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Al caer la noche, todos estaban en el comedor cenando, excepto

-Hari-chan- habló Kikio- ¿Dónde está Aome?

-Mi lady, está descansando, desde esta tarde ha estado en su habitación y no ha salido- comentó la chica, todos se miraron preocupados

-¿Ha comido algo?- preguntó Irasue

-No mi señora, solo unas frutas que le llevo la señorita Rin, nada más- comentó, Sesshomaru se iba a levantar, pero...

-Iré yo- comentó Kikio, levantándose- Conociéndola, Aome necesita apoyo femenino y alguien que si la entienda

-Grrr que insinúas mujer

-Calla- habló Irasue y miro a Kikio- Ve querida, y convencerla para que coma algo- Kikio asintió, miro a las demás estas asintieron

Minutos después...

Toc toc

-No me molesten

-Aome, soy Kikio- silencio- Voy a pasar- Kikio abrió la puerta y entro, encontró a su amiga acostada, se acercó a ella- ¿Estas bien?

-Arriesgué su vida, no debí darle esa espada, pude perderlo- Kikio suspiro, se sentó a un lado

-Pero no lo hiciste con mala intensión, solo querías ayudarlos

-Y termine lastimándolo y un regaño de mi padre

-Si bueno, eso fue un poco fuerte...- Aome se levantó sentándose

-Me siento inútil, odio sentirme así

-Te sientes frustrada por no poder hacer más- Aome la miro- Te conozco Aome, tú quieres pelear, proteger a los que amas...

-Y no voy a poder hacerlo esta vez...

-Al contrario- Kikio tomo sus manos- Estas protegiendo algo mucho más grande que todos los que te rodean- comentó llevando una mano al vientre de Aome- Estas protegiendo a tu hijo, manteniéndote al margen, él te necesita- tomo la mano de Aome y la llevo a su vientre, cada una tocando el vientre de la otra- Ellos nos necesitan, créeme que me siento igual que tú, también quiero ayudar a Inuyasha en esta pelea, no sabes cuantas veces eh peleado con él para que me deje aunque sea entrenar – comentó Aome sonrió un poco imaginándose la escena- jajaja si... casi no me deja hacer nada

-Son tan sobre protectores

-Si, pero piensa que es como ellos intentan protegernos, para ellos mientras menos problemas tengamos mejor, en cambio tu y yo siempre buscamos problemas

-O los problemas nos encuentran a nosotras- ambas rieron un poco- Pero siento que aun puedo hacer más por ayudar,

-Aome, deja que todo fluya, concéntrate en tu hijo.... Nacerá pronto- comentó sonriendo, Aome miro su vientre y la acaricio- ¿A quién crees que se parezca?

-Jajaja no lo sé, a veces me imagino que será una copia exacta a su padre, ¿y tú?

-Yo espero que se parezca a mi- comentó divertida, ambas rieron- Ahora, debes comer algo, y por favor no me hagas obligarte

-Está bien, pareces hermana mayor

-Sabes, así me siento, al final siempre termino aconsejando a una hermanita traviesa- Aome le saco la lengua, ambas rieron y salieron de la habitación.

Al caer la noche, Aome estaba sentada en su cama, como la mirada perdida en un punto, no sintió cuando Sesshomaru entro a la habitación, este al verla se acercó a ella

-Aome- llamo, Aome salió de sus pensamientos para ver a su esposo agachado frente a ella, sonríe un poco

-Hola

DOLOR Y AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora