capitulo 2

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Un auto negro estaba en movimiento, y dentro de él se encontraba un castaño que se estaba matando de la risa mientras contaba una de sus historias pasadas. La diversión lo había invadido por completo, y su risa resonaba en el interior del vehículo. Sin embargo, Makima, que estaba sentada a su lado, lo observaba con un semblante neutral que resultaba extrañamente frío incluso para ella. Sus ojos recorrieron al castaño de pies a cabeza, como si buscara algo específico, algo que no había encontrado.

Notó su pecho desnudo, sus brazos algo desarrollados, la ausencia del ojo derecho y la cicatriz en su estómago, lo que sugería la posibilidad de que se hubiera quitado un riñón, pero no encontró la prueba definitiva que estaba buscando. Aunque el aroma del castaño era inconfundible, Makima necesitaba una confirmación más sólida para estar segura de que este era el individuo que tenía en mente, lo único que tenia era ese olor, ¿era el?.

 Su ídolo

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Su Salvador

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CHAINSAW MAN! 

-jaja en verdad se los digo chicos, fue lo mejor. - denji dirigió su mirada a los 2 hombres del frente. - Cambie las etiquetas y el muy idiota le llevo al jefe sal en vez de azúcar, si hubieran visto su cara de asco. . - comenzó a reír. - Ósea le corto la mano, La MANO!

-No debiste hacer eso denji, no era correcto.

Ese comentario hizo que chico parara de reír, cambio a una mirada seria y bostezara. 

-El se lo busco, señorita makima, me pateo en la cara una vez cuando decidí agarrar un pan que se le cayo. Ya estaba en el suelo, debió dármelo, ahora el se encuentra muerto... Y fue por su culpa.

-Como murió? - dijo algo curiosa  

- Pues... lo mate. 

El carro freno y todos bajaron, denji comenzó a caminar atrás de ellos, makima llamo al chico  para que lo acompaña a pedir algo en un puesto de comida.

-señorita makima.- ella volvió para mirar al castaño. 

-Dime, que sucede.

-Sus agujetas, señorita makima.

 -Ah, gracias.

Ella bajo su mirada para amarrar sus agujetas

*Sonido de beso*

Makima se levantó con una mirada seria y se dirigió a Denji, quien estaba tapándose la boca tratando de aguantar la risa. Sus ojos se encontraron en un silencio tenso que parecía cargar el aire de electricidad. A pesar de la seriedad de la situación, Denji no pudo evitar que una risa incontrolable se escapara de sus labios. La risa se apoderó de él, haciéndolo temblar, mientras Makima lo miraba con una ceja arqueada y una expresión que combinaba curiosidad y frustración.

Ambos se sentaron en el puesto de comida para pedir algo. 

-Me gustaría un udon con un poco de arroz, eso estaría bien.

- Seguro.- dijo con una sonrisa poniéndole su chaqueta cosa que el castaño se la puso sin mirarla ni dirigiéndole la palabra.

-Seguro.- dijo Makima con una sonrisa mientras le tendía la chaqueta. El castaño tomó el abrigo  sin mirarla ni dirigirle la palabra, su atención parecía estar en otro lugar, perdida en sus pensamientos. A pesar de la sonrisa de Makima, una tensión sutil estaba presente en ellos, como si algo estuviera pendiente en el aire, esperando a ser resuelto.

Solo soy Denji...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora