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Nefera estaba de camino a la casa de lahote, el chico le había dicho que se encontrarán ahí ya que no quería repetir la última vez que se encontraron.

Fue un día donde tuvieron uno de sus revolcones y el chico iba saliendo de su habitación cuando se encontró con el padre de la chica. Y talvez no lo hubiera corrido de su casa como lo hizo si Paul no hubiera estado sin camisa, con el pelo mojado y los evidentes chupetones en el cuello que delataban lo que paso dentro del cuarto de la menor.

Sumando a todo esto, Nefera venía saliendo del baño de su cuarto envuelta en una toalla y casi peor que Paul.

Desde aquel día, el chico lahote estaba en la "lista negra" del oficial del lugar.

Al llegar a su casa tomó la llave de la maceta al lado de la puerta y entro, encontrándose a Paul en la pequeña cocina de su casa.

— Morena swan.— Saludo de espalda a ella.— Creí que tardarias más en llegar.

Nef camino hasta sentarse en la mesa frente a él.

— No había nadie en casa, así que fue más fácil salir sin las preguntas de Charlie.

El chico tomo su taza y se volteo hacia ella tomando su contenido.

— Creo que el jefe te tiene vigilada desde la última vez.

La morena soltó una risa nasal.

— Bueno no es fácil asimilar que una de tus hijas meta tipos a casa cuando no estás.

— ¿Debería sentirme ofendido por el hecho de que te veas con otros tipos?

— No veo la razón, ambos sabemos que no puedes mantener tus pantalones cerrados cuándo ves un trasero bonito.

Ahora fue el turno de Paul de reírse, dejando la taza ya vacía en el fregadero para caminar hacia ella.

— No creo que sea algo que te preocupe cuando es a ti a quien me follo.

Nefera se acercó más hacia lahote y poso sus manos su cuello.

— yo no soy quien está curioseando en la vida del otro, Paul.

Lahote paso sus manos sobre la cintura de Nefera y la acerco aún más, haciendo que sus respiraciones se unieran.

— Podrías buscarte a otro que te baje la calentura. Pero en vez de eso estás aqui, en mi casa y a punto de coger conmigo.

Nefera hubiera contestado que tenía muchos otros a quien acudir si Paul no la hubiese besado con fuerza.

Le siguió el beso con la misma rudeza y dió un tirón en su corto cabello. Paul la tomo de los muslos cargándola hasta el mueble.

Se separó de ella y empezó a besarla en el cuello, mientras sus manos recorrían sus piernas y subían hasta colarse debajo de su camisa.

— no me importa si tienes otros que pueden hacerlo, Nef, se que es así, pero es lo que menos me importa en este momento.

La respiración de Nefera se cortó cuando Paul empezó a chupar su cuello y a sacarle la camisa.

— Entonces deja de hablar tanto y cogeme de una vez.

Acto seguido, mientras Paul sacaba su pantalón, para luego desvestirse, la tomo en brazos y fue hasta su cuarto.

— Cariño, desearas no haberlo dicho.

La puso sobre la cama y cuando estaba sobre ella siguió besándola mientras sacaba su corpiño, masajeando los pechos de Nefera, amasando los a su gusto.

Ella por su lado empezó a recorrer los brazos trabajados y la espalda del moreno, que estaba muy concentrado en dejar marcas en su cuello.

Cuando obtuvo lo suficiente de besarla y marcarla bajo por su pecho y abdomen hasta su braga. Sacándola de una vez.

— Paul, te juro que si no lo haces ya no volveré a acostarme contigo.— Jadeó, inmersa en las caricias que Paul seguía repartiendo sobre su cuerpo.

— Como órdenes, Nef.

Paul metió su cara entre las piernas de Nefera y paso su lengua por el clítoris de la morena. Succionó y jugo con el mientras introducía dos dedos en la vagina de la chica.

Comenzó un Vaivén dónde Nefera solo podía jadear y gemir, aferrándose a las sábanas y sintiendo como sus piernas comenzaban a temblar.

Antes de siquiera poder sentir algo más, Paul paró. Pasando una última lamida en ella y saliendo de entre sus piernas para ir a su mesita de noche y sacar un sobrecito muy conocido para ambos.

Luego de sacar previamente sus calzoncillos y poner el preservativo en su miembro, se posicionó de nuevo y alineó su miembro con la, muy mojada, vagina de Nef.

— ¿Debes llegar temprano a casa hoy?.

— No creo que a bella le importe que tarde un poco.

Paul sonrió de medio lado y empujó contra Nefera de una manera ruda que a ambos les gustaba.

El resto de la tarde fue muy movida para ambos y, sin duda alguna, Nefera regresaría a casa adolorida y satisfecha.

[...]

Cuando Paul llevaba de vuelta a Nefera a casa, Charlie la llamó informando que estaría en el hospital con bella.

Al parecer un auto estuvo cerca de atropellar a su hermana cuándo estaba en el instituto y querían revisarla para descartar algún trauma o algo parecido le dijo Charlie.

Habría ido con ellos de no ser porque su padre le dijo específicamente que se quedará en casa y que no llevará visitas como la de lahote la última vez.

Pero allí estaban, ambos en el sillón de la casa Swan.

Todo estuvo normal hasta que Nefera quiso ofrecerle algo de beber a lahote y cuando quiso pasar frente a él hacia la cocina su trasero quedó, según palabras del mismo chico, muy cerca de su cara. Lo que los llevó a otra sesión de besos con ella sobre el regazo del moreno.

Grande fue la sorpresa de Charlie y bella cuando llegaron y estaba específicamente el chico que no podía estar en casa casi tragándose a Nefera en el sillón.

— ¡Bella! Por Dios niña tonta, ¿Cómo es posible que casi te atropellaran en el estacionamiento del instituto?

Nefera fue rápidamente hasta su hermana y la tomó de los hombros para revisarla.

Paul se levantó incómodo del sillón bajo la mirada del jefe y se aclaró la garganta.

— Me iré ahora. Llámame luego, Nef.

Camino hasta la salida luego de despedirse del jefe con un asentimiento de cabeza y beso a Nefera en la cabeza.

— No creo que eso pase, chico.

Charlie alejo al moreno de su hija y lo llevó, muy amablemente, hasta la puerta de su casa.

Charlie miro a su hija y posó sus manos en su cadera como siempre hacía.

— Estarás castigada hasta nuevo aviso, Nefera.

— ¡¿Que?!— Nef rápidamente se olvidó de bella y camino hasta su padre.— No hicimos nada lo juro, solo fueron besos, Charlie.

— tu cuello no dice lo mismo. Deberás buscar a bella de ahora en adelante al instituto. No podrás separarte de ella hasta que decida que es suficiente castigo.

— Pero bella es aburrida, no hace nada en todo el día y solo está en su mundo la mayoría del tiempo. Ni siquiera sabe lo que es una buena fiesta.

— Exactamente por eso te quedarás con ella.

— Dios, ¿Por qué no me internas de una vez en un ancianato y te olvidas de mi, Charlie?

Nefera se fue a su habitación, azotando la puerta.

Lobo || Paul lahote ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora