Los rayos del sol llegan como el brillo de tus ojos.
Unos ojos hermosos comparados con el sonido de una ópera sinfónica, una ópera de cuatro vientos.
Cuatro vientos que reflejan una gran melodía como la de tus cuerdas bucales al hablar, así de hermoso es el escucharte hablar.
Hablar y hablar de lo que sea mientras sea contigo, contigo los rayos de luz, alrededor de nosotros, se siente como una brisa caliente, tan caliente como para derretir mi orgullo, por ti, tan caliente como tus manos cálidas al contacto con las mías.
Se siente como la primavera, una primavera llena de flores color carmín como tus mejillas, aromas exquisitos como tu sagrado perfume frutal y el sonido tan ligero de la naturaleza me recuerda a la tranquilidad que me haces sentir cuando me besas.