alcanzar su brazo, y Krum, mirando con el ceño fruncido a cualquiera, a todos y a nada en particular, todo al mismo tiempo.

Realmente, no debería haber necesitado haber mirado, los dos réprobos estaban en la misma cabina de siempre.

"Oye", dijo, cayendo en la cabina al lado de Krum.

"¿Entonces?"

Haciendo caso omiso de la indicación, Harry miró alrededor de la mesa y encontró el premio que tanto le costó ganar: una taza llena de felicidad dorada.

Extendiendo la mano, lo agarró y lo volcó cuando llegó a su boca.

"Ahh", dijo, chasqueando los labios. "Eso es mejor."

Fue a cambiar el vacío por el siguiente lleno, pero Krum le agarró la muñeca. Era como si su brazo estuviera atrapado en un torno.

Con solo un gruñido exigente, Krum le hizo una seña para que respondiera con una ceja levantada.

"Bien, bien", dijo Harry mientras una sonrisa benigna se formaba en su rostro. "Los PANDA realmente no son tan malos. Un poco lindos y tiernos, ¿no?"

"Oh, déjalo", gritó Cedric, dejando su taza con un golpe audible. "¡Se sabe que los PANDA provocan crisis mentales en las personas! ¡McGonagall dijo que durmió durante casi dos semanas y Flitwick hizo dos intentos para completar la suya!".

Harry levantó la vista con una sonrisa que brillaba con satisfacción y satisfacción. "Tengo resistencia para días", dijo, palmando su taza. "¿De qué otra manera podría seguir el ritmo de tres esposas?"

Mirando a Cedric a los ojos, le guiñó un ojo y bebió con avidez su cerveza.

"Eres un imbécil", dijo Cedric sin malicia mientras fruncía el ceño. "Voy a encontrar a Daphne tan pronto como llegue al Ministerio mañana y conoceré la historia real".

Poniendo los ojos en blanco, Harry levantó las manos. "Fueron brutales y sólo estoy aquí porque tomé un Pepper Up".

"Sí", dijo Krum, levantando su taza con un movimiento de la barbilla. "Fue fácil de detectar. El enrojecimiento en el borde de tus mejillas".

"¿Qué?" Dijo Cedric, volviéndose hacia él. "¿Fácil?"

"¿Crees que vamos a prensa y hablamos durante tanto tiempo después de horas y horas de vuelo sin Pepper Up?"

Cedric dejó caer la cabeza sobre la mesa. "Esto es lo que me pasa por ser amigo de ustedes, bastardos", dijo mientras golpeaba repetidamente la mesa con su cabeza.

Volvió a sentarse y sacudió la cabeza.

"Tiene que haber cosas peores que ser amigo del único mago que es un PANDA y el jugador más joven en capitanear un equipo en la Copa del Mundo". Harry usó su codo para golpear el hombro de Krum. "¿No lo dirías?"

Con una sonrisa traviesa, Krum asintió con la cabeza. "Imagínense quejarse de eso".

"Oh, vete a la mierda."

Harry intercambió una mirada con Víctor, lo que provocó que los dos comenzaran a reír.

Después de estudiar rigurosamente durante meses, fue fantástico estar fuera con los chicos. Y por mucho que Cedric se restara importancia a sí mismo, tenía una floreciente carrera brillante en la política internacional. Comprometido con Cho, mejores amigos de dos fenómenos internamente famosos y con sus encantos juveniles, reputación estelar y ser el tipo de persona que no podías evitar, pero como en el momento en que lo conociste, estaba en camino hacia una carrera larga y próspera. .

Que él y Daphne se llevaran como alquitrán y plumas sólo mejoró las cosas para Harry.

Puede que no conociera todos sus planes, pero esos dos estaban entre los pensadores más avanzados que había conocido. Especialmente cuando metiste a Patrice y Apolline en la mezcla.

"Tosspots."

Harry se encogió de hombros. "Seré un tonto mientras no tenga que volver a realizar otra evaluación postradora, ardua y nauseabundamente debilitante".

"Dah", repitió Krum. "Otro Mundial para mí".

"¡Oye! Espera", exclamó Harry. "Dije que no quiero otro PANDA".

Fue Cedric quien puso los ojos en blanco esta vez. "Correcto", dijo. "Ya terminaste. Completar solo un PANDA cuando Dumbledore terminó tres ".

Se volvió hacia Krum. "De alguna manera", dijo. "No le creo".

"Espero que no lo haga", respondió Krum. Y cuando se volvió hacia Harry, las comisuras de su boca se curvaron hacia arriba. "Tendrá que hacerme una escoba tan pronto como tenga mi segunda taza".

La cabeza de Cedric se giró hacia Harry. "¿Una escoba?" el demando.

Después de lanzarle a Krum una mirada desagradable, Harry suspiró. "No voy a hacer uno."

"No hasta que gane la apuesta", coincidió Krum con una arrogancia increíblemente casual.

"Si le haces uno, yo también recibiré uno", dijo Cedric, cruzándose de brazos mientras se inclinaba hacia atrás.

"¡No voy a hacer uno!"

"Hasta que gane", coincidió Krum.

"Supongo que podré encontrar mi equipo de Bulgaria para el próximo Mundial", dijo Cedric.

Dejando caer la cabeza entre las manos, Harry sacudió la cabeza. "¡Ni siquiera tengo un prototipo de escoba!"

"Ah, sí, ' prototipo'", dijo Cedric, haciendo comillas en el aire. "Pero probablemente una docena de maquetas".

"Pap."

Harry miró su bebida medio llena mientras se mordía el labio. "Si, y eso es si , hago uno, ambos me ayudarán a probarlo y perfeccionarlo", dijo después de un momento. "Pero entre la preparación para el próximo PANDA, las mujeres y el proyecto en el que estoy trabajando, ni siquiera está en la agenda en este momento".

"Hasta que vuelva a ganar la copa el año que viene".

Justo cuando Krum dijo eso, la cabeza de Harry rodó hacia adelante y apenas evitó estrellarse la cara contra la mesa.

"¿Harry?" Dijo Cedric, con preocupación coloreando su voz.

Antes de que Harry hubiera tenido la oportunidad de responder, Krum lo estaba sosteniendo. "La poción se acabó", dijo Krums, agarrando el brazo de Harry. "Lo llevaré a casa".

"Puedo ayudar."

"No, no", dijo. "Tú termina tu cerveza. Puedo manejarlo".

Cedric recogió su cerveza a medio terminar. "Saludos entonces", dijo mientras Victor ayudaba a Harry a llegar a la puerta.

Acababa de terminar su bebida cuando regresó la camarera. "Aquí está la factura", dijo. "Puedes instalarte en el bar cuando estés listo".

La nariz de Cedric se arrugó mientras miraba el billete. Buscó a Harry y Krum, pero los dos estaban parados afuera de la puerta riendo, saludándolo vigorosamente.

"Esos. Malditos. ¡Bastardos!"