Despedir

285 36 11
                                    

En el templo de escorpio

Camus había salido del santuario junto con Kanon y Deathmask para hablar de lo que había ocurrido entre ellos, por lo cuál Milo se había quedado solo en el templo.

Suspiró como por décima vez en aquella mañana, cuando escucho pasos, por lo cuál volteó, solo para darse cuenta de que era Surt, se veía mal, como si no hubiera dormido y hubiera estado llorando durante todo ese tiempo.

Milo: Surt, ¿estas bien? - preguntó preocupado.

Surt: Si, no te preocupes, solo vine por mis cosas - hablo casi con voz ahogada.

Milo: Oye, necesitamos hablar - le pidió.

Surt: no todo esta bien tranquilo, yo no esperaba nada, únicamente quería ser sincero conmigo mismo por una vez en mi vida. Por cierto me enteré de lo de Camus, felicidades - hablo.

Milo: juro que jamás fue mi intención que esto sucediera Surt, yo no sabía - le aseguro.

Surt: y dime, ¿si hubieras sabido de ante mano hubiera cambiado algo? - preguntó burlonamente. Milo por su parte se acercó hasta él, cuándo estuvo frente a frente con él dios guerrero únicamente lo abrazó, dejándo sorprendido al otro.

Milo: enserió lo lamento mucho, si hubiera podido hacer algo lo haría, jamás me a gustado ver sufrir a otras personas - fue lo que le dijo, mientras el otro no pudo contener más sus lágrimas y lo abrazó.

Surt: perdóname, yo se que esta mal que esto haya pasado, te juro que trate de hacer algo para cambiarlo, calle para olvidarlo pero esto únicamente incremento en sentimiento perdón, lo único que e hecho desde que te conozco es darte problemas y hacerte sufrir, perdóname - le suplicó mientras su llanto incremento más.

Milo por su parte solo sonrió triste al escuchar aquello, ¿así que eso pensaba? Si bien en un principio el también creyó eso, solo fue cuestión de tiempo que se diera cuenta de que eso no era lo correcto, lo dejo llorar sobre su hombro por un rato, para cuando el paro y se separó, únicamente le ayudó a secar sus lágrimas, para después con una sonrisa decirle.

Milo: tranquilo, este mal momento pasará y tendrás a alguien que si te valore por lo que eres y te ame de todo corazón - le aseguro.

Surt: gracias - respondió sonriendo, aunque le dolía.

Milo: y gracias por haberme cuidado durante este tiempo y no portarte de forma desagradable, realmente agradezco eso - aseguró mientras el otro solo asintió.

Surt: ¡Ja! Ay Milo, si realmente no supiera de tus sentimientos por Camus, hubiera hecho lo posible por ganarme tú corazón y asi poder casarme contigo - aseguro intentando no perder la costumbre.

Milo: hm... hubiera sido una verdadera lástima que terminaras como mi marido créeme, no tendrías la paciencia suficiente - bromeó el también.

Surt: eso dices tú - aseguro para después volver a abrazarlo, después de eso fue rápidamente por su cosas, se despidió del octavo guardián y salió del Santuario antes de que Camus regresará, ahora si definitivamente se había ganado el odio del onceavo guardián y seguro si lo veía cerca de Milo suponía que esta vez no se contendría y lo mataría - ya se le pasará, después de todo esto que siento, simplemente son asuntos mundanos - aseguro mientras con una sonrisa abandono el santuario.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Tiempo después.

Templo de Athena.

La muchacha había salido de su habitación para ver el hermoso cielo azul que se alzaba sobre su santuario, sintiendo la brisa suave fresca que los dioses del viento habían enviado alegremente para el inicio de un nuevo día.

¿Que ocurrió Milo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora