Amor Sabor A Menta

Cena de negocios: Segunda parte

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Leuce, una hermosa mujer de cabellos plateados, ojos verdes claros y tes blanca. Era una de las compañeras y amigas de Menthe.

—Sé todo aquello porque le ayudaba a Perséfone atender su mesa. Anteriormente se les asignaban dos meseras para que todo estuviera perfecto. Pero, el griego pidió al gerente que despidiera a Perséfone por comportamiento indebidos hacia él—Menthe trataba de recordar aquella mujer que nombraba su amiga.

—Mmm... no sé quien es esa mujer—Leuce, suspiro con frustración.

—Recuerdas a la mujer que entró haciendo un escándalo cuando dejaste tu solicitud de empleo... ella es Perséfone, cabello rubio, ojos azules, estatura media, tes blanca.

—Oohh creo recordarda, si me dio un poco se miedo cuando aventó algunos platos al suelo. Retomando el tema, necesito sus nombres...—La de cabellos plateados sonrió pícara podría ser que su amiga, estuviera interesado en el griego.

—Bueno, ve al grano. El peli negro se llama Hades...—Le dio un pequeño golpecito en su brazo sin quitar esa sonrisa pícara.

—No es lo que piensas. Ya te dije que se me hace conocido, juro haberlo visto en alguna parte—Menthe, no le hizo mucho caso a la acción de su compañera, pues ella sentía otro tipo de curiosidad—Bueno, debo irme, al parecer no tardaran en pedir su cena.

—Solo ten cuidado de que el gerente no se dé cuenta—Giño el ojo soltando una risa burlona, la joven puso los ojos en blanco y salió de la cocina llevando las cartas en ambas manos.

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—Hace tanto tiempo que no habíamos acordado una reunión. Ahora que estamos aquí, me gustaría darles nuevas noticias en cuanto al proceso de petición de Hades de dejar que las mujeres también puedan participar en algunas cuestiones de la familia—Hablo el italiano mientras tomaba la copa de vino que el griego le servia.

—Para mi será un placer escucharlo, padre—Sirvió la copa de la mujer que acompañaba al italiano.

—El 15% aceptó, mientras el resto, que es del 14% dijo que no. Así que, ganó la democracia. Vamos a reunirnos para debatir este tema la semana próxima. Y la siguiente novedad es el increíble aumento que hemos tenido al rededor de Europa, estamos llegando hacia Occidente—El capó relamio sus labios manteniendo una seriedad en todo momento.

—Evidentemente es una gran noticia. Le comento que la situación en la que nos encontramos aquí en Grecia es muy buena, hemos incrementado en un 1.5% la venta, no solo en Athenas, hemos alcanzado diversas ciudades cercanas y seguiremos avanzando—El peli negro se acomodo en su asiento cruzando su pierna derecha sobre la izquierda sin perder contacto visual con el italiano.

—Hades, nunca me has defraudado. Eres uno de los mejores elementos que tiene esta familia, junto con Pandora—El calabres tomo un sorbo de su bebida, gustoso de la noticia que acaba de recibir.

—Traemos en nuestro automóvil una maleta con la cantidad exacta, descontando nuestra parte, por supuesto—La hermana del hombre tomó la palabra, pues sabía que la acompañante del hombre preguntaría por el dinero.

—Creo que deberíamos celebrar un poco ¿no creen?—Expreso la peli celeste.

—Lo haremos, cariño. Pero será después. Vayamos pidiendo nuestra cena—La joven de cabellos verdes se acerco a la mesa dándole a cada uno de los presentes la carta en sus manos. Estaba nerviosa. Hades, miraba a la mujer sin perder detalle de sus rasgos físicos. Pandora le dio un codazo al hombre en su costado.

—Aahh... Quiero una pasta a la carbonara por favor—El griego aclaro la garganta y le regreso la carta.

—Yo deseo fideos con salmón ahumado y rúcula—Pandora, imito la acción de su hermano. Menthe atendió la orden de ambas parejas; llevo el primer tiempo el cual consistía en crema de cilantro con nuez.

