02

350 45 70
                                    

A la mañana siguiente, Tom se despertó cuando escucho un estruendo en el primer piso.

Se levantó apresurado, nada más con su pantalón bajo las escaleras a toda prisa.

Toda, absolutamente toda la casa estaba impecable, el piso de mármol estaba brillando de lo limpio que estaba, los muebles no tenían ni un solo gramo de polvo. Tom estaba impresionado, el no había llamado a la limpieza está semana.

Bill miro los pedazos de vidrio que estaban regados en sus pies.

Llevaba toda la noche despierto.

Él inocentemente había revisado la estructura de una ventana que estaba en la cocina, su sistema había detectado que está estaba mal colocada y el quería arreglarla para Tom.
Sin embargo tropezó con la mesa y la ventana, o al menos el cristal, está hecha añicos. Además de que sentía algo raro en su tobillo derecho.

Tom miró el desastre de la cocina desde la puerta de la entrada. Uno de los pálidos tobillos de Bill tenia una pequeña cortada, que dejaba ver un hilo de sangre roja que comenzaba a salir.

-¿Qué hiciste Bill?.- pregunto Tom llendo al almacén por una escoba.
El tono de Tom era cauteloso, no quería que Bill descubríera el nerviosismo aún.

-Yo estuve limpiando durante toda la noche, te felicito, tu casa tiene una excelente estructura de duración, cada pared es resistente a algún desastre...mm ¿Cómo se dice?.- trato de recordar el pelinegro.- Ah sí, desastre natural.

-Bill no tenías que hacer eso.- menciono Tom con ternura.

- Es que estoy agradecido contigo por no dejarme en el laboratorio. Continuando con lo anterior, deje tu casa lo suficientemente limpia espero, solo que la formación de esta ventana-suspiro.- estaba mal, su estructura no era confiable y lo más probable es que se hubiera podido caer en cualquier momento. Intenté arreglarlo pero...tuve ese pequeño error.- señaló los cristales en el suelo.- Lo siento.

Tom estaba impresionado por toda la información que Bill había adquirido mientras el dormía. Se suponía que el trabajaría todo eso con el.
Estaba enternecido, las acciones de Bill sonaban tan dulces.

-Esta bien, te agradezco por limpiar todo este lug-

-Tu estudio, biblioteca, laboratorio y demás también están limpios, espero que no te moleste que haya visto..todo.- Tom quería gritar, Bill era simplemente encantador.

-Gracias Bill, enserio, espero poder recompensar esto pronto. Pero déjame limpiar esto.

Bill asintió y Tom barrió los cristales del suelo, con cuidado de que no volará ninguno y que no se lastimaran.

- También necesito tu tobillo, tuviste un pequeño accidente y no quiero que se te infecte.- realmente no sabía si se le podía infectar ya que todo de Bill era artificial, únicamente esencia de lo humano.
Solo que a Tom le había nacido decir eso, quería estar cerca de Bill.

Fue entonces cuando Bill miro su pequeña herida, oh, esa cosa pequeña era la que lo molestaba.

Tom saco su pequeño botiquín de emergencia que tenía en la cocina.

Sento a Bill en la barra de desayuno, preparo lo que necesitaba para limpiar y "vendar" el raspón. Bill lo observaba curioso desde arriba, mirando al científico como limpiaba su herida, analizando lo que estaba haciendo.

-Listo, si sana como debería ser, haremos unos estudios.- asintió el trenzado. El otro lo imitó.

Ahora su tobillo no le molestaba, estaba como antes de tener el raspón.

-Ya está Tom, no siento nada.- Dijo con una sonrisa pillina.

El mencionado lo miro sorprendido, tenía literalmente 3 minutos de que había vendado el tobillo y ¡ya estaba curado!, sin duda alguna tendría que hacer los estudios cuánto antes.
Pero antes tenía que comer algo, sentía que su estómago le exigía comida.

- Bill, vamos a comer, te invito.- sonrió.

El nombrado asintió con una sonrisa, para después decirle que no tenía ropa, a lo que Tom le ofreció amablemente parte de la suya.
Después de eso se encontraban en la camioneta de Tom.

-¿A dónde vamos Tom?.- pregunto Bill con las manos entre sus piernas.

- A un café cerca de aquí.

¿Qué debería hacer?, se preguntaba Tom.

Nada, por ahora solo ir a comer.

Llegaron a una pequeña cafetería, colores neutros y ancianos dentro tomando café.
Tom se estacionó frente de ella y bajo del auto para abrirle la puerta Bill. Mhmm, le gustaba el nombre Bill Bill Bill.

- Es bonita.- dijo el pelinegro, Tom asintió mientras entraban.

Pidió un café para él y un té para Bill, ya que aún no sabía bien lo de el café, en el prototipo estaba hecho para poder consumir alimentos, nada pesado por supuesto. Pero aún así no se quería arriesgar con el café así que el té era una buena opción.

- Es té de arándanos.- dijo Bill oliendo el vapor que provenía de el vaso.

- Exacto, ahora bebe.

Bill obedeció y lo tomó, el líquido caliente desendia por su garganta, no estaba mal.

Tom lo observó mientras él mismo tomaba de su bebida, tan delicioso como siempre.

- Sabe bien, me gusta.- asintio Bill.

- Me alegro.- pensó un poco.- ¿Qué sabés?

Bill pestañeo varias veces antes de responder.- Pues hasta ahora limpiar.

Se miraron unos segundos hasta que Tom movió la cabeza rompiendo el contacto visual.
Después de terminar todo y salir Tom se dirigía al supermercado, para comprar cosas que le hacían falta en la casa.

Bill sin decir nada solo lo seguía.

Proyecto Humanoid [Twc nr] (Toll)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora