XVIII. Infierno

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Bueno, este es un capítulo bastante largo, así que háganse un té y piensen que es una maratón porque equivale a casi tres capítulos.

Tal vez hubiera sido más conveniente para mí dividirlo, pero no tendría sentido y se perdería el hilo, así que decidí que lo mejor sería publicar todo como uno solo.

Disfruten y lean.

🥀

Jennie lo intentó.

Realmente lo intentó.

Quería que las cosas cambiaran.

Quería pensar que estaba a tiempo.

Quería creer que podría vencer a sus demonios.

Pero no.

Todo era una estupidez.

Una jodida ilusión que solo un tonto podía creer.

Ella misma se lo había buscado.

Todo era su culpa porque quién había creado aquel infierno del que no podía salir había sido ella.

Nadie más que ella.

Tan solo había pasado un poco más de un mes de clases y la hoja de objetivos en su diario estaba totalmente empapada de lágrimas.

De los seis objetivos, cinco estaban rayados de forma errática dando a entender que le sería imposible cumplirlos.

“Ganar el campeonato de animadoras”.

Faltaban meses para que pudieran competir pero Jennie había perdido cualquier esperanza de ganarlo.

Doyeon se había cambiado al instituto rival sin siquiera avisar y ahora no solo habían perdido a la mejor de su equipo, sino que competirían contra ella.

También expulsaron a su entrenadora y en su lugar colocaron a una mujer que en vez de concentrarse en realizar buenas rutinas, solo le importaba que pudieran hacer trucos extremadamente arriesgados que ponían en peligro su bienestar.

Cuando Jennie como capitana se opuso a aquello, se ganó cierto rechazo de la mujer que se atrevió incluso a preguntarle cómo había logrado quedar en el equipo.

La humilló frente a todas al decirle eso, no era nada sutil que la nueva entrenadora pensaba que era muy mala y desde ese día siempre le lanzaba alguno que otro comentario venenoso durante las prácticas.

Nayeon le insistió en que debía hacerle algo para ponerla en su lugar, y es que hace un año atrás ni siquiera hubiera necesitado que se lo dijeran, tendría un plan más que listo ese mismo día.

Averiguaría algún secreto sucio y la expondría frente a todos sin siquiera pensar en las consecuencias.

Pero ahora...

Se había prometido a sí misma dejar de ser ese tipo de persona.

Jennie no le pidió nada a Nayeon, pero ésta igual terminó descubriendo que aquella mujer de apellido Choi estaba teniendo una aventura con nada más que el director del instituto.

Todo tenía sentido.

Las cuatro estaban enfadadas por la expulsión de su antigua entrenadora y ahora lo estaban aún más al saber la razón de fondo.

Sin embargo, Nayeon también había encontrado ciertos antecedentes del esposo de la entrenadora Choi.

Antecedentes de violencia intrafamiliar.

La golpeaba.

Nayeon e Irene no sintieron lástima alguna pero Jennie se negó totalmente a exponer la infidelidad.

lucid dreams - jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora