Forever mine | Shin Soukoku

Plan C-2

Era plena noche, Atsushi podía ver como Akutagawa traspiraba sobre la cama, él por su parte, incluso estaba tapado, entonces, se destapo y miro al mayor – Akutagawa ¿estas bien?

- Claro que si – dijo firme – no es nada

- ¿seguro?

- Jinko, cállate

El teléfono de Atsushi había comenzado a sonar, una alarma claro, y por supuesto estaba del lado de Akutagawa - ¿puedes pasármelo?

- Tómalo tu – respondió molesto

Atsushi se estiro sobre el mafioso alcanzando su celular, nuevamente esa pose, el mafioso giro su cabeza, y si, el lindo traserito del agente descubierto de nuevo. Atsushi se hacia el tonto un poco más. Akutagawa probablemente intoxicado por algo, llevo su mano a aquel glúteo, caso que hizo a Atsushi quejarse en un tierno gemido, casi como un maullido

Ambos se miraron totalmente rojos. Akutagawa lo tomo y tiro sobre la cama, Atsushi lo miro sorprendido – A-Akutagawa

- Tengo mucho calor Jinko, pero eso me hizo no sé, creo que ayudará

- ¿e-eh?

Akutagawa por fin había levantado la sudadera del menor, este sonrió – Akutagawa, no ¿Qué haces? – el mafioso lo ignoro y comenzó a lamer su pecho. El joven agente lo tenia por fin.

Akutagawa continuaba lamiendo y el agente le apoyo discretamente abriendo sus piernas, ayudándolo a acomodarse mejor y, sobre todo, que sintiera lo bien que lo hacia sentir. Su atacante no escatimo en lamer su pezón haciendo al joven e inocente tigre gemir por su acción.

Akutagawa sentía que enloquecería en cualquier momento.

Sostuvo su rostro, estaba avergonzado, pero al levantarse lo pudo ver completo. La sudadera aun puesta pero levantada, el rostro rojo de Atsushi, su miembro erecto y las líneas de saliva en todo su cuerpo.

El rostro del menor era erótico, inocente y profanado, el azabache lo miro con total ternura – A-Akutagawa, no has dejado de tocarme – se quejo

- No, y no quiero hacerlo...

Atsushi lo había sentido hace rato, quizá exagero con la pastilla que le dio Dazai, podía sentir el bulto en la entrepierna del mafioso, pero, aun así, estaba dispuesto a eso para atraparlo.

Llevo sus pies desnudos al pans del mayor, usando los dedos de sus pies le sonrió – Akutagawa, aquí esta duro

El mayor estaba enloqueciendo, aquello dolía, pero también le gustaba

- Jinko, tú sabes... ¿Qué es eso?

- Yo... bueno, he visto cómo hacerlo – respondió Atsushi apenado

- Quizá, ya no soy un niño, y esto... Es la primera vez que me pasa esto ¿sabes?

- ¿sí? Yo... entiendo, creo – respondió inocente - ¿puedo ayudarte?

- ¿quieres ayudarme?

- Si... en lo que pueda

Akutagawa lo miro ¿Cómo podía ser tan tierno? Inocente, iba a usarlo, pero no, debía ser responsable si decía la palabra. Akutagawa lo miro, acerco su rostro al de Atsushi – Gracias por tu ayuda... Estaré en deuda contigo.

Atsushi en ese momento sintió dos dedos entrar, era rudo así que no pudo evitar gemir con fuerza, tapo su boca pensando en Gin, pero el mayor era demasiado rudo, los dedos entraban a lo largo y profundo, se expandían dentro haciendo al menor arquearse, Akutagawa disfruto de ello lamiendo la barbilla de Atsushi. le resultaba encantador.

No dejo pasar mucho para bajar su pans y acariciar la entrada del menor, Atsushi estaba respirando agitado, lo miro un momento, pero no, no podía soportarlo más. Entro en el menor haciendo a este quejarse una vez más. Lo golpeaba con firmeza y fuerza. Atsushi apretaba las sabanas

Lo miro tiernamente – A-Akutagawa, más despacio – se quejo

- Pídeme lo que quieras, menos eso

Atsushi abrazo el cuello del mayor, podía rasguñar sus hombros con ello – A-Akutagawa, no, no tan rápido

- No puedo cumplirte eso – repitió

- E-entonces, n-no me dejes – pidió – no me dejes nunca

Akutagawa trago saliva, lo miro y beso al agente, al separarse Atsushi lo miraba sorprendido – de acuerdo, jamás te dejaré.

Siguió golpeándolo con rapidez, Atsushi se sostuvo fuerte, estaba totalmente contento.

Lograron terminar, mirándose un momento a los ojos, agitados y adoloridos, Akutagawa volvió a besar a Atsushi. lo llevo devuelta a recostarse en la cama, y volvió a entrar, Atsushi despeinaba su cabello mientras el mafioso jugaba con sus pezones. Está vez no lo iba a dejar escapar.

Atsushi llego a la agencia por la mañana, un poco más tarde, pero por ser la primera vez, solo recibió un "no lo vuelvas a hacer" de parte de Kunikida.

A la hora del almuerzo, Dazai se llevo al joven tigre entre sus vendas - ¿Cómo te fue? – pregunto mientras caminaban por el centro

Atsushi sonrió – me lo hizo toda la madrugada y prometió no dejarme

- ¿dormiste?

- Para nada

- ¿usaste media pastilla?

- Oh si, me quedaba la duda, la use toda en un poco de leche

- Que bueno que tienes un tigre, si no se guro hoy no llegabas

Ambos comenzaron a reír

- Escucha – continuo Dazai – Higuchi debe llegar en algún momento

- Entiendo, pero ahora él es mío ¿verdad?

- ¿hasta que punto estas dispuesto a retenerlo?

Atsushi apretó sus manos – no quiero matar a nadie, pero... si es necesario, yo... la alejaré

- Bien, seguirás teniendo mi apoyo, pero piensa bien.

- ¿en qué?

- En como lo enamoraras perdidamente... y que no descubra que lo has planeado todo Atsushi-kun

Miro el cielo, era brillante y deslumbrante – El será mío por siempre...

Atsushi llego esa noche a la casa de Akutagawa, este tenía un delantal – Ryu – le llamo alegre - ¿Por qué me pediste venir?

- Te hice algo rico de cenar, es mi agradecimiento por lo de anoche

- No es necesario – menciono

El mafioso tomo al menor de su barbilla - ¿Qué dices? – se quejó – mi novio debe estar fuerte, anoche solo te quejabas de que iba rápido – menciono. Atsushi sonrió

- Está bien, comeré bien – añadió sonriente.

Akutagawa lo beso, Atsushi estaba realmente feliz, se separaron y volvieron al comedor. – Ryu

- ¿sí?

- ¿siempre seremos nosotros dos?

- ¿necesitamos algo más?

Atsushi sonrió.

Por fin era todo suyo.  

...

Originalmente este sería el final pero no, me hicieron hacer máses pura broma, tranquis, adoro cuando me dan tanto apoyo que me da por escribir más, quedan dos capítulos más

¡Gracias por leer!