Rutina

Prologo

La rutina es una costumbre o habito adquirido de hacer las cosas de manera más o menos automática y repetitiva sin reflexión, es decir, se hacen las cosas por mera práctica y de manera más o menos automática, estableciéndose por conveniencia personal que no permite modificación y que no puede desaparecer.

Así era la vida para Kao Noppakao, un hombre de piel clara, cabello negro y mirada oscura, se levanta todos los días a la misma hora 5:30 am en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos, su tiempo esta finamente distribuido, tiene exactamente 45 minutos para estar listo y salir al trabajo a las 6:15 am sin demora, el objetivo, evitar el tráfico de las atestadas calles de Bangkok que le provocaba un terrible dolor de cabeza, su llegada al trabajo siempre la hace a las 7:05 am, pero no se baja del auto inmediatamente, se queda allí sentado esperando el momento exacto de su hora de entrada y a las 7:59 am es que sale del mismo y se dirige al ascensor que lo llevara a su puesto de trabajo, justo a las 8:00 am, momento en el cual se sienta en su cubículo comenzando a teclear en la computadora, la contabilidad de aquella empresa no se hacía sola.

Cuando llega la hora del almuerzo, a diferencia de sus compañeros no se toma la hora completa, solo utiliza media hora, demasiado absorto en el trabajo como para holgazanear más de lo debido, así que continua con su labor hasta que se hacen las 5: 00 pm en punto, momento en el cual ya tendría todas sus cosas ordenadas y tomara su bolso, listo para volver a su hogar, en donde llegara y pasara dos horas de su tiempo ordenando el lugar, acomodando cada cosa en su sitio y limpiando hasta la última mota de polvo que pudiera haber sobre los muebles mientras escucha música clásica, terminando esa rutina ambientando el aire con la vela aromática que le corresponde a ese día.

Para la cena, también tiene un menú cuidadosamente estudiado, cada día de la semana es una comida distinta, se sienta solo en su mesa, degusta sus alimentos y luego lava todo lo ensuciado dejando la cocina impoluta, momento en el cual va a su oficina para relajarse antes de dormir.

Kao tiene un pasatiempo bastante particular, le gusta hacer maquetas a escala de cualquier cosa, esta vez trabaja en una de la localidad en donde vivía, era su proyecto más ambicioso hasta ahora, pero se sentía emocionado por la cantidad de detalles que habia conseguido realizar hasta ese momento, esa era su rutina diaria, nada salía fuera de su control, a menos que a su jefe se le ocurriera dejarle trabajo extra.

Lo cual significaba quedarse más tiempo en la oficina y recibir dinero extra por su labor, siempre respondía con la mejor disposición, aunque por dentro sus entrañas se retorcieran por el cambio de planes, por eso trataba de hacer todo lo más rápido posible, tardando por lo general una hora, cosa que le parecía demasiado y lo colocaba ansioso, era una hora perdida de su valioso tiempo, cuando eso ocurría conducía rápidamente a casa, ganando la ocasional multa de exceso de velocidad.

Cosa que también lo alteraba, su rutina no podía ser interrumpida, en esas ocasiones llegaba a casa apresurado a limpiar, la cena se arruinaba, era un tiempo que no podía permitirse tomar, así que solo sacaba de su nevera un jugo y se iba al sótano, en donde realizaría su segundo pasatiempo favorito y que solo surgía cuando su mundo se salía de la cotidianidad acostumbrada, era lo único que lo calmaba en momentos como ese.

El solo hecho de bajar las escaleras, comenzaría a calmarlo, encender la luz e ir directo a mirar su gran obra de arte, una que según su criterio no estaba completa, siempre faltaba algo para mejorarla, le daba la paz que tanto necesitaba, caminar hacia el escritorio y hecho un vistazo a los papeles que tenía sobre su nuevo proyecto era lo mejor del mundo, una sonrisa se pintaba en su rostro sabiendo que muy pronto su obra se ampliaría.

Era un hombre normal, conuna rutina que podría parecer normal, pero que ocultaba un gran secreto, uno que nadie llegaría a conocer.