Desde niña he escuchado decir "Nunca te rindas" "tú puedes con todo" "si te rindes fracasarás" "eres fuerte", etc, etc, etc. Siempre me lo creí, siempre he creído que puedo con todo, y con esa creencia he abusado muchas veces de mi mente y cuerpo, agotándolos hasta tal punto de no querer estar dentro. Siempre teniendo en mente que si no puedo con esto, en un futuro no podré con lo que vendrá, y será un fracaso seguro.
Hoy me ha tocado cambiar de pensamientos. Mi cuerpo ha dado el 100%, mi mente y alma también, y los resultados son inútiles, ¿Por qué? Porque he estado abarcando mucho y apretando poco. Estoy trabajando duro pero sin eficacia, desperdiciando el tiempo por querer hacer todo a la vez. La presión social me sigue consumiendo, y el hecho de que todos confíen en mí me da fuerzas, pero para seguir martillando una roca con una pluma.
Soy fuerte, sí, nunca había tomado una decisión tan valiente como la de rendirme por primera vez, o más bien, tomar una pausa, dar un paso hacia atrás para tomar impulso y darle con todo a lo que viene. Hoy ya sé que también merezco descansar (cosa que no quería aceptar), pero el recorrido también debe ser bonito.
-JssRG