—Hendery, estoy en tu regazo, sintiendo tu erección en mi entrepierna y me estoy estoy excitando, por favor, quiero chúpartela y después quiero que me la metas.
—¿Ya?—el mayor suspiró, y llevó sus manos a su rostro, frustrado. Sólo rió, tratando de ocultar la frustración, y lo miró.
—¿Nunca te la han chupado?— y el rostro confundido de Hendery le hizo saber si que era así—¿Nunca has tenido... sexo?
El sonrojo atacó su rostro y le demostró que en realidad el mayor, puede que nunca, ha tocado a un hombre desnudo o ha visto fuera de los manwhas o algún vídeo sucio.
Yangyang lo vio fijamente mientras acariciaba su mejilla con su lengua, y cerró sus ojos. Cierto, había olvidado que quería chupársela a un otaku friki que su único pasatiempo era jugar videojuegos y leer manwhas eróticos.
Sólo negó y bajo de su regazo, sentandose junto a el. Hendery comenzó a jugar con sus dedos mientras se hacía bolita y miraba sus dedos, nervioso, tragando saliva
—A los quince besé a un chico...
—Está bien, Hendery.— sacó su celular, viendo la hora. Apenas eran las 9 y el no quería volver a su apartamento de nuevo. Sólo suspiró.
—Es sólo que nunca me han... me han tocado, o, me han dicho esas cosas...
Yangyang mordió su labio mientras lo volvía a ver, poniendo ojitos.
—¿Nunca te preguntaste cómo se siente?— comenzó a pestañar varias veces, acercandose a él y posando su mano a sus muslo, sonriendo.
—Bu-bueno, ehm...— su pequeña sonrisa pervertida le hizo saber a Yangyang que si mayor no era ese inocente que se sonrojaba por cualquier cosa, y sonrío, comenzando a acariciar con su dedo ese muslo estaba cubierto por el pantalón.—So-sólo me han dicho que se siente bien...
—¿Y no te gustaría sentirlo?— vió como el castaño arqueo sus cejas mientras veía la tele en el menú de selección de personajes, evitando mirarlo.—Saber cómo se siente...
Se acercó a su cuello, y subió a su oreja, atrevidose a chuparlo, llevandolo entre sus dientes y haciendo que Hendery gemir bajito para apretar más fuerte sus piernas y suspirar, cerrando sus ojos. Tragó saliva de manera fuerte.
—He tenido curiosidad...— admito mientras veía a Yangyang fijame, ahora, pero después bajo su mirada de forma tímida.— Yanggie... tú, tú quieres hacerme una falación ¿Verdad?
Qué correcto era su mayor, fue lo que el menor pensó mientras acariciaba su rostro y asintió, besando su mejilla, y después su quijada.
—Entonces, yo...soy un pervertido.—Volvió a llevar sus manos a su rostro y se quejó sonoramente.
—¿Puedotocartuspechos?
—¿Mande?—el mayor se acercó a el tratando de comprender las palabras del castaño, qué tragó saliva y volvió a jugar con sus dedos.
—Si yo... ya sabes... ehm... to-tocar tus...pechos.
Y Yangyang sólo tomó las manos del mayor poniendolas en su pecho izquierdo, haciendo al mayor gemir de forma rápida.
—Puedes tocarlos todo lo que quieras, cariño.— y notó cómo el castaño se convirtió en una cerveza de forma rápida.
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