Otro libro terminado.
Otro cambio de realidad llevado a cabo.
Y, a pesar de enfrentarme a dragones y brujas sin un temblor de manos,
el dolor de seguir siendo yo misma acude.
Las tonalidades aburridas de mi vida me consumen.
De pronto estoy sola,
la irrealidad de mis únicos amigos me destroza.
¿Cuándo fue que los libros se volvieron mi vida?
¿Cuándo fue que el dolor de no ser parte de esos mundos se convirtió en mi día a día?
Quizás, dentro de mucho,
volveré a ser capaz de acabar una historia,
sin miedo a ahondar en la mía propia.
ESTÁS LEYENDO
Sentimientos embotellados
PoetryA veces me da la sensación de que el mundo gira alrededor del amor romántico, y que la mayoría de nuestra cultura hoy en día se basa ello, dejando de lado el resto de sentimientos. Nunca me he enamorado, y por tanto nunca me han roto el corazón, as...