Hades no dejaba de mirar a la joven peli verde, mucho menos cuando se acercaba a retirar y darles sus platos. Pandora, al notar esto, miró a la joven con curiosidad.

—¿Cuál es el atractivo de esa mujer?—Susurro mientras cortaba un pedazo de su salmón. El segundo tiempo había comenzado y Menthe recién se acaba de retirar.

—Pandora, no es bueno que susurres, menos enfrente de "padre" termina de cenar—Con serenidad, miró a la mujer y bebió un poco de vino. Molesta, la mujer miró a los invitados para poder platicar un poco haciendo así, más amena la cena.

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Al termino de esta, entregaron la maleta con el efectivo acordado. Se despidieron de la manera más respetuosa de los invitados y esperaron a que ambos subieran a su coche y arrancará.

—Bueno, ahora que estamos aquí, necesito que me digas que te sucede...—El automóvil de los italianos había arrancado, perdiéndose a lo lejos, por lo que Pandora se pasó enfrente de Hades; alzo una ceja y cruzó los brazos.

—¿Por qué tanto interés?—Respondió con frialdad. Le parecía molesto que su propia hermana estuviera haciendo esto.

—Por qué estás actuando como un tonto—Comunico de la misma manera en la que Hades le había preguntado.

—Ya te dije, siento que conozco a esa chica—Abrió la puerta del auto para que Pandora subiera—Vamonos de una vez.

—Es imposible que la conozcas, pero esta bien. No diré nada más—Iba a subir al automovil, sin embargo, la silueta de una mujer la hizo detenerse—¡Qué haces tú aquí!

—Solo quiero hablar con el señor Hades—Contestó una mujer de cabellos rubios. Hades suspiro con frustración y camino hacia la mujer, la cual se encontraba a unos centímetros de ambos hermanos.

—Perséfone, ya te dije mil veces que me dejes en paz. No siento nada por ti y...—La peli rubia lo interrumpió.

—Solo quiero pedirle perdón por mi comportamiento y lo sucedido en el restaurante. Yo... no sabía como comunicarme con usted. Por eso estoy aquí—El griego escucho sensatez en las palabras de la rubia.

—Te perdono, más bien... te disculpo, será mejor que vayas a tu casa. Sino me veré obligado a cumplir con la orden de restricción en tu contra—Perséfone negó con la cabeza y agradeció muy cortes a la respuesta positiva del griego. Por lo que continuo su andar sin dar algún tipo de problema.

—No sé, tu pero esa mujer me da muy mala sensación—Su hermana, observo como la rubia se iba alejando de ellos.

—Yo creo suponer que tiene algún tipo de enfermedad mental. No soporto que me haya acosado, pero sentí honestidad en lo que dijo. Por eso acepte y también para que se fuera—Regreso a la puerta del coche y una vez más, agarro la puerta para que su hermana subiera.

—¿Crees en el amor a primera vista?—Pregunto curiosa, su hermana. Hades pensó por un momento en la respuesta de la pregunta. Si bien, iba a responder que no, su curiosidad por la hermosa joven de cabellos verdes, lo tenía muy inquieto.

—Su nombre es Menthe, recuerdalo...—Pandora subió al coche. Hades se había quedado inmóvil, tenía que averiguar el porqué aquella joven le daba tanta curiosidad.

—No vamos a irnos, vamos a esperarla. Tengo que hablar con ella—Hades con un semblante serio miró al chófer y a su hermana.

—¡Qué? ¿Estas loco! ¡Ella no se va a ir! Mañana puedes venir a buscarla. ¿Ya viste la hora que es!—Exclamo la peli negra con enojo y frustración.

—Estoy dando una orden. No pedí aprobación, así que... obedece—Hades estaba tan determinado que era la primera vez que le hablaba así a Pandora.

—Esta bien...—Respondió Pandora entre dientes.

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🍃 Deseo estar contigo por toda la eternidad. ⚔️