4

48 5 12
                                    




"El Malo" de Romeo Santos
se encuentra en multimedia ❤












Omnisciente











Sin duda el mal humor de Elyzabeth se notaba a distancia. La maldita frustración sexual la carcomía. No quería su mano, quería la mano de su instructora cómo nunca quiso algo antes en su vida.

¿Porqué era tan difícil?

La calentaba con sus adictivos pasos de baile y cuándo ella ya estaba lista para dar el siguiente paso simplemente la dejaba.

Y para aumentar su mal humor la mujer de hermoso físico con increíbles pasos e intensos ojos avellanas no abandonaba su cabeza.

Se estaba obsesionando, estaba claro.

Se suponía que ambas estaban solteras, ¿porqué Leidy no sólo la tomaba?

Estaba más que clara la intensa atracción sexual que sentían mutuamente, ¿porqué mierda se frenaba?

Podía sentir la textura de su lengua acariciando sus labios. Oh jodida mierda, estaba acabada.

La necesitaba, la malditamente necesitaba ya.

Y no saldría del salón sin estar por fin entre los brazos de la mujer que rondaba en sus sueños.










¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.








Elyzabeth.








- Deja de morderte las uñas, Ely, eso es asqueroso.

- Déjame.

- Desde que iniciamos las clases te has estado comportado demasiado rara - Alejandra me mira por el espejo retrovisor de su auto.

- Estoy bien, son cosas mías.

- Bien, no seguiremos preguntando entonces, pero haznos el favor de dejar de comerte esas putas uñas, Elyzabeth, me estresa que la gente haga eso - habla fastidiada.

Bufo y hago mis manos a un lado, pero al minuto siguiente vuelvo mis manos a mi boca.

Todo el camino restante Mayra me regaña diciendo que las uñas tienen bacterias y bla bla bla.

Al llegar al salón Alejandra aparca el auto y las 3 salimos al mismo tiempo adentrándonos en el salón de siempre.

Pareciera que a todo el mundo le entró la curiosidad de aprender a bailar bachata, pues las personas iban en aumento.

Mayra fué por nuestras esterillas y volvió entregándonoslas. Las 3 decidimos adelantarnos en los estiramientos mientras esperábamos a que Aldo llegara a dirigir.

La Instructora De Bachata // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora