capitulo 5

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Creo que debo refrescar tu memoria niña - líder de los lobos

Rasguño la ropa de Caperucita y lo arrancó, el lobo al intentar defender a la niña los demás se abalanzaron hacia él. Una cabeza se hundió en la entrepierna de la chica, sentía una lengua larga y ancha  tocar cada centímetro de su entrada al final la punta de la lengua toco el clítoris haciendo gemir más la chica, él se levantó y abrio  las piernas de Caperucita para meter su grande y gordo pene, una vez dentro acercó las piernas más hacia él para meterlo más.
Empezo a moverse al principio lento luego rápido.

Vaya niña estás muy  mojada mi pene entra y sale sin ningún problema, me saliste bien  put* - líder de los lobos

Caperucita solo miraba hacia la nada con la mirada perdida recordando aquel día mientras gemía del placer que le daban. El lobo enseguida atacó al líder, Caperucita no podía estar de pie porque le temblaban las piernas y salía mucho  fluido.

Después de la pelea el lobo se acercó a Caperucita, le pregunto si quería volver a casa o seguir, ella  queria seguir para no regresar al bosque otra vez.

Fuiste sola al bosque - lobo
Hace unas semanas mi mamá me pidió recoger las cosas de mi abuela porque ahí está la herencia, fui pero no estabas así que entre - Caperucita
Es peligroso y más para una humana - lobo
Lo sé, todo iba bien pero me encontré a ese lobo, me tiró al piso rompió mi ropa, metió su lengua en mi vagina y después me penetró- Caperucita
Lo siento de verdad, me da coraje - lobo
No estás molesto o decepcionado - Caperucita
No, lo que te hicieron fue muy grave mis heridas no se comparan con tu dolor - lobo

Caperucita subió al lomo del lobo, después de tanto caminar por fin llegaron, el lobo al ver que se durmió caperucita no dijo nada se acercó a la casa y con su garra abrió la cerradura de la puerta, puso a la niña en el sillón y espero a que despertara o si no la despertaría. Por ratos escuchaba gemir a Caperucita y otros ella se metía los dedos y agarraba su pecho, ya que sus mente solo pensaba en lo que sucedió aquél día,
luego de haber entradado al bosque oscuro se encontró una bestia que se abalanzó sobre ella, él al estar encima de ella tuvo mucha ventaja, con su garra bajo la miniblusa que apenas cubría sus pechos, al chuparlos ella se resistía así que él agarro sus muñecas mientras él lamía los pezones, caperucita empezo a gemir. Soltó las muñecas y ella se dejaba tocar, rompió la tanga, no dudo en bajar su cabeza y sacar la enorme lengua para lenguentuar la vagina por ratos lo subcionaba para tomar los fluidos de Caperucita pero fue tanto placer que se relajo y durmió. Entonces cargo a la niña y se llevó a una cueva donde la acosto en una roca con hojas, al verla no dudo en seguir disfrutando del cuerpo de caperucita, decidió comerse la vagina de la chica pero sus gemidos atrajo a las demás bestias que se unieron al placer, uno chupaba un pecho y otro el otro, cuando soltó la vagina otro tomo lugar, algunos hicieron fila para probar la vagina de Caperucita mientras dormía, al abrir sus ojos veía como chupaban sus pechos y vagina, hasta que uno metió sus dedos al ver que muy mojada decidió meter su pene, la chica gemía demasiado hasta quedar agotada de tanto placer. Al día siguiente trato de huir pero al ser descubierta la tiraron al piso levantaron su trasero, y con la cabeza pegada al suelo mirando a un lado  lo metieron de golpe al principio fue despacio y luego rápido, hasta venirse.

El lobo sentía placer ver lo que hace la chica  al intentar despertarla no lo hacía gemía más y pedía sexo.

La caperucita roja y el lobo feroz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora