ATARDECER

16 3 0
                                    


Me pare enfrente de la pizzería, la verdad era que se veía más grande en realidad que en las fotos de los catálogos.
Caminé poco a poco hasta llegar a sus puertas y al subir los pequeños cuatro escalones abrí la puerta, por dentro era un lugar bastante normal, algo despintado y sucio por el tiempo, además el suelo con cuadros blanco y negro estaba lleno de estrellitas tan pequeñas que parecen solo unos puntos ahí nomás.
Las luces apenas y iluminaban el lugar, algunos focos ya ni servían.
Entonces alguien salió de las sombras de los pasillos.
Era alguien con cabello corto color negro y blanco por las canas y un poco notable la barba y el bigote.
—¿ la puedo ayudar señorita?
Me quedé callada y decidí responder.
— amm hola, soy Charlie, soy la mujer que firmó los papeles apenas hace unos días.
— me imagino que viene por el trabajo de cámaras de seguridad, ¿Verdad?
— sí, exactamente a eso vine, aquí tiene los papeles firmados.
Entonces le di los papeles ya listos para el trabajo.
— te llamas Charlie?
— exactamente sí.
— mi nombre es Jackson, soy el dueño del lugar y la verdad esque se me hace raro que te haga interés este lugar.
— ni se preocupe, todo está bien.
— eso dicen todos hasta que les ago las preguntas.
— ¿que preguntas?
— bueno Charlie, tengo que hacer unas preguntas si esque quieres trabajar aquí.
— muy bien.
Entonces el se sienta y yo hago lo mismo.
Al final se me queda viendo y me entrega una hoja de papel donde venían las preguntas.

¿No le tienes miedo a las máquinas?
— no...

¿No le temes a la oscuridad?
— depende en qué situación.

¿Puedes aguantar 6 noches?
— supongo que sí.

¿Le temes a las cosas que tengan vida propia?
—....

En ese momento me quedé paralizada en el asiento, miré a mi alrededor y todo estaba tranquilo. Entonces pensé muy bien lo que tenía que responder.
Al final puse un no y ya.

— muy bien Charlie, ahora dime si estás segura de esto.
Miré a Jackson con miedo y entonces respondí que sí.
— está bien, si puedo.
— okey Charlie, mañana a las 10:00 de la noche te estaré esperando aquí para darte las llaves del lugar.
— okey, gracias...
Me levanté del asiento y me fuí directo al pasillo, dónde las paredes eran grises con cuadros de color blanco y negro, algunos globos y mesas con platos intactos.
Literalmente supongo que es así, al igual que algunos pasillos en los que la luz no llegaba hasta el final.
O eso pensé hasta que ví un pasillo extenso que a lo lejos se podía alcanzar a ver una puerta roja con unas letras brillantes neón color rojo intenso que decían salida.
Literal eso era lo que estaba en esa puerta que se ve con rasguños y manchada de algo.
Pero solo eso alcancé a ver, ya que tenía que irme y no pude ver más detalles hacerca de lo que estaba al otro lado de la puerta.
Pero supongo que de seguro estaba la salida al exterior, al exterior del bosque, donde la luz nunca llega y jamás llegará para iluminar todo lo hermoso que esconden las sombras.

Abrí despacio la puerta y me fuí directo a la parada del camión, dónde mejor tomaría un taxi, ya que ah esta hora no creo que pase alguno por aquí.
Al llegar veo que todo está solo, lo único que avía era un poste de luz y abajo donde la luz ilumina estaba una banca, se veía desgastada, su pintura negra tenía manchas de otras cosas como pintura y esas cosas.
A mí alrededor no avía nada, solo la oscuridad y otro poste de luz que iluminaba la carretera, literalmente espero que llegue algún taxi para volver a casa.
Entonces a lo lejos veía unas luces de algunos carros que pasaban a esta hora.
Entonces hice una señal de parada, y un taxi se detuvo para llevarme a casa.
— a dónde la llevo señorita?
— a la calle 55 del barrio del norte.
— muy bien, serían 150$
— muy bien, aquí tiene.
Entonces el taxista condujo hasta aquel lugar donde estaba mi casa.
Miré por la ventana y entonces siento que algo vibra en mi bolsa.
Era una llamada de Eli.
— bueno?
— hola maldita, que tal Charlie?
— que sucede Eli.
— pues mira, ya ves que vas a trabajar en esa pizzería.
— sí?
— pues yo también voy a entrar a trabajar ahí amiga.
— hablas encerio verdad?!
— pues obvio perra, que creés? Que te dejaré sola? Ni lo pienses.
— hayy Eli como me caes bien amiga.
— lose Charlie, bueno, me tengo que ir.
— está bien, bay.
— bye.
Guardé el celular y al ver por la ventana me di cuenta de que estaba llegando a dónde es mi hogar.
— listo señorita, aquí es.
— gracias.
Entonces bajé del taxi y caminé por las calles iluminadas y con algunos puestos con luces, las casas de madera oscura y la nieve caía tan despacio que sentía hasta nostalgia.
Me preguntó que fue antes de esa pizzería, por qué está abandonada y ocupan trabajadores para las cámaras de seguridad y limpieza.
Bueno, al final de cuentas eso ya es cosa que sabré muy pronto.

Muy pronto.

FIVE NIGHTS AT FREDDY'S 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora