lucid dreams - jenlisa

III. Cruel

—Lisa, por favor no vayas.

Rosé intentaba convencer a la menor de que no fuera al cumpleaños de Jennie, pues sabía que algo se traía entre manos.

Cuando la pelirosa se dio cuenta que su prima le había robado la cadena, llegó lo más pronto al instituto y se encontró con una sonriente Lisa que le dio las gracias.

Rosé le explicó lo que había pasado y Lisa le respondió que lo intuía, pero que aun así se había dado cuenta que Jennie no era tan mala como pensaba, contándole todo lo ocurrido.

La coreana estaba espantada por el comportamiento de su prima, era obvio que todo era una trampa pero no sabía como persuadir a Lisa, en especial cuando intentó decirle que la castaña y su padre no tuvieron una buena relación y que Jennie le había mentido, sin embargo Lisa le preguntó si era mentira que su padre había muerto y como era verdad, Rosé tuvo que admitir esa parte, incluyendo que efectivamente había muerto el mismo día que el cumpleaños de Jennie, lo que parecía ser suficiente para que Lisa decidiera confiar en la mayor.

—Estamos hablando de la misma persona que te ha tratado horrible, Lisa —La miró apenada—. La misma persona que me ha hecho todas las cosas que te he contado simplemente porque me empezó a odiar de un día para otro.

Lisa la miró dudosa y le sonrió tristemente.

—Quizás tengas razón pero también existe una posibilidad que Jennie no sea tan mala y si logro acercarme a ella, puedo intentar que ustedes sean cercanas otra vez —Le sugirió con inocencia.

—Lisa, ella ni siquiera me ha invitado a su cumpleaños.

—Ah, sobre eso —Su sonrisa se hizo más grande—. Me ha pedido que te diga que también estás invitada.

—¿Y por qué no lo hace ella? —Se cruzó de brazos con enfado.

—Tal vez no quiera enfrentarte después de haberte sacado la cadena del bolso, ¿no crees?

—No lo sé, Lisa... Todo esto suena demasiado falso, Jennie es cruel.

—Tal vez así lo sea y tendré que aprenderlo por las malas... pero ¿qué puede hacer que ya no me haya hecho? —Se encogió de hombros—. Además si me acompañas, no creo que me pase nada malo...

La pelinegra llevó una de sus manos por debajo de la mesa y tomó la de la contraria, haciendo que Rosé se ruborizara y sintiera algo que jamás había sentido antes.

—Pero...

Lisa puso un leve puchero en sus labios y Rosé puso los ojos en blanco.

—No es justo.

—¿Por qué lo dices?

—No es justo que seas tan tierna, ¡me estás manipulando!

Lisa se rió bajito, también sintiendo calidez en su corazón y un pequeño revoltijo en su estómago.

Desde hace dos años sabía que le atraían las chicas y hace un año su secreto fue descubierto en su anterior instituto, todo el acoso fue suficiente para que Lisa quisiera empezar de 0 en uno nuevo, pero Rosé le estaba poniendo las cosas difíciles, si le seguía provocando cosas como las que estaba sintiendo ahora, la gente comenzaría a sospechar.

Y eso no era nada bueno.

                                      🎂

Jiyeon puso sus manos en los hombros de su hija que se estaba mirando al espejo.

—Estás preciosa, cariño.

Jennie sonrió con satisfacción.

Su cabello brillaba, su maquillaje era perfecto y su outfit de dos piezas era lo que siempre había querido.