Ya había pasado más de unas tres semanas viviendo en este nuevo mundo. Tres semanas siendo caballero de una Orden.
Asta: "Rápido si llegamos tarde Charmy terminara devorando todo el desayuno."
Pero a pesar de ser caballeros nos encargaron de hacer todos los quehaceres, ya sea limpiar el piso, quitar el polvo, alimentar a las bestias, lavar la ropa y el mas peligros de todos "despertar a Yami".
Subaru: "No te quejes. La razón por la que lleguemos tarde era porque cada cinco segundos te desmayabas en lavar la ropa interior de ellas."
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Asta: "No podía evitarlo. La próxima vez la tu el de toda ellas."
Subaru: " Y tu de alimentar a las bestias."
Asta: "Hecho."
Llegando al comedor logramos conseguir algo de comida. Y sentarnos de una vez.
Noelle "Llegan tarde."
Asta: "Oye Noelle porque no me ayudas con la limpieza del castillo."
Noelle: "¿Limpieza? Yo soy de la Realeza."
Asta: "Los dos somos novatos."
Noelle: "No he lavado ropa. NI limpiado una sola vez desde que naci."
Asta: "Ese no es motivo de orgullo. Pertenecemos a la misma orden deberías cooperar."
Noelle: "Además siendo de la Realeza tengo esto."
Noelle saco una campana y la había tocado.
Subaru: "Que. No me digas que quieres otro baño de esponjas."
Le dije eso mientras estaba desayunando junto con los demás de la Orden presente.
Vanessa: "Oh. Han avanzado tanto."
Noelle: "¡No hables de eso aquí!"
Subaru: "No me trates como un sirviente. La mitad del trabajo eran tus deberes."
Noelle: "Es lo acordamos. Recuerda."
Bueno había vivido como caballero mágico si pudiera decirlo. Pero la realidad es que había vivido de vuelta como sirviente.
Todo comenzó el acuerdo que había firmado, ya que por más que lo intentara de alguna manera en vez de dormir en mi cuarto asignado terminaba en el Noelle.
Y al no lograr una solución a ese problema, Noelle había agregado unas reglas má al acuerdos.
1. Lo que pase dentro de la habitación no será divulgado.
2. Mientras durmamos la misma habitación no haga ningún extraño movimiento.
3. Obedecería sus órdenes.
Tuve que aceptarla aquellas condiciones ya que si me negaba ella podía divulgar que yo había golpeado alguien de la Realeza.
