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"Sobredosis" de Romeo Santos se encuentra en multimedia










- ¿Ya están listas? ¿Ya nos vamos? ¿Qué horas son? ¿Ya es hora?

- ¿Porqué tanta preguntadera? ¿No que no querías ir? - Mayra me mira con una ceja arqueada.

- Pero ahora ya quiero.

- ¿Y eso a qué se debe? - me pregunta mi hermana.

- Se debe a que quiero aprender a bailar bachata, la clase pasada fué muy interesante y quiero repetirlo.

- ¿Te interesa aprender? - mi hermana me pregunta no muy convencida, pero yo asiento segura - Bien, por mí no hay ningún problema entonces - opina.

- Pues bien, me parece genial - dice Mayra - Y espero que con éstas clases aprendas bien a mover la cadera.

Sonrío levemente - Te prometo que si ó si aprenderé a mover muy bien la cadera.









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Después de convencer a las chicas de irnos a nuestra clase, nos vestimos con ropa deportiva, en mi caso decidí usar una licra ésta vez.

Terminamos de desayunar y nos montamos en el auto de mi hermana. En todo el camino movía mi pierna ansiosamente. Podía recordar a la perfección cómo su intimidad se rozaba en mi trasero y con tan sólo imaginarlo todo mi cuerpo comenzaba a reaccionar. Mis hormonas estaban a tope y con una mujer cómo ella a mi lado con gusto mandaba mi cordura a la mierda.

Al diablo la estúpida de Loremy y hola a mi Instructora de Bachata.

No mentiré con decir que no sé mover mi cadera, estuve practicando en mi habitación y no lo hacía nada mal, pero si pidiéndole que me enseñe la tengo cerca fingiré que soy la peor bailarina del mundo.

Cuándo mi hermana por fin estaciona fuí la primero en bajar, nos colocamos nuestros brazaletes y comenzamos a caminar en dirección al salón.

El salón está más lleno de lo normal, pero por suerte nosotras tenemos nuestros lugares apartados.

Tomamos nuestras esterillas y comenzamos a calentar. Aldo salió de lo que parecía ser un cuarto especial y nos saludó enérgicamente a todos.

Nos pidió nuevamente cómo en la clase anterior que calentáramos y estiráramos con música relajante.

Todos mis sentidos hambrientos se activaron cuándo escuché un pequeño ruido de una puerta al cerrarse, giré mi cabeza y miré que ella venía saliendo con un pantalón deportivo y un top que se le amoldaba por el pecho dejando ver más tatuajes.

Ésta vez no coincidimos miradas.

- Buenos días a todos, ¿cómo están el día de hoy? - pregunta animadamente.

La Instructora De Bachata // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora