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Argentina se despertó lentamente, había dormido tan bien que se sentía una con la cama. Con mucho esfuerzo se levantó, estiró y bajo las escaleras, no tenía ganas de nada, pero si de comer, así que eso hizo "café con facturas de dulce de leche" un desayuno de Dioses... Según ella.

Mientras degustaba el dulce de leche repostero, el sonido de su timbre le arruinó el tranquilo momento. De mala gana se levantó y abrió la puerta

-Si?-
su famosa cara de orto se hizo presente, mirando con un poco de molestia al hombre

-Usted es la señora argentina?- era un amable y joven cartero con un paquete en manos

-Señora no, pero si soy argentina, y quién chota envío esto?- ella miro el paquete, no había pedido nada por mercado libre así que era extraño, pero no se quejaba de algo posiblemente gratis

-Éste paquete es para usted! El que lo envio fue un anónimo- extendió sus brazos para entregarle al paquete a Argentina

-Posta?- rápidamente lo agarró -No tengo que pagar nada, no? -miro con curiosidad la caja, era pequeña, pero con un lindo listón de color violeta... que bien! Ese era su color favorito

-Nop!, solo debe firmar aquí y listo! Para confirmar que el envío fue recibido- -Extendió una hoja y una lapicera/boligrafo-

Obvio que firmó, no sabía ni que estaba firmando, pero hey! Cómo negarse a algo gratis? Y mejor aún! Una linda caja con un moño re lindo
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Ahora Argentina tenía el paquete en la mesa, desató el listón y abrió la caja... Habían varias cosas que casualmente eran del gusto de ella, cómo el té de menta, jengibre y limón, un frasco de café, varios chocolates de la marca Milka y... una carta?.
Con cuidado saco la carta y la leyó mientras se comía un chocolate:

"¡Argentina! Espero que te haya gustado el regalo, me gusta bastante estar contigo, te extraño y espero volver a vernos. Por favor, si te sientes mal o deprimida, solo piensa en mí y vendré a por ti!
¡Nos vemos pronto!"

No estaba firmada por nadie, ni siquiera una inicial

-Seguramente habrá sido Chile!... aunque conociéndolo bien él sería más capaz de regalarme un porro- murmuro para si misma y pensando quien podría darle un regalo así -Tal vez Brasil?, pero el wacho no me regala nada, de pedo lo hace en mí cumpleaños...-

No quería aceptar el hecho de que no era ninguno de sus amigos, ya que mínimo la hubieran firmado con sus nombres, pero... ¿Quién más podría ser? Nadie la conoce tan bien para regalarle estas cosas
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Argentina se encontraba tomando mates con algunos dulces que llegaron en la caja, capaz estaban envenenados, pero mínimo moriría con la panza llena, no?. Mientras tomaba mates, siguió pensando quién carajos podría ser el que le envío esa caja, sabía que ella era una chica linda, no era de extrañar que tuviera algún que otro pretendiente... De repente una persona llego a su mente... Bangladesh! Si, seguramente fue ella, a pesar de que rompieron hace meses, sabía que Bangladesh tenía actitudes... Para nada normales hacia ella

-Ay no... Ella si que me conoce bien, aunque... Pondría su inicial o alguna señal de que fue ella la responsable de ésto, pero a veces era media olvidadiza-
Argentina llego a una conclusión... Si fue su ex entonces... Podría consumir todo lo que había dentro del regalo!
-Ay soy tan genia-
se auto-halago mientras se comía el chocolate Milka oreo
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-Making cookies for my love~-
Batió y batió la mezcla, imaginando todo su amor desparramado en estas galletas. Su reflejo se veía serio en contra la ventana, ella miraba atentamente cualquier animal que pasaba
El olor a galletas con chispas de chocolate inundó la cocina, Canadá sentía que estaba en un sueño, se había enamorado profundamente de esa chica, tenía que ser suya...

Ella se levantó de su sofá una vez que escucho su alarma indicando que ya había pasado una hora de cocción de las galletas, pero cuando agarro su teléfono, la alarma no dejaba de sonar! Canadá entró en un estado de desesperación

-merde merde merde- maldijo para si misma. Una brisa extremamente fría la hizo temblar -Pero que mierda...!?- ella estaba muy acostumbrada al frío, pero... Todo se sintió tan diferente

¿De dónde salió esa brisa? Su ventana estaba cerrada, no había chances de que la brisa se filtrara por algún hueco. Ella cayó de rodillas al suelo y su frente comenzó a doler, como si tuviera un afilado cuchillo amenazando esa zona

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-¡AH!- su grito hizo que algunos pájaros volarán del árbol donde ella estaba meditando -PUTAIN, ¿¡por qué me pasa esto a mí!?-  respiro agitadamente, estaba acostumbrada a tener visiones pero ésta superó a cualquier otra. Ahora tenía ganas de arrancarse la piel con sus propios dedos, había entrado en desesperación por su vivida visión, se había sentido amada y en compañía por unos momentos

Canadá intento calmarse y se quitó sus audífonos, se había quedado dormida mientras meditaba bajo un árbol. Pensó en todo lo que había visto, nunca había llegado al punto de ver la perspectiva de otra persona, esto NO era normal...

¿Quien era Argentina? Nunca la había visto en su vida
¿Por qué tuvo una visión con ella? No sabía, pero esa chica no era como el resto de países, hasta su intuición se lo decía y TENÍA que encontrarla.

Su información sobre ella era escasa, tal vez si se concentraba podría tener más información cuando medite, pero no iba a hacerlo ahora, su cabeza la estaba matando de dolor.
La joven se levantó del suelo y volvió a su cabaña para seguir pensando y además porque se venía una tormenta de nieve. Una vez entro a su hogar rompió en llanto, se había sentido tan enamorada y se lo habían arrebatado en cuestión de segundos...

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Nota: si ven que algo está escrito mal en inglés o francés pueden corregir (⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠). Y si tienen alguna duda sobre la historia seguramente más adelante se resolverán ;)

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