Plan D

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Plan D.


Atsushi había empezado a quedarse largos plazos en casa de los Akutagawa, ya tenia un algo de ropa cómoda en el armario del hermano mayor, también un cepillo de dientes y de cabello. Atsushi se aseguraba de tallarse al mafioso todas las mañanas, un gesto felino, dejando siempre su esencia en él y que todos lo sepan aun sin saberlo. Era suyo.

Los mafiosos y el agente salían juntos por la mañana, antes de una esquina para separarse, el mafioso solía tomar a Atsushi de la cintura, jalarlo hacia él y dejarle un enorme beso. Atsushi siempre terminaba sonrojado y despidiéndose alegre, Gin lo miro. Desde un principio sabía que quería conquistar a su hermano, pero la realidad es que no imagino que lo lograría.

Esa mañana, los Akutagawa llegaron a la base de la port mafia, allí estaba nuevamente Higuchi. – Akutagawa-senpai – grito alegre para correr hacia el par de hermanos. – he vuelto

- Si, ya te veo

Ambos Akutagawa como siempre, siguieron su camino, Higuchi ahora al lado del mayor, la rubia era algo tonta pero cuando se trataba de Akutagawa lo sabia todo, tenía un ligero aroma diferente, y una marca en el cuello alto, cerca de su oreja. Probablemente un mosquito.

Pasaron la mañana trabajando, Higuchi lo notó, su senpai no mandaba mensajes.

- Akutagawa-senpai - le llamo sacando al mafioso de sus pensamientos – vayamos a comer, es hora del almuerzo

- Cierto.

Todo lagarto negro se levantó, Higuchi una vez más como siempre a su lado. Cercanos a la salida, pudieron escuchar a su jefe directo, Nakahara Chuuya, pero no fue hasta que salieron de la base que lo vieron alterado – en serio, te estoy diciendo lo bastardo que eres

- Vamos Chuuya, solo es una pequeña y tierna invitación

- Ustedes están volviéndome loco – se quejo el mayor

- ¿Qué está pasando? Nakahara-san ¿necesita ayuda?

- ¿eh? – Chuuya los miro – lagarto negro, no pensé que estuvieran aquí – menciono - ¿van a comer?

- Si, es hora del almuerzo

- Vez Chuuya

- Aay cállate mosca muerta -se quejó Chuuya – bien, vamos

Akutagawa se mostro molesto, Atsushi estaba con Dazai bastante juntos, tan tierno e inocente como siempre, era jalado por el castaño como si nada, aquello lo molesto – Nakahara-san – grito Akutagawa - ¿podemos acompañarlo?

- ¿eh? – miro a los agentes – si es lo que quieren

- Muévanse – dijo el azabache al resto de lagarto negro

Entonces así fue como terminaron caminando al restaurante, Dazai seguía sin soltar a Atsushi y pelear con Chuuya dejando al joven agente en medio de sus peleas. Por su parte, Higuchi intentaba distraer a Akutagawa, pero no conseguía nada.

Tachihara, Gin y Hirotsu prefirieron quedarse expectantes.


Una vez en el restaurante. Dazai había soltado a Atsushi dejándolo, pero a su lado, Akutagawa había tomado la iniciativa de ir a su lado haciendo a Atsushi sonrojarse ligeramente. Akutagawa lo tenía presente. "mi novio es un chico amable y tímido, debo protegerlo de ellos". Si, así lo creía.

Hirotsu, Chuuya y Dazai terminaron platicando en grande, Higuchi al lado de Akutagawa cortaba la carne para el mayor, Atsushi la miraba de reojo, sonreía al mafioso. – necesito salir un momento – menciono Atsushi librándose de los mayores

- Atsushi-kun debes volver – dijo Dazai

- Claro, no tardo

En cuanto Atsushi salió, Akutagawa se relajó, entonces Higuchi lo supo, el culpable era el chico tigre, como siempre.

Higuchi salió con cuidado detrás del tigre, lo había visto entrar al balcón del restaurante, sigilosamente fue hacia el mismo lugar, abrió la puerta, una vez dentro cerro y la pierna del tigre atravesó su camino, golpeando con fuerza la pared, se miraron el uno al otro. El joven tigre tenia sus ojos amarillos, sus brazos cruzados y si, su pierna frente aquella chica. – Ichiyo Higuchi – le llamo con molestia - ¿Qué haces viniendo tras de mí?

- Tu presencia molesta a Akutagawa-senpai, mi deber es acabar contigo

- ¿segura de eso?

- Hombre tigre, no subestimes mi habilidad

- No lo hago, por eso te lo advierto de una vez – señalo hacia la mesa – ese chico – le sonrió señalándose – me pertenece

Higuchi pudo notarlo, el ambiente no era algo de guerra contra organizaciones, no, la guerra era contra ella.

Una guerra por Akutagawa Ryunosuke que sin saberlo, la tenía perdida. 



...

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Forever mine | Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora