Tic tac

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Días pasan y se van,

Años pasan y se van.

Mientras tu sigues retenida, incapaz de avanzar,

con la única esperanza de que alguien detecte tu enfermedad.

Irónico, ¿no?

Al fin y al cabo, cuando alguien pregunta, tú te obstinas en negar.

Niegas y sonríes, prohibiéndote llorar.

Todo lo reprimes,

tus sentimientos en declive.

Si no demuestras sus efectos sobre ti,

terminarás dejando de sentir,

el dolor se extinguirá

y el resto de emociones le seguirán.

Total, ¿qué más da?

La alegría dejará de formar parte de tu vida,

pero mejor eso que vivir en constante agonía.

Y, ¿quién sabe?

Quizás esos poetas tenían razón,

y la felicidad no es mas que la ausencia de dolor.

Sentimientos embotelladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora