¡no mires! › kookmin. +18

¡No mires! O4

Jimin.

Me moví nervioso en la casa de Jungkook, miraba a mi madre con molestia ya era lo suficiente maduro para cuidarme ¿por qué tenía que quedarme dos semanas con el vecino?¿desde cuándo tienen tanta confianza Jungkook y mi madre? No lo sé pero mi madre me dejó en bandeja de plata para el, cosa que no me quejo tanto. Si, planeaba que pasara, pero no sé. Queria esperar mas. Mi madre se fue dejándome sólo con Jungkook m

—¿Donde...

No pude terminar cuando mis labios fueron atacados por los de Jungkook, correspondí con gusto, pasando mis brazos en su cuello, el pasó sus manos por mi cintura luego las bajó a mi trasero empezandolo a masajear, se siente tan bien, mi miembro se empezó a poner duro y Jungkook metió la mano a mi pantalón tocándo más mi trasero.

—Mm~

Gemí en sus labios, mi pantalón apretaba, pero se separa dejandome agitado y deseoso de el.

—Debo ir a trabajar, utiliza tus manos Jiminie.

Sacó sus manos e iba a salir de la casa, yo rápidamente grité.

—¡Oh! ¡Que malo! Sal de aquí y olvidate de tocarme.

—Por como te puse estoy seguro que no te negarás mucho.

Suspiro completamente rojo.

Jungkook.

Sonreí para salir, sino hubiera caído. Fuí al trabajo, estuve pensando en Jimin en todo momento, realmente ni trabajé. Me fuí de regreso a casa y entré, todo está apagado.

—¿Jimin?

Lo busqué en todos lado hasta llegar a mi cuarto, el estaba ahí con el cabello un poco mojado en bata, me mordi el labio.

—Jimin...

Me miró sonriente y se quitó la bata dejándome ver por primer vez su cuerpo entero, mordi mi labio, de cerca su cuerpo es más bonito, me acerqué y lo besé de manera lenta pasando mis manos por su torso hasta llegar a su trasero el cual aprieto.

—Mmm~

Lo guio hasta la cama, ese gemido de su parte hizo que termine de estar duro por completo, me separé de sus labios me quite la camisa y desabroché mi pantalón.

—Eres tan bonito.

Me acerco empezando a besar su cuello dejando tantas marcas como me sean posibles, todos debían saber que es mío. Bajé hasta su abdomen para después lamer su miembro.

—Ahhh~

Jimin gimió, se mira hermoso sonrojado, me quité lo que me quedaba de ropa dejando mi erección a la vista, sonrio ante la expresión de Jimin ya que se miró un poco asustado.

—Seré cuidadoso.

Jimin.

Me sentía nervioso era más grande de cerca...¡demasiado! vi a Jungkook sacar lubricante, se lubricó los dedos y separó mis piernas, solo tapo mi rostro avergonzado.

—Déjame verte.

Pidió e hice caso quitando mis manos de mi rostro, en eso siento como mete un dedo en mi, moviendo en circulos.

—¡Ahh...Jungkook!.

Gemí, se sentía tan raro pero ¿bien? continuó metiendo el segundo con este imitó a una tijeras, poco a poco se sentía mejor, luego el tercero, metía y sacaba sus dedos de mi.

—Joder Jungkook.

El me miraba atentó, sacó sus dedos para luego besarme.

—¡MMM!

Lo metió a mi, de una dolía pero también ¿se sentía bien? el se quedó quieto y se dedicó a besarme poco a poco me relajé, el tomó mi miembro.

—Mgh~

Jungkook gimió empezando a embestirme de manera lenta.

—Tan apretado.

Me sonrojé por lo que dijo, empecé a soltar gemidos completamente avergonzado.

Jungkook.

Estar en el, era como el paraíso, su cuerpo hermoso lleno de mis marcas, lo apretado que es, sentía venirme con sólo verlo pero continuo embistiendolo de manera lenta.

—M-mas kookie~

No tuvo que decir más para empezar a penetrarlo con fuerza, puse sus lindas piernas en mis hombros y lo tomé de sus caderas, con brusquedad marcando mis dedos en su blanca piel, lo penetraba cada vez más fuerte.

Jimin.

Es tan bueno se siente tan bien cada vez que entraba, como su manos poseen mis caderas, todo era excitante hasta el sonido de nuestras pieles chocando.

—Joder~

Lo escuché murmurar, el empezó a masturbar mi miembro haciendo que gima con más fuerza.

—¡si, ahí! ¡Koo!

Dije sintiendo una ola de placer recorrer mi cuerpo, el estaba dando mi punto.

Jungkook.

Continuo penetrando con fuerza contra su punto maltratandolo.

—¡Jungkook!

Gimió mi nombre corriendose, apretó su entrada así que lo penetre con fuerza corriendome adentro de el, mi respiración era entrecortado, salí de el.

—Me encantas Jiminie.