Dame la corona, dame tu anillo, dame el honor, el placer y el gusto de coronar tus tierras, dame certeza, dame cerezas de tus labios, dame esperanza, dame balanza, dame tierra, dame hierba, dame todo lo que tengas de ti, dame equilibrio y aquel trofeo será tuyo, ganado estaré. Aquello que tanto querías perder, piérdeme, pero piérdeme en tu campo, piérdeme en aquella torre, aquella torre Eiffel inclinada, búscame en la punta, en la meta te espero. Te espero por que espero de ti algo diferente, espero no seas otro ladrón que llega a tierras lejanas y se lleva hasta la ultima alma. Róbame, pero roba cada uno de mis talentos, apriétalos, aunque no sepas ni de qué hablar, háblame de mi, enamórame de mi, enamórate de mí. Escúchate de mí, piensa, sueña y actúa sobre mí. Por que solo de mi comprenderás que el silencio habla, las palabras son mudas, lo dulce es amargo y la decadencia lo es todo solo por que tengo y tienes algo que nadie tiene. Aquel algo, no es simple, pero simple es saber que no lo es. Pobre aquel que se enamore de mí. Ganas no te faltarán para ahorcarme de odio, dame amor de caramelo, derretirse por mí a ilusión, desnudarme de placer, matarme de deseo, gemir de tensión y venir de atracción. Enamórate de mi infierno y aquel villano matará por ti. Matará, humillará y morirá solo por tu cruel amor de espinas bañadas en oro. Oro color dulce. Dulce amor lento y tenso, tan tenso como la miel que se derrite por tu dulce piel ardiente, tan lento como la conexión de wifi, tan lenta y tensa es nuestra conexión. Conexión mutua, mutante sanguíneo vibrando, jadeando, babeando y llorando por tu amor. Amor obtenido del mar, tesoro fugaz. Estrella mía. AMAME
-Noah Alexander-