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Freen

Nam; - Dónde te metiste? -

- Yo... estaba arreglando algo, recordé algunas cosas -

Seng; - Que recordaste? -

- Bueno como los conocí y algunas otras cosas que no tienen tanta importancia -

Billy; - Esa es Rebecca?, fácilmente corre mas rápido que yo -

Voltee para verla, estaba sudando tanto.

Becky; - Llegue!!! perdónenme -

Se veía tan bien hasta cuando sudaba.

*: -Ya es hora de irse de chicos, el timbre no funciona! -

Vi como la cara de Rebecca cambia a un color rojo enojado.

Nop; - Ya se enojo la reina... -

Nam; - Me pregunto que hara -

Billy; - Apuesto 100 baht a que avienta algo -

Solo se fue a las duchas y no hizo ninguna expresión ni maldijo a nadie, por lo poco que sabia ya hubiese destruido media escuela.

- Ya mejor vámonos a la casa Seng -

Seng; - Ya sabes bien el camino? -

- Aprendí del mejor -

Todos ya estaban despidiéndose pero yo no dejaba de pensar en lo que había hecho Rebecca.

- Adios chicos! -

Seng; - Vamos rápido que tu mamá me invito a comer -

- Por qué no me dijo nada? -

Seng; - Es que la comida es con ella no contigo -

- Seguro? para irme a comer con tu mamá -

Seng; - Oye! eso sonó mal -

- Tambien lo tuyo -

Seng; - Yo soy gay oficialmente con medio mundo -

Nos fuimos riendo casi todo el camino a la casa hasta que pocas cuadras antes de llegar a la casa un coche negro polarizado parecía seguirnos.

- Si vez que desde hace rato nos viene siguiendo ese carro? -

Seng; - Mas vale que digan aqui corrio que aqui murió amonos -

Seng me tomo de la mano y salimos corriendo quedando a una cuadra de la casa.

- Me quede sin aire!, primero avisa -

Seng; - Bueno pero no te enojes -

- Maldita sea.... -

Vimos que el coche estaba estacionado y de el bajo...

Seng; - Quienes son... -

Era una chica con gafas oscuras, pelo corto y ropa muy a la moda. Atrás de ella estaban dos hombres robustos, ambos con gafas y ropa negra.

- No lo sé, pero solo de verlos dan miedo -

**; - No me recuerdas Freen... - dijo la chica con la voz algo ronca, no voy a negar que me provocó escalofríos

Las miradas no mientenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora