Capítulo 9 ❣️

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Lorena

La fiesta fue una tortura, no podía parar de pensar en Max ahí esperándome.

Intenté llamarlo, pero me dio ocupado.

Juro que intenté zafarme, pero no paraba de preguntar por mi trabajo y mi padre me tenía chequeada.

A la una tras inventar una supuesta jaqueca salí a toda marcha a buscar a Max.

El restaurante estaba cerrado, así que supuse estaba en casa.

Llegué hasta el frente, la mansión de los Ferrer se parecía mucho a mi antigua casa.

Pensé en mandarlo todo a la mierda y entrar, pero recordé que era la prometida de Thyler y usé eso para que me dejaran entrar.

Con discreción claro.

Cuando me estaba bajando del coche vi a una chica salir y le pregunté por la habitación de Max.

Era oscuro y pensé que era del personal, pero cuando se acercó para responder me fijé que era una chica preciosa de pelo negro rizado y ojos miel.

— La habitación de Max es la segunda a la izquierda del tercer piso. Pero ahora mismo lo acabo de dejar dormido en su cama. No es un bien momento, mejor ven otro día.

La rabia me carcomía por dentro, el muy gilipollas se había tirado a otra sin dejarme explicar que fue lo que pasó.

Ahora sí que no me sentía culpable, el gilipollas merecía el plantón.

Intenté llamarlo, pero su teléfono seguía apagado. Supuse que se le había pasado el encoñe al crío y me dije a mí misma que era lo mejor.

Aunque no pude evitar llorar cuando estuve a solas en mi apartamento donde tenía tantos recuerdos con Max.

Pasaron dos semanas hasta que lo volví a ver y para colmo en una situación nada amena.

Me habían invitado a una de estás galas benéficas a las que tenías que ir para quedar bien pero que sabías que no hacían por ayudar, sino por alardear riqueza.

Salí un momento al baño cuando un borracho se intentó sobrepasar conmigo. Todo fue tan rápido que lo único que recuerdo fue ver a Max golpear al tío, el cual cayó al piso inconsciente.

— De nada fresita — dijo y se me quedó mirando.

— Escúchame bien niñato malcriado, si crees que por estar en esta aburrida fiesta vestido de camarero y salvarme de un idiota borracho me voy a volver a acostar contigo... — dije intentando mantener la distancia con Max porque no quería hacerme más daño.

— Tranquila, no pienso volver a acostarme contigo — dijo con tono seco mientras fruncía el ceño.

— ¿En serio? — pregunté mirándolo con una ceja alzada — Bueno es que hace tan sólo unos días corrías a mi alrededor pidiéndome que te enseñara a follar ¿lo olvidas?

Dije cruzando los brazos mientras exhibía mi mejor sonrisa triunfal o bueno, lo hacía, hasta que la suya opaco la mía al decirme.

— Eso fue antes de que me dejaras como gilipollas plantado en mi cumpleaños.

— No creo que te importara mucho ¿tardaste qué, veinte minutos en meter a otra tía en tu cama?

— ¿De qué hablas?

— No te hagas el tonto, esa noche no pude llegar a la cena porque tuve a acompañar a mi padre y no pude salir a tiempo. Llegué al restaurante y estaba cerrado, tu teléfono apagado, el de Thyler igual. Fui a tu casa y después de convencer a los guardias para dejarme entrar ¿Qué crees? Una chica muy guapa y con un vestido diminuto me dijo dónde quedaba tu habitación y me recomendó venir otro día porque te había dejado dormido en tu cama ¿Cuánto te demoraste en olvidarme, veinte minutos niñato idiota?

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2023 ⏰

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