4. Antiguos enemigos

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—¡JIMIIIIIN! ¡SI ESE BABOSO TE TIENE RETENIDO, GRITA!

Hacía ya cinco minutos que Mini Kook la había emprendido a voces con la casa, incapaz de dar con Jimin. Su desaparición lo había puesto en alerta y atisbar la cama del pervertido tatuado vacía, no había contribuido para bien.

Como resultado, todos los miembros estaban en pie y con muy mal humor. Min Yoongi en especial no llevaba bien el griterío antes de las ocho de la mañana.

—¡Quieres callarte de una maldita vez, histérico de mierda!

Mini Kook abrió los ojos con espanto.

—¡Pero Hyung! ¿Y si le ha secuestrado para llevárselo a su tiempo o para hacerle cosas siniestras?

—¡Pues que se casen y sean muy felices! ¿A mi que cojones me importa?

Taehyung le puso una mano en el hombro.

—Hyung, tranquilízate. ¿Quieres un café?

—No quiero un puto café.—musitó, bajando el tono a uno enfurruñado que Mini Kook identificaba mas con el Yoongi mimado y vicioso que recordaba haber conocido en el futuro.—Quiero dormir sin que un ganso graznando me interrumpa.

Ea, ea…

—¿Te crees que soy un bebé?

Tae encogió los hombros y sonrió.

—Luces como uno.—exclamó, pinchándole la mejilla con un dedo.

Contra todo pronóstico, Yoongi no le clavó el pie en el estómago y se limitó a rodar los ojos, cruzándose de brazos.

Mini Kook puso los ojos en blanco. Era fascinante lo mucho que había descendido el respeto por Suga Hyung desde que había descubierto que se convertía en el sugar baby mimado del lelo de Taehyung..

Puso ambas manos a los lados de su boca para amplificar su grito.

—¡JIMIIIIIIIIIIN!

Los miembros se taparon los oídos con fastidio un instante antes de que la puerta de casa fuese abierta de una patada. La madera golpeando la pared resonó como una bomba, generando un silencio estupefacto mientras que el Jungkook tatuado asomaba su imponente figura bajo el umbral.

Sus ojos resultaban demoníacos.

—¡¿Quieres callarte de una puta vez?! ¡Tienes la voz mas de pito que he oído desde que atropellé al gato de la vecina con la bici, joder!

De pronto, la mano de Jin surgió del aire y le dobló el cuello de una colleja, arrancando de cuajo todo el aura imponente con la que había aparecido.

—¡La puta boca, maldita sea! ¿Y de dónde coño vienes? Hemos tenido que aguantar a tu yo imbecil dando voces.

—¡Ah! ¡Que eso duele!

—Vaya hombre, yo que te había pegado para que te hiciera cosquillas.

Jungkook entrecerró los ojos hacia su Hyung–no Hyung, pero antes de que pudiese optar entre guardar un prudencial silencio o mandarlo a tomar por culo, la cada vez menos menuda figura de Mini Kook apareció frente a él tomándole por las solapas de la sudadera.

—¿Dónde coño está Jimin?

Su tono exigente y los ojos carentes de miedo, prendieron una inesperada chispa de orgullo en el pecho de Jungkook.

—Estoy aquí, Jungkookie.—Jimin apareció saludando prudentemente con la mano por detrás de Jungkook.

El mas joven lanzó un suspiro de alivio y lo abrazó.

Dos deseos ✨✨ Kookmin PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora