Capitulo IV: La hora de la verdad.

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4/5.

Diciembre 2023.

La soleada tarde caía sobre la ciudad de Lima, Benjamín y July estaban tomando un café en la mesa de los Gonzales mientras que conversaban sobre la vida, pero había algo importante que el chico de ojos verdes tenía que decir.

— July. Tengo una buena y mala noticia que darte. — Benjamín miro seriamente a su amada.

— ¿Cómo? ¿Noticias? Me estás dando "miedito", Benja. ¿Ocurrió algo? — July se encontraba preocupada.

— Tranquila. Solo dime una cosa. ¿Te gustaría viajar? ¿Fuera del país? — Benjamín tomó las manos de July para darle tranquilidad.

— Nunca he salido de Recuay, ni mucho menos de Lima, creo que ni conozco la capital y eso que llevo "tiempito" aquí. Además, si hay que ir fuera, significa tomar un avión y eso me asusta ¡Me da miedo las alturas! . Solo he viajado por carretera y digamos que me fue mal la ultima vez. — July comenzó a respirar rápidamente como signo de la ansiedad que esta ocurriendo, aún tenía malos recuerdos respecto al accidente.

— Tranquila. No va pasar nada. Toma un poco de agua, quizás el café te está afectando. — Benjamín se levantó y fue a servirle agua a July de la jarra que estaba en el cocina. — Aquí está.

— Gracias, pero sigo sin entender lo que me estás diciendo. — La joven deja el vaso de agua en la mesa. — ¿Cual es la buena y mala noticia? ¡No! Mejor, dime la mala "primerito".

— July, tú sabes que en unas semanas me graduó de Ingeniería Industrial, obtendré mi título y vendrán mejores oportunidades de trabajo en lugares, que quizás aquí no pueda encontrar. He estado hablando con mis papás y considero que me gustaría seguir creciendo profesionalmente y eso significaría irme del Perú.

— ¿Qué? — La enferma empezó a sentir un nudo en la garganta. — ¿Me vas a dejar sola?

— ¡No! ¡No! ¡No! Si tú sabes como te quiero. — Benjamín acarició la mejilla de la chica. — Eso es la mala noticia y falta la buena. 

— Dímelo antes que me de un patatús. — July tomó otro sorbo de agua.

— ¡Nos vamos a Italia! ¡A Venecia! ¡Juntos! Yo sé que tu también vas a terminar tu carrera técnica y quieres ir a la universidad y no sabes la cantidad de universidades que puedes encontrar ahí, para que seas enfermera y quien sabe, llegarás a ser doctora. — July miró a su novio muy aturdida. — El viaje está programado para ir Roma pasearnos por ahí y luego llegar a Venecia, por enero, después de nuestras graduaciones, claro. ¡Es que lo he pensando todo!

— Benjamín. — La enfermera mira seriamente al chico pero el chico no dejaba de hablar.

— Yo ya he ido a Italia, es muy preciosa, vamos a poner conocer muchos lugares y aprender muchas cosas. Tu no te preocupes del idioma, hay academias que ayudan a los extranjeros a aprender y como sé que eres inteligente quizás después del verano ya estarás hablando de manera fluida. Iremos juntos, porque yo solo sé hablar lo básico y creo que se me había olvidado. Así que no estarás sola. ¡Tampoco te preocupes donde iremos a vivir! Mis papás tienen una casa de mis abuelos y podemos estar ahí. — Benjamín no podía dejar de hablar, el chico estaba muy ilusionado.

— Benja... — July intentaba parar que su novio dejará de divagar. 

— ¡Nos vamos a vivir a Italia, July! ¿Puedes creerlo? Va ser lo más bonito y romántico. — Benjamín se abalanzó para darle un abrazo de July que aún seguía sin poder decirle lo que sentía.


Por otro lado, Cristobal, quien fue hacer deporte como todas los mañanas, siempre dando vueltas por las Nuevas Lomas mientras corría, pero su serie había acabado, bajó el ritmo de su caminata y pasó por la casa de los Gonzales para dirigirse a su casa. Se recostó en la pared semi-construida de sus vecinos para tomar aire, pero sin querer se encontró a Benjamín y July conversando dentro. Así que se quedo al lado de la ventana sin saber la sorpresa que se iba tomar. 

Ahora, es mi turno. [crisly]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora