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Jeongin está sentando sobre su cama, su cabello revuelto y sus ojos irritados de tanto llorar, afuera se escucha el ruido de los sirvientes todos moviéndose como locos

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Jeongin está sentando sobre su cama, su cabello revuelto y sus ojos irritados de tanto llorar, afuera se escucha el ruido de los sirvientes todos moviéndose como locos. Hoy es noche de fiesta, finalmente anunciaran al pueblo que un heredero está por llegar.

Fue tres días después que llegaron cuando sucedió, el médico real del palacio apareció. Lo escucho de unas doncellas, la reina estaba en cinta con un embarazo de cuatro meses. Han pasado tres meses que no ve a su alfa y de alguna manera le rompe el corazón.

Una bolsita es colocada en su mano y cuando levanta la mirada es Chaeryeong la mujer llego hace unos días para estar presente en la ceremonia. — Su nombre es adelfa, es importada del extranjero y solamente debes agregar un poco a su té. No será rápido, pero después de unos días sucederá.

Jeongin observa la bolsa y es una plantita molida en pequeños pedacitos. — Esta en cinta esperando el cachorro de Minho, no puedo hacerlo.

— ¿Tienes miedo Jeongin? Si fuera tú me asustaría más perder a mi alfa que asesinar. — Chaeryeong encoge sus hombros. — Es muy poderosa, es una sola aplicación y nadie podrá descubrirlo.

Jeongin deja escapar unas cuantas lágrimas y cubre la bolsita con su puño. — No. No lo hare, no matare al cachorro de mi alfa.

— ¿Tu alfa? — la omega suelta una risa burlona. — El no es tu alfa, esta cegado por ese omega, se fue durante una temporada con el omega y regreso, pero nunca te busco. Sigue con el omega.

El omega de ojos marrones cierra los ojos y niega. — Es su alfa, es porque será papá. Cuando nazca todo será diferente, lo dejara y me dará al bebé.

Todo será diferente, será diferente.

Cuando el cielo oscureció y su puerta fue tocada tuvo que bajar a salón principal. Minho estaba de pie tenía una copa de vino en su mano, sus ojos brillaban y en las esquinas se marcaban arruguitas de felicidad. — Bienvenidos a este banquete. — la voz del rey es firme, — este banquete preparado para mi esposo, mi omega y mi luna. Mi luna que me ha dado la bendición de convertirme en padre.

Minho mira a Jisung, y lo besa. Es un beso tierno e inocente para los invitados, sus sonrisas de los jóvenes son brillantes en medio del beso. — Te amo. — Minho no lo dice en voz alta, pero Jeongin puede leerlo en sus labios. Los aplausos llenan el salón y los invitados comienzan acercarse para besar la mano de la reina.

El banquete sigue con normalidad, los invitados festejan mientras Jeongin está sentado en el fondo con una copa entre sus dedos y una mirada triste. Una doncella que se encontraba sirviendo a los invitados, se acerca y dice: — El rey desea verte.

Los ojos del omega se iluminan y le ofrece una sonrisa. En el salón solo se encuentran los invitados. — Enseguida voy a sus aposentos, le puedes avisar solo necesito prepararme.

La doncella lo detiene levantado su mano. — En sus aposentos no es, lo requiere en el salón de juntas. — Jeongin luce confundido, pero termina aceptando, a paso lento sube las escaleras para llegar al lugar y finalmente al abrir la puerta, ahí está. Minho luce como un hombre atractivo y Jeongin no puede evitar sentir las mariposas revoletear dentro de su cuerpo. Por fin esta solo con su alfa.

— Alfa. — dice e inclina su cuerpo en una reverencia. — Te he echado de menos, estar sin ti es como vivir sin el rocio de las mañanas, pero he comprendido que tienes asuntos políticos que atender, tienes finalmente un heredero. — sus pasos son precavidos, pero finalmente llega a su lado y lo abraza recostando su rostro en el torso del alfa y suspirar su aroma, encuentra el de Jisung. — Alfa.

Minho no responde inmediatamente solo desenreda los brazos delgados de Jeongin y se acerca a su escritorio. Es un pergamino. — No tuvimos un cachorro, no era necesario un divorcio, pero te aprecio Jeongin. Es un acuerdo. — extiende el pergamino. — Tendrás los beneficios como si de un divorcio se tratase, puedes mudarte a cualquier lugar que desees.

El omega observa el pergamino. — ¿No me quieres?

— Te aprecio Jeongin por eso hago esto, ha sido una tarea difícil convencer al consejo de poder obsequiarte esto, por nuestras buenas memorias.

Los ojos de Jeongin se llenan de lágrimas y no pude evitar que algunas caigan sobre sus mejillas. — ¿Ha sido difícil? ¿difícil desacerté de mí? — Jeongin limpia bruscamente su mejilla y arroja el pergamino en el escritorio. — Le diré mi rey lo que es realmente difícil, es estar con tu alfa cuando era un simple bastardo, renunciar a mi título por ti y mis privilegios por ti. Difícil fue entregarte todo de mi incluso lo que nunca tuve, escucharte decir que me amabas y finalmente lo elegís sobre mi.

— ¿Es lo que piensas, te he privado de tus beneficios de título? — Minho luce incrédulo. — Lo siento tanto Jeongin pero no puedo evitar no enamorarme de la madre mi cachorro.

— Changbin nunca te quiso, no eras más que el oscuro recuerdo de tu padre siéndole infiel con una simple campesina, en cambio a mí, Changbin me adoraba. El me prometió un matrimonio de la realeza porque sabía que tenía potencial para dirigir un reino, pero, elegí con el corazón, te elegí a ti y fue mi peor error.

— Jeongin, me disculpo si fui tu mayor error, pero estas a tiempo de rehacer tu vida. Busca aquel alfa que este a tu nivel. Yo ya encontré a mi omega y no eres tú, puedes irte y decidir lo mejor para tu futuro.

Hecho una furia salió del salón. El pergamino se arrugaba en sus manos, y fue cuando la vio. Era un omega varón no lucia mayor, sus manos temblaban de nervios al estar frente a los aposentos de la reina.

Jeongin limpio rápidamente sus mejillas y se acercó. — Querido, al parecer te solicitan en la cocina. — El joven omega lo miro confundido.

— Me han pedido, entregar esto aquí Madame. — Sus mejillas se sonrojaron en sus manos temblorosas llevaba una bandeja de plata. Una taza de té y unos panecillos.

— Yo lo entregó por ti, de hecho deseo hablar un momento con la reina, ¿sabes? Felicitarlo por el nuevo heredero.

— Oh, pero no- — Jeongin no permitió que el joven terminara cuando finalmente le arrebato la bandeja, después de ver como el omega se alejaba finalmente entro. La habitación lucia limpia y solo escuchaba el agua caer desde la puerta del baño.

Rápidamente sacó la bolsita y vacceo todo el contenido dentro de la taza. La planta se disolvió rápidamente y cuando el agua seso. Jeongin huyó sin mirar atrás, sin mirar quien estaba dentro de aquella habitación con el corazón saltando dentro de sí.

Se aferró al odio que crecía dentro de su interior, al odio que nacía en nombre del omega que le arrebato todo lo que en algún momento fue suyo.

Con una bata de seda cubriendo su húmedo y desnudo cuerpo. Miro al alfa sentando en su cama apunto de beber de su té.

— No, es mío. Pide el tuyo. — Dijo y corrió a la cama para arrebatarle la taza.

El alfa soltó una risa mientras negaba complacido al mirar el cuerpo de su pareja. — Eres muy egoísta amor.

BangChan negó y bebió el contenido de su taza para después recostarse junto a Seungmin. — Yo lo pedí primero, lo siento bebé.

 — Yo lo pedí primero, lo siento bebé

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Hate u Love u - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora