Confesion

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Una semana después.

Una semana completa había transcurrido tras el vergonzoso asunto, y ni Milo o Camus se habían vuelto a ver. Surt por su parte aburrido veía una vez más al pequeño escorpio comer helado sentado en el sofá sin pronunciar palabra, suspiró llamando la atención del más pequeño, que ofendido hablo.

Milo: ya se lo que piensas. "Si sigues tragando así terminaras tan gordo como una vaca" pero te voy a decir que no me importa, así que ahórrate tus comentarios ridículos - le dijo mientras volvía a comer.

Surt: No como crees que voy a decirte algo así, yo te hubiera dicho algo peor - aseguró mientras Milo lo veía.

Milo: Oye... ¿no te aburres de estar aquí conmigo todo el día? - preguntó.

Surt: respondeme tú algo, ¿no te aburres de estar todo el día encerrado en tú cuarto? - preguntó mientras el otro lo vio mal - ¿vez? Si tú no te aburres aunque yo me queje no hay mucho que pueda hacer, después de todo estoy aquí para vigilarte, no de visita - respondió.

Milo: ¿y no vas a aprovechar para hacerle propuestas indecentes a Camus? Aprovechando que te trajeron aquí de a gratis para ser mi niñera - comentó mientras el otro suspiró.

Surt: Camus jamás me a interesado, ¿cómo podría sentirme atraído por alguien que mato a mi hermana? - preguntó.

Milo: la gata no piensa lo mismo de la cabra, solo es cuestión de que arreglen la situación - susurró el.

Surt: ¿enserió crees que es igual para todos? Hablando no siempre se solucionan las cosas, pero bueno. ¿Que puedo esperar de un guerrero que lucha por una diosa pacifista? Por eso todos ustedes son débiles - aseguró el mientras Milo molestó se puso de pie.

Únicamente para momentos después sentir un mareo que lo obligo a volver a sentarse. Él otro suspiró.

Surt: lamento mucho lo que dije, sinceramente no se porque hablo si la señorita Hilda es igual que Athena - indico mientras Milo únicamente espero a que se le pasará el mareo - seguramente me vaya a arrepentir de esto, pero siempre se me hace bastante divertido ver tus reacciones - dijo mientras comenzó a caminar hacia él. Siendo completamente ignorado por Milo.

Quién aún seguía concentrado en que se le pasará el mareo, por lo cual le fue sorpresa sentir que alguien se sentó aun lado suyo. Cuanto quito su mano sobre sus ojos, solo pudo ver como el dios guerrero le tomó por las mejillas, para después acercarse lentamente a él y darle un beso en los labios, al sentirlo Milo únicamente abrió los ojos con bastante sorpresa, mientras veía incrédulo lo que aquel hombre, al cual había considerado su enemigo y rival de amores hacia. Sin saber que hacer o como reaccionar, esto realmente era nuevo y sorprendente para él, ¿que debía hacer? Por una parte su corazón le decía que debía alejarlo de inmediato, que esto era algo que el no quería. Sin embargo su mente se mostraba bastante confundida y curiosa por ver hasta donde estaba dispuesto a llegar este hombre sin que el opusiera resistencia.

Pasaron unos minutos más cuando el se separó, ambos se vieron a los ojos y Milo aún seguía sin saber que debía hacer. Sintió como el otro suavemente el otro coloco un mechón de su cabello detrás de su oreja, para después sonriendo acercarse hasta su oído y susurrarle un.

Surt: me gustas Milo. Me gustas mucho, me gustaste desde la primera vez que te vi en Asgard - le susurró para después separarse.

Milo lo veía perplejo ante lo que escuchó, el otro al ver esto, por instinto se volteó, únicamente para darse cuenta que. Parado, a pocos metros de donde ellos estaban, se encontraba un desconcertado Camus, que veía incrédulo y confuso la escena. Surt se puso de pie, al mismo tiempo que Milo únicamente se cubrió la boca sin saber que hacer y Surt hablo.

Surt: no se de que te sorprendes. Fui claro contigo desde el principio ¿no es así? Te dije que me gustaba y que iba a hacer lo posible por tener alguna oportunidad - fue lo que indicó.

Camus por su parte únicamente pasó su vista a Milo, quien seguía inmerso en su mundo, confundido, sorprendido, asustado por lo que pudiera pasar tras aquella confesión. Camus al ver que Milo seguía sin hacer nada, únicamente cubría su boca mientras veía al suelo sin moverse, únicamente cerró sus puños.

Camus: ¿Que fue lo que le hiciste? - preguntó.

Surt: ¿hm? ¿Que le hice? Nada más darle una pequeña prueba de lo que siento por él. Pero al parecer fue tan sorprendente mi confesión que quedó en shock o... ¿que opinas tú? Yo pienso que si me da la oportunidad estoy dispuesto a tomar responsabilidad por el paquete que le dejaron - le dijo sonriendo, para momentos después ver como el mayor molestó encendió su cosmos, él igualmente lo hizo mientras se ponía en guardia.

Camus: aléjate, de él... - advirtió serio.

Surt: que egoísta eres Camus. Por el simple hecho de que tú no seas feliz no quiere decir que tengas que arrastrar nos a nosotros tus amigos a la misma desdicha, si tú vida amorosa es un completó desastre es responsabilidad únicamente tuya - le dijo para después ver como el otro lanzó la primer ráfaga de hielo, que lo hizo alejarse del caballero de escorpio que seguía inmerso en sus pensamientos, pero sin dañarlo.

Él por su parte sacó su espada, dispuesto a enfrentarse el caballero de acuario, cuándo estaba a punto de dar el primer golpe sintió un enorme cosmos ingresando al templo, al mismo tiempo que vio como el báculo de Athena se alzó haciendo que el hielo desapareciera y su arma también y sus cosmos fueron apagados de inmediato, para momentos después ver a la joven diosa entrar al templo, viendolos a ambos completamente seria.

Athena: ¿que rayos esta pasando aquí? - preguntó sería la joven, para después ver qué Milo pudo por fin reaccionar.

Milo: ¿Señorita Athena? - preguntó mientras dirigio su vista a la muchacha que igual lo vio. Para momentos después verlo desmayarse en donde estaba.

Athena: ¡Milo! - gritó preocupada mientras se acercaba, para después ver como el patriarca de brazos cruzados vio a ambos hombres presentes en el templo.

Shion: bien... parece que ustedes dos tienen mucho que explicar - dijo de brazos cruzados, mientras los otros dos molestos se vieron.

Continuará...

¿Que ocurrió Milo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora